PROHIBIDO ENAMORARSE - FINN WOLFHARD

EPÍLOGO

POV____:

La clase de ciencia estaba a punto de empezar y como siempre, tenía que pasar algo para que llegara tarde.

La puerta estaba cerrada

-mierda- maldije

-¿Me acompañas?- una voz decía a mis espaldas

Gire deseosa de encontrar a otra persona que no sea el director.

Con un poco de temor en los ojos decidí ver de quién se trataba.

Solté un suspiro al ver que era mi ruloso favorito y no algún profesor o el director.

—¿Sabes? Me he dado cuenta que siempre llegas tarde a la clase de ciencia—dijo mientras me tomaba de los hombros y me guiaba a quien sabe dónde.

-se nota que sabes todo de mi Wolfhard- dije enrollando su mano con la mía.

-eres mi pequeña, siempre estoy al pendiente de ti- dijo mientras me daba un beso en la frente.

-y ¿Que haces aquí?- pregunté curiosa

-llegue tarde a la clase de historia- dijo mirando a otro lado, era un poco sospechoso, sabía que había algo más detrás de esa simple historia.

-no mientas- dije

-¡Está bien! Me salí de clase para estar contigo, se supone que ahora debería estar en el baño- dijo riéndose

-¡Finn! ¿Por qué rayos lo hiciste?- dije un poco molesta ante su acción.

-quería estar contigo, eso es todo- dijo dándome un pequeño beso en los labios- bueno, esa es tu última clase ¿Verdad?

Asentí con la cabeza.

-sigueme- dijo y me jalo de la mano mientras que me llevaba a una salida de emergencia, y de un momento al otro ambos ya nos encontrábamos fuera del colegio.

-Finn nos van a matar, nuestros padres van a matarnos- dije desesperada.

Pero era verdad, era demasiado loco salirse de la escuela. Aunque solo faltará una hora para la salida, es probable que alguien se de cuenta.

-tranquilízate, todo está controlado- dijo

Y no podía negarlo, sentía la adrenalina pos todas partes, y aunque pareciera muy tonto, era realmente emocionante.

Y sin duda ese fué uno de los días más felices de mi vida.

El reloj de mi teléfono marcaba las 5:35 el sol empezaba a ocultarse ambos estábamos sentados en una de las bancas de un parque, como siempre, pues los parques se habían vuelto uno de nuestros lugares favoritos.

Ambos reíamos al ver que el helado de Finn había caído al suelo.

-¡No sé hubiera caído si no tuvieras unos labios tan bonitos que quisiera besarlos todo el tiempo!- dijo Finn hechandome la culpa

-no se hubiera caído si no fueras tan idiota Wolfhard- dije riendo.

-pues tú me vuelves idiota- dijo acercándose cada vez más y más.

Su mirada se volvió sería, me sonrió de lado y empezó a decir.

-recuerdas la vez en la que pedí un deseo - dijo- mi deseo de 11:11

Asentí con la cabeza al recordar esa noche de luna llena.

-tu eras el deseo- admitió.

Ambos nos tomamos de la mano, y con tan solo vernos los ojos hicimos un juramento, uno que nunca romperíamos, está vez sería para siempre y ambos lo sabíamos