Capítulo 4 - Conociendo al Profesor Darin

291 35 14
                                    

¿Los ángeles existen?

Muchos dicen que si otros que no. Pero estoy más por creer que sí.

Mi vida cambio cuando lo volví a ver a él esa mañana en la oficina de la directora del colegio nuevo al que me asignaron.

Pasé semanas creyendo que jamás lograría mi meta que es trabajar en el Colegio de Elite, mi padre fue parte clave de ese colegio por varios años y después fundó una escuela de Ciencias Exactas años después.

Recuerdo como el año pasado asistí por séptima vez a uno de esos concursos que mi padre creo con ayuda y apoyo de colegas. Cuando llegué creí que sería igual que todos lo que había visto o asistido pero no, ese año hubo algo que me capturo desde el primer momento, era como la polilla dejándose embelesar por la luz.

Desde mi puesto, que se encontraba en la primera fila por ser "hijo de..." y al cual tenía una buena vista al escenario, pude ver como más de cincuenta estudiantes de diferentes colegios iban participando en diferentes categorías, pero hubo solo uno que llamo mi atención...

Un chico de estatura mediana, rizos muy rubios, labios carnosos y rojos, ojos claros, piel muy blanca... así como retratan a los ángeles en los cuadros o cuentos así lo vi yo, solo le faltaban sus par de alas más su halo. Era una belleza de chico y me cautivó lo confiado en que respondía o hacia las operaciones, no dudaba en ningún momento. Eso me llamó demasiado la atención para ser cierto, pero iba dándome cuenta que lo que me llamaba la atención iba más allá de lo profesional.

No apartaba la mirada de él.

De Lorenzo.

Así descubrí su nombre formalmente cuando anunciaron a los ganadores, el Colegio de Elite había ganado y ese era el chico que lo representaba.

Mi padre tuvo la oportunidad de hablar con él y su profesor, no me atreví a acercarme porque sabía que no diría nada coherente frente a él fue por eso que esperé a quedar a solas con mi padre tiempo después cuando regresábamos a nuestra casa, mi padre se queda a veces en mi casa y ese momento era uno de tantos.

El trozo de zanahoria quedó a mitad de camino hacia mi boca cuando oí a mi padre hablarme de algo no relacionado con mi madre.

- El chico que ganó es muy inteligente.- decía mi padre sorprendido, algo muy inusual de él ya que pocas cosas lo sorprenden.- Jamás creí conocer a alguien con ese potencial.

- ¿Está por graduarse?

- Sí, el otro año.

Hubo un silencio algo incómodo para mí, deseaba hacer una pregunta pero no quería parecer tan obvio en estar interesado en el chico. La suerte es loca y mi padre fue quien habló primero.

- El profesor Aldo Gutiérrez se jubila a mitad del otro año.

- ¿Quién es él?

- El profesor del chico.

La intensa mirada de mi padre me decía algo pero preferí quedarme callado, que fuese él quien soltara todo.

- Lo vas a reemplazar.

Me quedé congelado.

No podía creer que mi padre me estuviese ofreciendo ese trabajo y oportunidad de trabajar en el colegio que años atrás él fue parte, en el colegio de más prestigio del país y la cereza del pastel era que iba a darle clases al chico rubio.

- Papá ¿estás seguro?

- Sí, mucho.- respondió muy decidido como siempre.- Yo trabaje ahí y tú lo vas a hacer, pero también quiero que sigas trabajando el potencial del chico.

17 [Chenzo AU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora