17 [Chenzo AU]

Capítulo 16 - ¿Pero que es mi pasión?

Odio.

Demasiado odio había en ella.

Recuerdo que ese día otra vez no tuve a Ricardo impartiendo clases y volví a estar junto a Alexa y el señor Turner. Mi hora del almuerzo fue de lo más casual que puede haber y lo que seguía del día pero no todo es color de rosas... y menos en mi situación.

Recuerdo ir saliendo del colegio por el pasillo principal en compañía de mi inseparable rubia amiga, conversabamos cosas sin sentido porque a este punto yo no le había confesado a ella lo que había hecho, si es que lo hizo, mi profesor con su esposa.

- Dentro de poco cumples la mayoría de edad, Toto.- odiaba que me llamara así pero se lo pasaba porque la quería.- Espero que no tengas en mente ir a una discoteca de estas locas que hay en la ciudad.

- Por ahora no.

- Uhm... ya te veo cambiando de opinión.

- Quizás, ya me conoces pero sabes que mi padre no me dejará.

- Tu padre vale mierda, con todo respeto.

Eso me hizo sonreír un poco.

Bajamos la escalinata y vimos que todo estaba lleno de autos, profesores y estudiantes que se retiraban a sus hogares y ahí estábamos los dos para hacer lo mismo pero como siempre lo peor me sucede últimamente a mi.

- Si hago que mi madre te organice la fiesta ¿aceptarías?- ella estaba emocionada.

- Por supuesto que si Alexandra ¿cómo no aceptar?

- Bueno, tu eres algo...

¡MALDITO!

Oímos que gritaron.

En ningún momento creí que fuera algo serio, quizás una pareja de estudiantes o un padre quejándose de un profesor, si eso sucedía también pero no, eso no era así.

La gente a nuestro alrededor como por inercia se alejó cuando vieron a una mujer enojada caminar directamente a mi y Alexa, al principio no la reconocí por lo mal que se veía su cara toda roja y manchada de lágrimas pero al tenerla frente a mi supe que se trataba de Úrsula.

- ¡Vas a pagar por esto maldito niño!- volvió a gritarme.- ¡Te haré responsable de mi divorcio malparido!

Estaba atónito.

No me podía mover y mucho menos hablar.

Alexa se paró en medio de ambos como para protegerme pero ella pudo con mi amiga y la empujó a un lado y fue su última reacción lo que me hizo darme cuenta que seguía con vida, me dio una bofetada tan fuerte que quedé viendo a mi lado derecho a todos los que observaban el espectáculo desde profesores, estudiantes y padres.

Ella se fue enojada.

Toqué mi mejilla izquierda que ardía por el golpe recibido. Comencé a temblar del miedo que ya se había evaporado hace un par de horas atrás.

¿Ella sabía que soy yo?

¿Ricardo le dijo?

- ¿Lorenzo?

La voz de Alexa me regresó a la realidad, su preocupación era visible en sus hermosos ojos azules que siempre estaban alegres. 

- Lorenzo háblame.- dijo sacudiendome por los hombros.- ¿Qué fue eso?

Solo negué.

No quería moverme porque sabía que mis piernas fallarian y quizás me caería. Mi mente estaba en blanco, deseaba que hubiese algún tipo de idea o imagen de lo que habría pasado pero nada.