Cap. 32 i miss missing you...

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Rayita*

Desperté con los ojos hinchados de tanto llorar, me costó abrirlos de hecho por el mismo motivo, mire hacia mi alrededor y me di cuenta que no estaba en casa de alguien conocido luego recordé que me había quedado dormida en el sillón de Ed y al darme cuenta que solo estaba en calzones y con polera me asuste. Por lo que busque mi pantalón me lo puse, me arregle el pelo y me fui al living de la casa de Ed.

-          Buenos días bonita – me dijo con una sonrisa de oreja a oreja.

-          No me digas así por favor Ed –

-          Lo siento _____, es que te ves linda recién despertando – dijo mirando al suelo.

-          Ahah si claro… Ed puedes llevarme a casa de Brendon por favor –

-          Pero no te quedaras a tomar desayuno? – me dijo haciendo pucheros.

-          No Ed, tengo que hablar con Brendon, pero cuando todo esto se calme podremos salir – le respondí.

-          Está bien, te cobrare la palabra – me dijo mientras agarraba las llaves del auto tomo su chaqueta y nos fuimos en dirección a la casa Brendon.

Llegamos allá y Brendon no estaba, lo llame para saber si llegaría luego a su casa dijo que por la tarde me pasaría a buscar la casa de Pete, por lo que Ed me llevo a la casa de Pete y se despidió enseguida de mí ya que no quería tener problemas, pero me dijo que cualquier cosa lo llamara y el estaría ahí en seguida.

Entre rápidamente a la casa de Pete, al parecer estaban todos durmiendo así que me metí a la ducha estuve ahí durante una hora pensando en todo lo que había pasado estos días, luego de secarme un poco el pelo me volví a poner el pijama y me tire en la cama para volver a quedarme dormida.

Desperté como a las 14:00 de la tarde, debido a que sentí un fuerte olor a fritura proveniente de la cocina de Pete, fui a  mirar y ahí estaba Brendon cocinando…

-          ¿Qué haces acá Urie? – le pregunte extrañada

-          Amiga despertaste… estas hecha un desastre – me respondió mientras me abrazaba.

-          No me abraces por favor que no quiero seguir llorando – le dije apartándolo de mí.

-          Lo siento – dijo soltándome y volviendo a mirar las papas fritas que estaba cocinando.

-          ¿Cómo entraste a la casa? – le pregunte

-          Pete me paso una copia de sus llaves…. Esta listo el almuerzo – me respondió con una cara sonriente.

-          Lindo amigo, pero la verdad no tengo hambre – le dije apenada

-          Debes comer algo, por lo mismo compre papas fritas y bebida para que juntos conversemos  y pasemos esta pena.

Brendon me conocía muy bien, sabía que amaba las papas fritas y la bebida, que cada vez que estaba deprimida esa era una de las formas de subirme el ánimo, pensé que se le había olvidado ese detalle, pero me di cuenta que no y eso me alegro mucho.

Nos sentamos a comer y le conté todo lo que había pasado estos días y como habían quedado las cosas con Patrick, no pude evitar ponerme a llorar mientras le contaba por que recordarlo me hacía muy mal, pero la verdad si no hubiera sido por Brendon que me estaba acompañando no sé que habría sido de mí. Debía admitir que a pesar de que Urie fuera hiperquinetico, un hiperventilado, bueno para molestar, era un muy buen amigo y confidente, me conocía mejor que a nadie y es una de las pocas personas que sabe cómo sacarme una sonrisa.

El viaje que cambio mi vida....Donde viven las historias. Descúbrelo ahora