Úrsula Malfoy. Mi vida en Hogwarts.

Capitulo 27.

El verano llegó ya había pasado una semana desde que salimos de Hogwarts, me encontraba en casa en mi habitación mas concretamente.

-¿Se puede?.- dijo alguien llamando a la puerta y yo acepte, era Dobby.

-Hola Dobby, pasa.- dije antes que estaba delante de mi.-¿Necesitas algo?.-

-Ha llegado esta carta para usted.- cuando vi la carta ponía Charlie Weasley y me quede mirando a Dobby.- Tranquila señorita su secreto esta seguro conmigo.- dijo Dobby y yo le di un amplia sonrisa.

-Muchas gracias.- dije y Dobby salió de mi habitación.

Abrí la carta era muy corta simplemente decía que quedáramos hoy en el callejón Diagon a las 18:00.

-Padre unas amigas me han dicho que van a ir al callejón Diagon ¿podría ir con ellas?.- dije a mi padre que se encontraba en las mazmorras de nuestra mansión.

-Supongo si pero no llegues tarde.-

-Gracias padre y no te preocupes seré puntual.-

Salí de mi casa y me dirigí al callejón Diagon, miraba a todos lados porque no sabia donde habíamos quedado exactamente, estuve un buen tiempo andando hasta que cruce un esquina y alguien me tapo la boca con su mano y me arrastro con el.

-Suéltame.- dije dándome la vuelta para ver quien era.- Charlie ¿eres estúpido?.-

-Nadie nos puede ver juntos ¿recuerdas?.-

-Si pero vaya susto que me has dado.- dije y este comenzó a reír.- Y por cierto ¿Cómo se te ocurre mandar una carta a mi casa?, ¿Estas loco?.- dije mientras le daba un puñetazo en el brazo.

-Venga no te pongas así me hubiese encanto haberte visto la cara.-

-Ja ja que gracioso.- dije sacando la lengua.

-Ven aquí anda.- dijo Charlie tirando de mi y dándonos un profundo beso.

UN MES MAS TARDE.

Ya había pasado un mes y no me lo podía creer mi amor por Charlie crecía cada día más quedamos por ultima vez para vernos en el callejón Diagon como habíamos hecho durante este mes.

-¿A que hora coges el barco?.- dije mientras estaba sentada en sus rodillas.

-A las 19:00.- dijo Charlie y luego deposito un beso en mi brazo.

-No quiero que te vayas.- dije comenzando a llorar soltando todas las lagrimas que llevaba intentando soltar toda la semana.

-No Uma no.- dijo Charlie poniendo su mano en mi cachete.

-Te quiero Charlie Weasley nunca pensé que lo diría pero... te quiero.- dije mirándolo a los ojos.

-Uma yo también te quiero pero debo irme.-

-Lo se jamás permitiría que no cumplieras tu sueño pero todo va a ser mas triste sin ti.-

-Esto no es un adiós es un hasta luego porque volveré, no se cuando pero volveré.-

-A lo mejor cuando vuelvas ya es demasiado tarde.- dije agachando la cabeza.

-Toma esto.- dijo Charlie dando el anillo que siempre llevaba puesto.-Pase lo que pase aunque dejes de amarme yo nunca dejare de hacerlo.-

-Siempre seré tuya aunque en un futuro este en los brazos de otro hombre.- dije y ambos acercamos nuestras frentes.

-Debo irme ya.- dijo Charlie levándose y yo comencé a llorar de nuevo haciendo que este también llorase.

-Prométeme que me escribirás.-

-Te lo prometo.- dijo Charlie y ambos nos besamos por ultima vez.-Te amo Úrsula Malfoy.- al oír eso llore mas nunca pensé que nadie pudiera llegar amarme, ni siquiera creó que Marcus me ame.

-Yo también.- dije fundiéndonos en otro beso.

Vi como Charlie se iba y mis lagrimas no paraban de caer de camino a mi casa intente tranquilizarme y me las seque. Llegue a mi casa y Dobby estaba ya sirviendo la cena, no me había dado cuenta de la hora y había llegado tarde.

-¿Donde estabas?.- dijo mi padre muy serio.

-Lo siento padre no me he dado cuenta de la hora.- dije agachando la cabeza, sabia que si lo miraba me iba a poner a llorar.

-Cariño siéntate todavía no hemos empezado a cenar.- dijo mi madre.

-No gracias no tengo hambre prefiero subirme a mi habitación no me encuentro bien.-

-¿Te sucede algo?.- dijo mi madre levantándose de la mesa.

-No, solo me duele un poco la barriga.-

-Vale sube a descansar.- 

Subí y me tire en la cama y comencé a llorar, esa noche no podía dormir y baje a la cocina a por un poco de agua.

-Señorita ¿esta usted bien?.- dijo Dobby que se encontraba limpiando la cocina.

-Se ha ido Dobby se ha ido.- dije mordiéndome el labio de abajo para evitar llorar.

-Lo siento.- dijo y este se acerco a mi y yo lo abrace.- Pero recuerde las almas gemelas tarde o temprano acaban juntas.- 

-No se supongo.- dije mirando a Dobby.

Esa noche no podía dormir así que me quede en la cocina con Dobby, hablamos un rato pero nos quedamos luego en silencio y empecé acariciar a Hydro.