Capitulo 30.

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Estaba en mi habitación tenia mucha prisa porque hace una semana Hagrid me había dicho que unos hipogrifos habían venido a Hogwarts y necesitaba mi ayuda y llegaba tarde, salí de mi habitación corriendo y casi tropiezo. Llegue al salón y allí estaban mis hermanos hablando, Draco parecía muy enfadado, intente que no me vieran pero no funciono.

-Uma.- grito Draco.

-Mierda.- pensé y me di la vuelta dando una falsa sonrisa.

-¿Te has enterado hermana?.- dijo ahora Ana.

-¿De que debería enterarme?.-

-Ese estúpido de Potter es el nuevo buscador del equipo de Quidditch de Gryffindor.- dijo Draco muy enfadado.

-Que bien por el, chicos tengo prisa.-

-Espera.- dijo mi hermana.- Eso no es justo los alumnos de primer año no pueden jugar al Quidditch.-

-Yo también quiero jugar al Quidditch, veras cuando padre se entere de esto.- dijo Draco.

-Chicos yo no puedo hacer nada si en mi mano estuviese Draco entraría en el equipo pero no puedo, ahora tengo que irme lo siento.- dije para salir de allí y dejar a mis hermanos con cara de enfadados.

Empecé a correr por toda la escuela ya llegaba como 30 minutos tarde espero que Hagrid no se enfade conmigo.

-Lo siento.- dije agitada apoyándome en mis rodillas.

-No te preocupes Uma, ven acompáñame.-

Seguí a Hagrid dentro del bosque y después de recorrer un largo camino, allí estaban unos cuentos hipogrifos algunos mas pequeños y otros mas grandes.

-Hola Buckbeak.- dije cuando este se paro a mi lado.

-No se cuanto tiempo se quedaran pero tenemos que ayudarlos.- 

-Si.- dije para ponerme en frente de los hipogrifos y hacer una reverencia.

-Muy bien Uma ahora espera que te la devuelvan y podrás acercarte.- dijo Hagrid y yo espere hasta que los hipogrifos hicieron la reverencia.

Me acerque a ellos muy cuidadosamente aunque Buckbeak no tenia ningún problema de que yo me acercase y que lo tocase, estos hipogrifos no me conocían y no sabia como iban a reaccionar.

-Hola pequeñín.- dije acercándome al mas pequeño y este dejo que le tocase la cabeza.

-Se te dan bien los animales Uma.- dijo Hagrid que se encontraba detrás mía con Buckbeak.

-Son una criaturas maravillosas.- dije dándole una sonrisa a Hagrid.

Hagrid y yo nos quedamos allí un buen rato con los hipogrifos hasta que ya era la hora de volver, íbamos andando por el bosque, Hagrid iba un poco mas atrás, no me estaba dando cuenta donde estaba pisando hasta que choque con algo.

-Aaaaaa!!!!.- pegue un grito enorme cuando vi lo que estaba en el suelo.

-Uma ¿estas bien?.- dijo Hagrid que había venido corriendo hasta donde yo estaba.

-Hagrid mira.-

-No puede ser ¿Cómo alguien puede matar a una criatura tan pura?.-

-¿Tienes idea de quien a podido matar al unicornio?.- dije agachándome hacia el unicornio.

-No, pero será mejor que nos vayamos de aquí.- dijo Hagrid y salimos del bosque.

Entre en la casa de Hagrid y este me dio un vaso de agua para tranquilizarme por el susto.

-¿Estas bien?.- dijo Hagrid.

-Si, solo que no me lo esperaba.-

-Intentare averiguar quien ha sido.-

-Tenemos que tener cuidado con las demás criaturas.-

-Si no te preocupes yo me encargare.- dijo Hagrid.- Es increíble que seas una Malfoy.- dijo mirándome y yo le sonreí.

-Debería irme la cena esta apunto de comenzar nos vemos la semana que viene.- dije y Hagrid asintió.

-Uma.- dijo cuando estaba apunto de salir.-Esto es para ti.- dijo entregándome una carta pero como tenia mucha prisa ni mire de que se trataba, le di las gracias y me fui corriendo.

Después de la cena, me tocaba guardia de pasillo. Mientras estaba recorriendo los pasillos me acorde de la carta que me dio Hagrid y decidí leerla.

-  Querida Uma:

Rumanía es tan bonita, ojala pudieras estar aquí conmigo, no sabes cuanto te echo de menos. Los dragones son geniales aunque me cuesta un poco domarlos y he recibido unas cuantas quemaduras pero no es nada grave.

Este año tiene los T.I.M.O.S espero que te vaya muy bien, lo vas hacer super bien. Espero volver pronto y verte pequeña serpiente. Un beso, aunque ya lo he dicho te lo vuelvo a decir te echo mucho de menos.

Atentamente Charlie Weasley.

Cuando leí la carta una enorme felicidad me recorrió todo el cuerpo nunca había sentido esa sensación y me encantaba.

Después de realizar mi guarda fui a mi habitación para escribirle a Charlie y contarle todo lo que estaba pasando en la escuela y repetirle una y mil veces lo mucho que lo echaba de menos. Al día siguiente iré a llevarle la carta a Hagrid para que este se la envié a Charlie.

Úrsula Malfoy. Mi vida en Hogwarts.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora