Capítulo 6 - "El Plan"

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Maca López era una chica adorada por todos

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Maca López era una chica adorada por todos. Vivía junto a su padre en una pequeña cabaña ubicada a orillas del Río Neuquén. Su madre, Marisa, había muerto cuando aún era muy pequeña y debido a ello el recuerdo de su presencia apenas rondaba por su mente. Era alumna de la escuela Pehuén desde el jardín y gracias a dicha antigüedad logró socializar con más chicos y chicas que la mayoría de sus compañeros, así conoció a Lucy y Eli, sus dos mejores amigas. Entre ambas, Maca siempre prefirió en secreto a Eli, se encontraban muchos puntos en común; siempre ordenaban los mismos gustos de helados dispuestos en la misma posición, frutilla arriba y crema americana por debajo, amaban leer y comentar sus libros de "una serie de eventos desafortunados" de Daniel Handler y compartían una particular devoción por la música de coldplay mientras que a Lucy todo aquello le resultaba sencillamente una bazofia.

A menudo se juntaban los viernes por la tarde a ver películas en casa de Eli y de vez en cuando sumaban a sus "guardaespaldas", Nico y Gero, pero desde que Lucy había desaparecido también lo habían hecho sus juntadas.

Amable y divertido, honesto y creativo, así era Nicolás Hoffman, quien como buen hijo de inmigrantes sabía portar una rubia cabellera dorada sobre su tez blanca leche. Era uno de los chicos más inteligentes de la clase y si bien formaba parte del equipo escolar de fútbol evitaba a toda costa juntarse con sus colegas fuera de las prácticas. Siempre le habían parecido que eran demasiado engreídos y de todos ellos sólo toleraba a Sebastián Márquez, ya que habían ido juntos al jardín y sus padres se llevaban muy bien. 

En cuanto a Gero, no hay mucho por decir, él estaba profundamente enamorado de Maca y para poder acercarse comenzó forjando una amistad, pero ella siempre lo sospechó, sabía que detrás de esos humildes y agradables ojos marrones había un gran amor.

Aquella tarde y luego de mucho tiempo volverían a reunirse, aunque no necesariamente para ver películas, en esta oportunidad el misterio les tocaba resolverlo a ellos mismos.

Habían acordado encontrarse cerca de las cinco de la tarde en las gradas del gimnasio de la escuela para platicar cómo se adentrarían en la enigmática dirección que "la voz" les había dado. Aún les costaba mucho el hecho de asumir que era su amiga la de los llamados.

Si bien Maca se negaba rotundamente, la insistencia de Nico pudo más y resolvieron que Gero se sumaría a sus filas. De llegar a meterse en problemas sería fundamental contar con su presencia, su destreza en el campo de juego podría ser valiosa a la hora de escapar y pedir ayuda.

Maca chequeó la hora y al notar que todos la deberían estar esperando se impacientó. Corrió por las escaleras cargada con libros en los brazos.

Mientras tanto, en el gimnasio. Nico y Gero bostezaban del cansancio provocado por el forzado entrenamiento de la mañana, en ese momento el reloj daba las cinco y veinte de la tarde.

— ¿Se acordará de la reunión? — consultó Nico.

— Desde luego, nunca olvida sus compromisos, no es como ustedes — bromeó y siguió reflexionando — Lo extraño es que no suele llegar tarde.

Gero se toma la cabeza y murmura — No la habrán...

Eli lo interrumpe inmediatamente — Ni lo menciones.

Las escalinatas del patio externo de la escuela proporcionaban una excelente panorámica de Kuntul que cualquier aficionado a la fotografía sabría aprovechar. Desde allí se podían apreciar algunas de las más pintorescas colinas de la comarca, el afamado valle del cóndor y las calles en pendiente hasta el rio. De repente una extraña y aterradora imagen llamó la atención de Maca. El sol no le dejaba ver con claridad pero a pesar de ello no le fue difícil distinguir a lo lejos una silueta de una delgada y muy alta mujer que caminaba por el horizonte. Mientras la observaba pudo sentir como su cuerpo se llenaba de angustia y depresión. Comenzó a sentirse desolada, triste, incluso sin motivo alguno. "La cosa" se movía lentamente estirando una a una sus largas extremidades, avanzaba tan despacio que casi parecía levitar. Estaba tan lejos que no llegaba a divisar su rostro pero Maca podía imaginarlo. En ese momento podía sentir esa extraña presencia dentro de su mente, sentía su maldad, sentía el frio que corría por sus venas y extrañamente algo la atraía.

Por un momento Maca sintió la muerte en su propio cuerpo, pero no la suya, sino la de todos los que la rodeaban.


Fragmento de un artículo periodístico del diario "El Patagónico."

...Luego de las últimas desapariciones ha surgido un nuevo misterio en el pueblo. Ayer por la tarde hemos recibido diversas llamadas de algunos vecinos preocupados por una extraña silueta que pudo avistarse en el atardecer del pasado viernes. Si bien las declaraciones son de lo más insólitas todas concluyen en las mismas resoluciones, hablan de una rara figura, muy alta y delgada moviéndose lentamente sobre las colinas del extremo este a un lado del bosque.

Entre los comentarios más sobresalientes en las descripciones podemos distinguir las reiteradas menciones a "un loco suelto", "el chupacabras" y "una bruja".

Otra enorme curiosidad es que en varias oportunidades hicieron mención de que han intentado tomar fotografías pero que luego de chequear la galería de sus dispositivos móviles notaban que no habían logrado capturar aquello que sí habían visto y que ante tan singular presencia sentían una extraña especie de angustia que sólo podía asemejarse a una estadía en el infierno.

De creer o reventar...


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Los Sucesos de KuntulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora