El viento barre las hojas de otoño y descubre la ruta provincial Nº17, aquel viejo y olvidado tramo que durante mucho tiempo conectó al pueblo de Kuntul con el resto de la Patagonia, ahora yace oculto bajo el abandono y el horror.
Sólo algún que otr...
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Ya habían pasado dos meses desde el último hecho extraño y los días siguieron transcurriendo con normalidad. Muchos indecisos entre irse o quedarse terminaron por optar permanecer en el pueblo.
Todo aparentaba desenvolverse relativamente con habitualidad.
Cada año, la escuela pehuén organizaba un campamento de verano con el único fin de despedir los días de calor con actividades al aire libre en un área recreativa del bosque municipal.
Allí se les enseñaba a los chicos el valor de la amistad mientras practicaban técnicas de supervivencia típicas de los scouts. Por otro lado, los alumnos mayores aprovechaban la eventualidad para socializar o formalizar los romances veraniegos.
Aquel año se había dudado mucho sobre si era oportuno realizarlo o no, puesto que con aquellos violentos episodios atribuidos a un eventual asesino, no estaba claro qué podía llegar a ocurrir siendo el bosque el principal punto de sospecha como la guarida del forajido, pero debido a la tranquilidad de los últimos meses decidieron que sería bueno cerrar el verano con un cálido reencuentro previo al reinicio de clases.
Por otra parte, el sheriff Benítez aportaba conjeturas esperanzadoras. Tenía la certeza que esa clase de bandido solía renovar su área de ataque y que cuando ya no tuviese nada que hacer allí se mudaría de pueblo en busca de nuevas víctimas.
Pero como bien dicen, mejor prever que lamentar y así se llegó a la conclusión de que si bien realizarían la excursión, el grupo sería custodiado por dos agentes locales.
Fragmento declaración testimonial por la muerte de Sebastián Márquez
FISCAL – ¿Cuándo vio por última vez a Sebastián?
CINTHIA (entre lágrimas) — En el campamento del verano, allí, antes de que todo volviera a suceder.
Cinthia, Maca y Eli se despiden de Amanda y luego salen de la casa para tomar el bus que las llevara directo al campamento.
En los asientos del fondo del micro, Gero hablaba susurrando con Sebastián.
—Mira ahí sube el amor de tu vida — le dice Sebas.
—Sí, sí que lo es. Y mira, viene con tu doncella— le dice señalando a Cinthia.
— ¡Oye!, ¿Cómo sabes eso? — sorprendido.
—Vamos, todos saben que pasa algo, es muy evidente, ya los vieron pasar caminando juntos — le contestó.
—Sí, ojalá tenga suerte, es hermosa— la observa e intercambian miradas románticas. Él le guiña el ojo disimuladamente y se vuelve a Gero — esta es mi noche — Gero se ríe.
El bus arranca, Maca y Eli iban sentadas juntas en una hilera. Por detrás Nico se asoma y las sorprende.
