El viento barre las hojas de otoño y descubre la ruta provincial Nº17, aquel viejo y olvidado tramo que durante mucho tiempo conectó al pueblo de Kuntul con el resto de la Patagonia, ahora yace oculto bajo el abandono y el horror.
Sólo algún que otr...
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Maca llegó a la reunión casi una hora después de lo acordado. Estaba helada por el terror y la angustia. Aún podía sentirlo. Su mente vagaba en un susurro que sólo hablaba de la mismísima muerte y el simple hecho de pensar que tendrían que movilizarse por aquella extraña voz, hacía que sus pálpitos estallasen en su corazón.
Fragmento de un artículo periodístico sobre "Caserones abandonados y cómo encontrarlos":
"...pero mejor volvamos al norte de la Patagonia, más precisamente al pueblo de Kuntul. Esta comarca posee uno de los más antiguos y recónditos recovecos, justo en la calle Moreno, a orillas del río Neuquén. Allí se erige un antiguo y enorme chalet a dos aguas que presenta distintivos toques de aspecto europeo. Sus amplios ventanales, hoy cubiertos por maderas, fueron toda una revolución en los tiempos en que se construyó, sobretodo por el decorado de ladrillos de granito a la vista que los acompañaba al frente del hogar. Dos enormes columnas de mármol de carrara se erguían en la entrada a modo de sostén de la bellísima galería que cubría el acceso principal. En medio del techo tejado se podía apreciar una enorme chimenea de ladrillos decorada con una terminación típica de las edificaciones de Manchester y a un lado, justo en el centro de ambas caídas se veía una pequeña ventana de ojo de buey, según cual se presume daba a un especie de cobertizo superior.
Pero a veces las casas no son sólo ladrillos, más allá de su singular arquitectura de innegable acento británico hay una increíble historia rondando por sus terrenos. La peculiaridad de la misma data desde hace muchísimos años atrás, cuando su antigua dueña, una mujer inglesa de casi cuarenta años de edad fue exiliada al pueblo del Perú por practicar "brujerías". Desde Europa había llegado la estricta orden de ejecución pero al llegar al puerto sudamericano notaron que la mujer "ya estaba muerta", o al menos eso asemejaba. Pese a las restricciones impuestas desde Inglaterra, su marido logró trasladar el cuerpo de su "difunta mujer" a Kuntul, Argentina, sitio en que vivió largos años hasta su verdadero deceso..."
Kuntul es una comarca encubierta entre los andes, su edificación se proyectó cuesta abajo y debido a la particularidad de su terreno montañoso sus calles nunca corrieron de forma geométrica, sino todo lo contrario, los trazos se dibujaron como ondas descendientes que desembocan en el río. La calle moreno era uno de estos casos, iniciaba en lo alto de la colina con el hotel "Dior" y finalizaba a orillas del río, muy cerca de la altura que visitarían aquella tarde, el número 963.
Maca conocía el camino a la perfección, sabía que no era muy lejos de su casa y en cierto punto el detalle la alivió, el sitio quedaría justo en el lado opuesto de su extraño avistamiento. Aún no se los había dicho pero el miedo la tenía prisionera.
Habían determinado hacer todo en el menor tiempo posible para evitar que oscureciera. El plan era entrar, inspeccionar cuanto pudieran y salir de allí. En caso de ser necesario, huirían siguiendo el río hasta llegar a la casa de Maca. Nada podía salir mal, o al menos, eso creían.
