Capítulo 4 - "Reunión"

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Aquella noche fue la primera en que se oyeron los gritos. Oscuros y perversos, provenían desde lo profundo del bosque con un llanto estremecedor, capaz de helar en segundos la sangre de cualquiera. Pero si bien llamó la atención de algunos vecinos nadie le prestó demasiada importancia.

Al día siguiente y luego de buscarlo durante horas, los Méndez formalizaron la denuncia por la desaparición de su hijo. Fue allí cuando se comenzó a suponer que quizás los alaridos pudieron pertenecer a Tomás. Sin embargo, quienes vivían en los alrededores del bosque alegaban que no era posible ya que estaban convencidos de haber escuchado a una mujer.


Del archivo histórico nacional

...La tribu aborigen que habitaba las antiguas tierras del pueblo, los "tilches", también solían hacerse llamar "Kuntules" en honor a uno de sus dioses más predilectos, el cóndor, dios de aire y las alturas, "el que todo lo ve". Tenían un gran respeto por sus divinidades. Además de Kuntul, también adoraban a Inti, el dios del sol Inca y le rogaban cada año a la pachamama para que los ayudara con buenas cosechas.

Pero de la misma forma en que le rendían culto a sus dioses también le temían a sus demonios y en este caso, su mayor enemigo era "Wataku", dueña de los peores males. La leyenda decía que su espíritu renacía mediante largos períodos dónde reinaba la muerte y la desgracia. Antiguos dibujos la retratan como una delgada mujer de enorme estatura, con largos brazos y afilados dientes...


— Oye Eli, sucedió otra vez, ¿tú también los oíste? — le dijo a su amiga.

— Sí Maca, fue horrible. Después de eso no pude seguir durmiendo — su cara se veía algo pálida, sus ojos se adornaban con enormes ojeras.

— Algunos chicos dicen que no han sentido nada. No puedo entender como no escucharon esos gritos — decía con notable resentimiento.

— Mis padres tampoco los oyeron, ni en casa de papá ni en la de mamá — lamentó Eli.

— ¿Extrañas a tu madre?, todavía es muy reciente todo...

—No lo sé, por momentos sí, por momentos no. Ya me acostumbraré, no voy a ser ni la primera ni la última chica en tener padres separados... Maca, ¿Puedo contarte algo? Pero me juras que no se lo cuentas a nadie.

— Claro Eli, desde luego — dijo algo intrigada.

— ¿Me lo prometes?

— Por supuesto, muere aquí — Sentenció Macarena.

— No me lo vas a creer, es una locura.

Impaciente e intrigada, Maca arremete — Vamos, pruébame.

Los Sucesos de KuntulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora