Analicé mis opciones durante el silencioso camino a casa.
Una de ellas, la que más vueltas me daba en la cabeza, era aprovecharme de la situación; era el último día de SeHun cerca de mí, estábamos camino a mi departamento, lo qué significaba qué podíamos estar juntos, solos. Y yo podría estar con él una vez más, nadie tenía que saber lo dócil que fui esa noche, ¿verdad?
Pero me equivoqué, no era yo quién tenía una fila de opciones a tomar, era SeHun, quién iba al volante y se desviaba del camino justo en ese instante. Llevé la mirada en su dirección, preocupado, pero él mantenía aquella expresión tranquila en el rostro.
- ¿A dónde vamos?
- Necesito que veas una cosa. –Habló, dándome una mirada rápida, que duró apenas unos segundos y se fijó de nuevo en el camino oscuro frente a nosotros. –Confía en mí, por favor. –Aunque me sentía inquieto debido al estado de alerta al que estaba acostumbrado, la mirada que SeHun me había otorgado había tranquilizado gran parte de mi ser por razones que eran desconocidas incluso para mí.
Nos detuvimos en medio de la oscuridad que la noche nos proporcionaba, SeHun bajó primero y después, me abrió la puerta para ayudarme a bajar. Aún me sentía alerta, me mantuve a un metro de distancia detrás de él; parecía ser una especie de colonia de casas nuevas, sólo había un par de éstas algo lejos de dónde nos habíamos detenido. SeHun abrió la pequeña rejilla que daba hacia un jardín de menos de tres metros y caminó sobre el sendero de mármol hacia la entrada principal, dónde tocó la puerta un par de veces. Mantuve mi distancia en todo momento, pues aunque me había pedido que confiara en él, todavía sentía un escalofrío recorrerme, sobre todo al estar en éste lugar tan lejos de la ciudad... ¿Realmente podía confiar en él?, ¿por qué estábamos ahí?
En cuánto la puerta se abrió, mi mirada se fijó de inmediato en esta, de la cual una mujer abrió la puerta y casi de inmediato se lanzó a los brazos de SeHun.
- Mamá, quiero presentarte a una persona. –Pronunció éste y de inmediato me sentí casi completamente asustado, porque no estaba listo para conocer a la madre de SeHun, pero desde su perspectiva, imaginaba que no teníamos más opciones. SeHun soltó a su madre para girarse en mi dirección y extenderme una mano, invitándome a pasar.
- Bu-buenas noches. –La mayor a su lado me dedicó la sonrisa más cálida que haya visto jamás. La misma sonrisa que la esposa de JunMyeon me había dedicado la primera vez que llegué a su casa, la misma sonrisa que deseé ver en mi madre desde que era pequeño; aquella sensación siempre había sido una excusa para echarme a llorar, pero lo contuve de la mejor manera y me acerqué, haciendo una reverencia. La señora me imitó y tras erguirme, me dedicó un par de palmaditas en el hombro.
- Eres tú, el muchacho de la foto en la habitación de Sehun.
Mi corazón, como de costumbre, se agitó con fiereza dentro de mí. La señora me conocía de una fotografía y aquello me hizo girar el rostro hacía SeHun y su expresión me causó una ligera risa; tenía el rostro totalmente rojo hasta la orejas y las manos sobre éste intentaba esconderlo. Mis mejillas también ardían, no me esperaba vivir ésta situación.
- Mucho gusto, mi nombre es MinSeok.
- Es un gusto, MinSeok. Mi nombre es Ji Won, He escuchado mucho sobre ti. Pasen, por favor, es descortés de mi parte tenerles a fuera.
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Vacaciones.
FanfictionMinSeok no quería volver ahí, no quería revivir el pasado, no quería volver a verle. MinSeok sólo quería morir. Una historia totalmente original, totalmente mía, basada en mi propia perspectiva de una historia real. Los personajes...