Capítulo 6. ㅡ Verdades a la luz.

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- ¿Un poco de alcohol para ésta noche?

Había demasiado ruido esa noche, pero lo único que escuchaba eran mis pensamientos, los recuerdos que inundaban mi mente cada vez que las olas se rompían en la orilla. Todos estaban en la fiesta, incluido Sehun, de quién me había alejado a mi primera oportunidad.

Me siguió poco después, acercando una de las dos bebidas que sostenía y tomaba asiento junto a mí sobre la arena seca. Le sonreí apenas, tomando la bebida que me pertenecía.

- Es té helado con un ligero de toque de licor de naranja, es sano y lo puedes beber sin temor a embriagarte.

- Eso es un alivio, no queremos un Minseok ebrio ahora. –Un par de risas se escucharon antes que el silencio invadiera nuestro espacio.

Sehun no era tonto y había descubierto que podía leer a las personas como si fuesen libros abiertos. Yo temía haberme expuesto demasiado, con la rabia tan evidente que le tenía a JongDae por todo lo ocurrido antes y creía fervientemente que nadie se daría cuenta, pero ahora estaba casi seguro que Sehun pudo al menos percibir un poco de ello.

- La plática de esta mañana en el avión –Comenzó él. Me dediqué a escuchar, en espera de alguna oración acusatoria. –Te dejó bastante mal...

- ¿Por qué lo dices? –Él ladeó la cabeza y se encogió de hombros, fijando la vista en el mar que se mostraba ante nosotros.

- Atacaste a JongDae.

Me encogí en mi propio lugar. Él se rió, pero no fui capaz de decir nada.

- No te culpo, el tipo es irritante. Actúa como si me odiara, me había estado atacando desde que llegamos sin razón aparente. –Le dio un par de sorbos a su bebida y se recostó en la arena. Me dediqué a observar mis pies, estaba avergonzado. –Gracias. Por lo de la confianza, MinSeok.

- Aquella noche, me besaste.

- Me gustas.

El silencio nuevamente reinó entre nosotros. Él volvió a reír, un poco más despacio que anteriormente.

- No sé en qué momento se dio, ni cómo. Así que... No me pidas una explicación y disfrutemos juntos estas vacaciones. Todos nosotros, es decir. Juntos.

Asentí, en aquél mi típico silencio. Y no pude decirle que él también me gustaba; lo hacía, lo hacía tanto, pero ya no estaba realmente seguro de si era lo suficiente como para dejarme llevar. Porque Sehun era simplemente maravilloso y había tanta calma en su presencia; pero sin dudas yo era el desastre que llevaba todo a una destrucción inminente.

- Oye, te apuesto a que te hago pedazos en la pista de baile. –Le propuse al levantarme de la arena y beberme en un sorbo el té helado que se había molestado en traerme; se levantó después de mí y pronto emprendimos nuestro camino de vuelta a la fiesta que habían preparado para nosotros.

Si algo debo admitir, es que Sehun era bastante bueno en el campo, conocía su juego y bailaba a su propio ritmo, uno que me costaba seguirle y que sin dudas, era hipnotizador para cualquiera. Nos habíamos reunido los cuatro en medio de la pista y nos divertimos tanto que estaba seguro que a la mañana siguiente estaría muerto y querría dormir durante todo el día.

Y sin duda alguna, fue de esa manera.

Para cuándo desperté, cerca del mediodía, no esperaba en lo absoluto recibir como primera imagen el rostro de Sehun.

Los cabellos rubios completamente despeinados y la expresión de labios semi abiertos me llevó a pensar lo peor; ¿Habíamos hecho alguna cosa indebida aquella noche? Llevé una de mis manos bajo las sábanas para cerciorarme y sin duda mis prendas seguían colocadas debidamente en su lugar, las del menor también se hallaban ahí. Suspiré con alivio y de forma silenciosa; mi último deseo era despertar a Sehun y encontrarnos cara a cara en ésta situación.

Bajé a desayunar a un comedor dónde únicamente JongIn se encontraba jugando con el celular en manos; se suponía que el lugar era únicamente para nosotros cuatro y sin embargo, ahí estaba él.

- Buenas tardes. –Anuncié mi llegada por educación, JongIn bloqueó el móvil y lo colocó sobre la madera, llevando la mirada en mi dirección casi de inmediato. Y pude sentirlo vigilar cada uno de mis movimientos con aquella mirada arrogante, juzgándome, probablemente destacando cada uno de mis nuevos defectos.

JongIn y yo nunca tuvimos un sólo problema. De hecho, nos habíamos llevado bastante bien durante mi relación con JongDae. Podía apostar a que JongIn era el mejor amigo que tenía en aquél lugar dónde no conocía a nadie y sentía que todos me juzgaban por vivir con un hombre, con uno de los Kim.

- Estás irreconocible. –Me tensé. El tono sombrío en su voz no me provocaba nada más. –Casi no te identifico, de no ser por esa gorra que cargabas. –Carraspeo, tenso, tratando de no evidenciar el temblar de mis manos al tomar la jarra de agua helada. JongIn se rió en un bufido. –Yo te la regalé, de diseño único, por eso lo s-

- Por favor –Recargué la jarra sobre la enorme mesa y observé a JongIn. –Ellos no tienen por qué enterarse de lo ocurrido. Por favor, baja la voz.

- ¿Qué no quieres que sepan, MinSeok?, ¿Sobre tu matrimonio fallido con mi hermano?, ¿Sobre su divorcio? –Se escuchaba tan tranquilo, como si aquello fuese algo tan sencillo de contar. Era nuestro segundo día aquí y quería volver, como en un principio. Mi cuerpo temblaba de miedo y mi mirad, fija en el suelo, comenzaba a cristalizarse. Sabía que sería mala idea venir. –O simplemente quieres esconderles que te acostaste conmigo cuándo buscabas huir de él. 

- ¡JongIn! 

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GardenOfDeathRoses08, PamelaMontaes <3 

Muchas gracias por tomarse el tiempo de leer y comentarme lo que les gusta. 


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