Casi podía respirar la libertad de mis deseos oscuros aquella mañana, mientras me duchaba, mientras me arreglaba para asistir a la oficina. Podría terminar el número sin presión personal por parte de un desesperado chico que ansiaba que bajara la guardia de mi orgullo.
Eso no ocurriría, mucho menos después del día de hoy. Sería libre, libre al fin de aquellas miradas que me tensaban la piel, libre de sus constantes acosos y por supuesto, libre de la horrible sensación de lanzarme sobre él y comerle la boca a besos. No era justo para mí rendirme sin haber luchado y hasta el momento, estaba seguro que lo había logrado.
Hasta que el ascensor del edificio de mi departamento se detuvo y al final del extenso pasillo de la recepción, en la carretera, estaba un Mercedes Benz deportivo negro. El pecho me quemó extensamente y mi corazón se agitó, dejándome sin aire para respirar; era el auto de SeHun, pero antes de ser capaz de formular algún plan de escape, el mismo salió por la puerta de piloto, analizando el edificio, probablemente en mi búsqueda. Y no sé... No sé si me quedé quieto en el mismo lugar porque no sabía qué hacer o para que pudiese encontrarme fácilmente. Él se apresuró a mi encuentro.
- Buen día, MinSeok.
- ¿Cómo me encontraste? –Me observó, cómo si no esperara qué le cuestionara aquello y dudó en responderme. A cambio de una respuesta sólida, simplemente se encogió de hombros.
- Tuve suerte, supongo. Puedo llevarte a la oficina, supe lo de tu auto.
Hasta aquél punto, de alguna forma tuve una loca teoría de lo ocurrido con mi auto; SeHun había estropeado adrede el acelerador para llegar hasta el día de hoy cómo el "buen samaritano" para llevarme al trabajo y generar de nuevo ese sentimiento de... No, era imposible SeHun no llegaría a tal grado. Suspiré.
- No SeHun, gracias. Puedo tomar el autobús.
- ¿Hasta cuándo vas a evadirme?
- Hasta qué desaparezcas de mi vista. –Mencioné, comenzando a retirarme. La fortuna de ser una persona que madruga más de lo necesario y estar listo antes de la hora de trabajo, era que podía irme tranquilamente en transporte público y llegar a tiempo. Es decir, era el jefe, pero me gustaba ser un ejemplo para mi ex compañero de piso y mejor amigo, quién adoraba llegar tarde a todos lados.
- Estás siendo demasiado cruel con- –Una vibración extraña me recorrió la piel, porque los recuerdos jamás iban a borrarse y, a mis veintiséis años ya no podía andarme con rodeos o juegos infantiles de esconder lo que sentía. Iba a ser totalmente directo y a quién no le gustara éste nuevo MinSeok, bien podía irse de mi vida.
- ¿Cruel? Oh, ahora yo soy quién es cruel. ¿No te parece?, ¿qué debería hacer para ser más "considerado"? –simulé comillas con las manos y me acerqué de vuelta al más alto. Le sostuve la mirada sin miedo, intensa cómo siempre, pero con aquél brillo nuevo de duda en ella. Sonreí, porque jamás había visto duda en la mirada de SeHun. – ¿Dejarte una nota diciendo qué me dejes en paz y qué eres libre de escoger opciones qué evidentemente no quieres? O no, hagamos esto mejor. Te drogo y te dejo en la calle, quizá de esa manera comprendas mejor qué no quiero volver a verte en mi vida.
- MinSeok, escúchame. Lo que pasó aquella vez fue...
- ¡No me importa qué haya pasado aquella vez! Ya no importa más, lo qué hiciste, lo hiciste. No hay más qué decir o pensar. Me drogaste para poder largarte a escondidas, me dejaste botado en el muelle con esperanzas qué se rompieron entre líneas. Porque de todo, SeHun, de todo lo que pudiste hacer bien para evitar lastimarme realmente cómo escribiste aquella vez, me rompiste el corazón a base de una nota. Una maldita nota. Una maldita nota qué todos leyeron antes que yo, me humillaste frente a todos. ¿Crees qué voy a perdonar eso? Ni siquiera JongIn fue tan cobarde cómo lo fuiste tú.
Tenía mucho más que decir, pero no podía, porque sabía que aquello únicamente había sido un impulso de rabia, de furia qué no pude dejar salir nunca y no me sentí aliviado por haberlo dejado salir ahora. Sabía bien qué SeHun tenía motivos muy poderosos para hacer lo que hizo y una parte de mí lo había perdonado mucho antes que él mismo se disculpara, pero aun siendo consciente de esto, mi deseo egoísta de hacerle pagar por ello indudablemente seguía ahí.
Porque yo nunca, nunca voy a volver a ser la presa.
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Muchas gracias por seguir leyéndome, no saben lo feliz que soy :'( espero que les haya gustado el capítulo de hoy uwu.
PamMonty <3
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Vacaciones.
FanfictionMinSeok no quería volver ahí, no quería revivir el pasado, no quería volver a verle. MinSeok sólo quería morir. Una historia totalmente original, totalmente mía, basada en mi propia perspectiva de una historia real. Los personajes...