Vacaciones.

"Adiós, JongDae". {Prólogo}

"No dejo de pensar que tal vez sólo estamos obsesionados el uno con el otro..."

Él no se percató de mis lágrimas, tampoco del sonido que mi corazón hizo al romperse.

"Tal vez, sea sólo eso y... Y ya no es amor..."

Bajé la mirada, ¿Cómo podía pensar eso?... ¿Cómo podía dudar?...

- JongDae... No puedo con esto. No puedo si dudas. Es una señal, ya no me amas y yo... No puedo si dudas de ti mismo. Te daré tu libertad, ¿Sí? El divorcio, todo... No puedo estar contigo si dudas de lo que sentimos, sólo... No puedo.

- No, Minnie... -Fue ahí cuando finalmente lo notó, pero era obvio que lo haría, mi voz se había quebrado. Era todo y no podía hacer más, no podía hacer nada, no podía obligarle a permanecer a mi lado. Me sostuvo de los hombros, buscó el unir de nuestras miradas y no lo pude soportar.

- No tienes tiempo para estar en casa y era predecible que ocurriría esto... No me amas más... No tienes los mismos detalles que tenías con Mino, esos detalles que deberían tener una pareja enamorada... No los tenemos y me sobre esforcé por esto, por nada... Lo siento mucho, JongDae. Es mi culpa, no debí buscarte, pero te extrañaba tanto... -No podía más. Me sentía morir, el pecho me dolía e igual el vientre... Perdóname, bebé... No puedo ser fuerte ahora.

- Yo... Yo... Nunca pude ver eso. Perdóname, Minseok.

- Adiós, JongDae.

Fue la última vez que JongDae y yo compartimos un momento de pareja. El proceso del divorcio fue espantoso, por lo que era mejor si sólo nos enviábamos los papeles mutuamente. Pasaron años para que pudiese deshacerme del recuerdo y llenar el horrible vacío que Kim JongDae había dejado en mí.

Cuando llegué a lo que había sido nuestra casa esa misma tarde, no lo pensé dos veces para ir directo por mis cosas. Me iría de ahí, yo no tenía nada que hacer en ese lugar. Viviría en algún otro lado, dónde sea que no fuese aquí.

No sabía a dónde iría, pero esperaba no tener que ver el rostro de Kim JongDae nunca más.