Sin poder evitarlo, Samuel estaba por besar a Andrea... Cuando del otro lado, escucharon que los llamaban, eran Freddy y Giselle. -¿Están bien?- pregunto Freddy. Andrea le contestó que se habían quedado encerrados, que el cierre estaba trabado. Ambos hicieron lo posible para lograr abrir la carpa, hasta que por fin Andrea y Samuel pudieron salir. Pasado el mediodía, regresaron a la mansión. Samuel recibió un llamado, era Eric Montalvo, el hijo de un inversionista que se encontraba en la ciudad, y quería saber cuando podían verse. Puesto que venía en representación de su padre, Samuel lo invitó a cenar esa misma noche a la casa. Antes de llegar, Samuel se encontraba conversando con su padre Gustavo en el despacho. - Estoy muy orgulloso de ti, hijo. Haz escogido la mejor opción para esposa. Kathya no puede ser mejor mujer. Una chica aplicada, inteligente, sumamente competitiva, practica- se alegro Don Gustavo- sin dudas me daran los más hermosos nietos. Y yo seré el abuelo más dichoso al tener más angelitos que acurrucar y mimar, como hago con Tere, Timmy y Matías. -¿hijos?- se pregunto Samuel, mientras su mirada se perdía, y comenzaba a reflexionar. Nunca antes, hasta ese momento que su padre lo mencionaba, se había imaginado teniendo hijos con Kathya, ¿Porque? Desconocia la razón. Él, un hombre que venia de un hogar muy cálido y familiero, donde siempre había estado rodeado de gente querida, y de amigos que entraban y salian, no habia pensado ni en un solo instante a Kathya como madre. -Yo no quiero tener hijos con Kathya- dedujo en su interior, asombrandose a si mismo por pensar en ello. En cambio, había otra mujer que si lo haria muy feliz con un hijo suyo en sus brazos. Una mujer que desde que la había conocido se había metido en su pecho, y había puesto por completo, su mundo de cabeza. Quería negarlo, evitar pensar en eso, pero era imposible seguir ocultandolo. Estaba pensando en Andrea, y por más que lo intentara, no podia dejar de pensar en ella. - Samuel, hijo, ¿estás bien? Lo llamo su padre, mientras este regresaba a la tierra. - Si, si, papá estoy aquí, y tienes razon en todo lo que dices de Kathya. Acertaste en todas sus cualidades, ella es una muy buena mujer. acoto. En la cena, Eric Montalvo no podia dejar de mirar a Andrea, cada vez que ella llegaba al comedor y hacia algun comentario de sus tantos, tan disparatados y simpaticos, Eric no podia quitarle los ojos de encima. Hasta que, por fin, se decidió a preguntar; -¿Y esa preciosura, quien es?- quiso saber. Samuel lo miro bien serio, y luego le respondió: -Es la niñera de mis sobrinos, ellos no nos acompañan porque no era adecuado, dado el motivo de la reunión que es meramente negocios. Se acostaron más temprano porque, ademas, acabamos de regresar de un campamento. - ¡Asi es!- lo interrumpio, Andrea- si viera lo bien que se portaron. Ellos son unos verdaderos soles. Estaban tan felices, con sus juegos, la fogata, los cantos... ¿se acuerda que lindo?- dijo, mirando a Samuel, toda simpatica. -Si, claro- le contesto Samuel, bien seco- y ahora por favor, dejaba la bandeja ahi, en la mesa, y retírate. Andrea lo miro algo molesta y acoto: -Siempre tan carismático- pero cuando estaba por marcharse a la cocina, Eric la jalo del brazo. Ambos, Samuel y Andrea, echaron unas miradas extrañados. - Me gustaría invitarte a cenar mañana por la noche, ¿que me decis, encanto?- le dijo, sin tapujos. Andrea lo miro, sonriente. Eric era un chico muy guapo, encantador, pero ella no tenia ojos más que para Samuel. Claro estaba, que este se estaba por echar la soga al cuello con Kathya, y un ultimo intento para hacerlo reaccionar no estaría mal- pensó, para enseguida recordar- bah, ¡que ultimo intento, ni que nada! Si nunca le había demostrado nada a Samuel, ni él tampoco había sido demostrativo con ella. Mejor se dejaba de pensar en cosas imposibles, y ponía los pies sobre la tierra. - ¿Que pasa que no me respondes, te deje muda?- pregunto, sonriéndole dulcemente. De inmediato, Andrea miro a Don Gustavo, - A mi me parece muy bien que salgas a divertirte un poco, muchacha, no te has tomado un solo dia libre desde que llegaste. Así que, por mi estaba bien. -Entonces, mañana voy a estar lista a las nueve en punto- respondió ella, aceptando la invitación encantada. Eric beso su mano, en un gesto sumamente halagador. - No me parece- dijo Samuel, mirándolos de manera muy fría y seria- mañana es lunes, papá- recordó, mirando a Don Gustavo- es el día más ajetreado de la semana para los chicos. Andrea ellos te necesitan cien por ciento disponible. Andrea se lamento. -Que pena- agrego, Eric. Pero enseguida, Don Gustavo los incentivo: -En ese horario, mis nietos ya están acostados. No pasa nada si Andrea los acuesta una hora más temprano. Si ella puede arreglarse para salir a pasear después de dejar todas sus tareas hechas y ordenadas. Está en todo su derecho de divertirse. -Siendo asi, podemos salir gustosamente- aseguro ella encantada. Eric le confirmo que pasaría a buscarla al otro dia por la noche. Samuel no dijo nada, pero estaba furioso. Al otro día, Andrea estaba realmente bellisima para su salida con Eric Montalvo. Giselle le había prestado un vestido y unos zapatos, asi como tambien, junto con Luz Maria, la había ayudado a peinarse y retocarse. - Pareces una princesa- la elogio Luz Maria. -Si, Eric se va a derretir cuando te vea. Lo vas a dejar flechado- le aseguro Gigi. Samuel había estado todo el dia inquieto y nervioso, solo tenia una duda en su mente, saber a donde Eric iba a llevar a Andrea. Cuando supo a que restaurante irian, no lo dudo ni un solo instante. Llamo a Kathya, y la invito al mismo lugar, dispuesto a entregarle el anillo. Estaba pensando en su compromiso y en que se casaría pronto, pero más que nada, estaba pensando en Andrea y en que no quería se enredara con ese tipo. Cuando llegaron al lugar, Samuel llevo a Kathya hasta la mesa que había encargado. Miraba para todos lados, no veía a Andrea y al casanova por ningún lado. - ¿Que tanto miras, Samuel?- quiso saber su novia- ¿acaso buscas a alguien? Samuel se lo negó, y Kathya lo tomo de la mano, echándole una mirada de alegría inmensa. Sospechaba muy bien a que iba esa cena. Sabia que Samuel estaba por entregarle un anillo, y no dejaría pasar la oportunidad de convertirse en una señora Mendoza. Después de tomar la carta de platos, y de vinos. HIcieron su pedido y se limitaron a esperar. Al rato, Samuel la vio llegar. Venia muy contenta y elegante con el joven Montalvo. Se sentaron en una mesa continua a ellos. Samuel no podia quitarle los ojos de encima. Andrea se sorprendió mucho al descubrir a Samuel junto a Kathya en el mismo lugar. Sin pensarlo, y al observar que Andrea y Eric no dejaban de mirarlos, Samuel se acerco junto a Kathya a la mesa, para saludarlos. Eric se veía muy sonriente, y no dejaba de piropear a Andrea: -Me siento muy afortunado de haber conocido a esta preciosura en esa cena en tu casa, Samuel. Muchas gracias por invitarme ayer por la noche-le señalo, sinceramente. Kathya se acerco al oído de Andrea, para felicitarla: -Muy bien, primita. Aprendes rápido- le dijo. Andrea la miro con desagrado. Luego, Eric tuvo la idea de compartir mesa esa noche. Y a Samuel no le quedo otra más que aceptar. En el fondo, se sentía aliviado de poder impedir que Eric conquistara a Andrea. Durante toda la cena, Samuel hacia todo lo posible porque Eric se desilusionara de Andrea, y viceversa. Pero lo único que lograba era justamente, lo contrario. Andrea y Eric tenian mucho en comun. Además, este como Andrea, tenian el mismo sentido del humor. - Que agradable ver que hay personas cómicas en este mundo. Graciosas y dispuestas a reírse de la vida. Digo, porque hay que ver que hay cada amargado- comento Andrea. -Claro- agrego Samuel- eso se agradece como el hecho de que haya personas bien ubicadas y educadas en este mundo. Personas serias, que pueden actuar de forma madura, y no como chiquilines todo el tiempo. Andrea no pudo evitar sacarle la lengua, Samuel se rió por lo bajo. Hasta que Eric la tomo de la mano y comenzó a enumerarle todas sus virtudes. -Ay, me tiene asombrada, usted- le dijo a Eric- es tan galante, tan coqueto. Parece un principe, ¡el principe inversionista!- lo apodo, divertida. -Ojala consiguiera que fueras mi novia, nada me halagaria más que poder enamorarte- le confeso él. Samuel estaba completamente hirviendo. No soportaba ver como ese tipo se comportaba con Andrea. Pero, sin pensarlo, saco el anillo del bolsillo e, ignorando por completo que fuera el momento oportuno o no, se le declaro a Kathya, pidiéndole que aceptara ser su esposa, y buscando comprometerse con ella. Andrea no podia creer lo que veia. Kathya dio un brinco de felicidad, luego de notar como brillaba la sortija en su dedo. -¡Claro que acepto ser tu esposa, mi vida! Nada me halagaria más- dijo, feliz. Andrea no soportaba más, apenas pudo aguantar sus lagrimas. Le dijo a Eric que iba al baño. Y se dirigió a los mismos, casi corriendo. - ¿Que le paso?- pregunto Kathya, notando su comportamiento extraño. -Creo que ella tambien se emociono- le respondió Eric. Samuel no hacia más que beber, y apenas si había probado la comida. Se sentía muy incomodo, inquieto. Sabia que lo que estaba haciendo no era para nada, lo correcto. Apenas regresar a la mesa, Andrea le pidió a Eric que la alcanzara a la casa, se sentia con un dolor fatal de cabeza. Samuel se preocupo, y le dijo que si no quería que ellos la llevaran. Pero Andrea le indico que debía irse con quien la habia traido, y que no se preocupara, puesto que iba a estar bien. -Me acuesto y se me pasa- le aseguro. Al rato que Andrea y Eric se fueran, Kathya y Samuel hicieron lo mismo, dispuestos a retirarse del lugar. Estaban por subir al auto, cuando fueron atacados por cuatro maleantes que golpearon salvajemente a Samuel. Kathya les gritaba, desesperadamente, y de un modo familiar, les pedía que lo suelten. Pero aquellos tipos, aparte de robarles, dejaron muy mal a Samuel. Habian sido los amigos de Javier, el muchacho de malas juntas con él que salia Kathya en la pensión. Ademas, le robaron a ella el anillo. Kathya juro entre ella que Javo se las iba a pagar. Ayudo a Samuel a subirse al auto, estaba muy adolorido y golpeado, pero se negaba a ir al hospital. Kathya tuvo que manejar hasta la mansión. Al llegar, todos se preocuparon, y Don Gustavo llamo al doctor, inmediatamente, para que lo revisara. Samuel se fue hasta el despacho, y se quedo dormido en el sillon. Después de ver al medico, y de que este observara que estaba todo bien, pero le recomendara sacarse una placa para quedarse más tranquilo. Samuel se tomo un calmante para aliviar el dolor. Casi todo el mundo estaba en la sala, conversando sobre lo ocurrido, y rodeándola de preguntas a Kathya. Mientras que Samuel, apenas si pudo contener el sueño que tenia, el calmante logro dormirlo en el sillón del despacho. Cuando Andrea supo por Blanquita lo que había pasado, se fue deprisa a ver a Samuel. Al entrar al despacho, lo noto bien dormido. Sin decir nada, sigilosamente, se acerco a él y lo beso en la mejilla, dulcemente. Lo veía con el corazón destrozado, sabiéndose presa de un amor no correspondido. - Que suerte tiene Kathya, ojala fueras feliz con ella y no te hiciera daño- dijo Andrea, conociendo a su prima. Cuando estaba por salir, Samuel la nombro, - Andrea- suspiro. Ella volteo a mirarlo pero se asombro al darse cuenta que seguía dormido. -Descanse, príncipe- dijo ella- que tenga dulces sueños.