¿Para qué las palabras? Si no hay siempre que decir cuando estas en mis pensamientos. ¿Para qué relatarte lo que siento yo por ti? Si te llevo como aire lleva el viento 🎶❤
👆 el otro día la escuché y recordé esta historia 😻
* * *
«Por favor, di algo.»
Alec sentía su estómago retorcerse por lo nervios y las náuseas subiendo rápidamente. Tal vez era un ataque de pánico, tal vez eran los síntomas por sus casi tres meses de embarazo, o era el miedo ante el silencio de Magnus.
Qué ironía, pensó con una risita un poco histérica.
Tanto tiempo en silencio y era eso lo que hoy amenazaba con acabar con él.
Alec parpadeó varias veces, lágrimas humedeciendo sus pestañas y resbalando. No hizo nada por limpiarlas, no podía. Una de sus manos estaba sobre su vientre, tomando fuerzas del Peque, y con la otra había vuelto a aferrarse al borde de la camilla.
Sus piernas débiles, inestables, amenazaban con no sostenerlo mucho tiempo.
Y Magnus debió notarlo.
El doctor Bane, profesional como siempre, suspiró y se acercó a él. Cuando su mano tocó el brazo desnudo de Alec, un sollozo se le escapó, lágrimas resbalando sin control ahora, su piel ardía ahí donde Magnus lo había vuelto a tocar.
Después de lo que se sintió una eternidad, sentirlo otra vez era...
—Magnus —Alec lo suspiró, llevando sus manos temblando hacia adelante, aferrando la bata de Magnus con fuerza.
Los labios de Magnus se fruncieron. Sus dedos demorándose más de lo necesario sobre la piel de Alec, sintiendo cómo se erizaba, cómo se estremecía visiblemente, justo como él sentía que su corazón hacía.
Porque, maldito corazón, podías decirle que parara, que no valía la pena, que te habían mentido, se burlaron de ti y que debía dejar de sentir y dar saltitos sólo porque aquel ángel falso estaba entre sus brazos de nuevo...
...pero el corazón no hacía caso.
—Alexander, no le hace bien al bebé —fue lo que Magnus dijo mientras sus manos lo empujaban suavemente, guiándolo para que se sentara en la camilla—. Debes estar tranquilo en tu embarazo, no tenso, estas situaciones no le hacen bien a ninguno de los dos. Debes evitar momentos así. Según entendí, tu casa tampoco es el mejor lugar. Habla con la doctora Loss. Tenemos hogares de paso, podrías usar uno de esos mientras las cosas con tu familia mejoran. Piensa en el bebé, sé que aunque no es ti hijo, te preocupa su bienestar y no es sólo por el pago que recibes...
Los dedos de Magnus se arrastraron sobre los brazos de Alec, amando su piel, sintiéndolo casi con rudeza, tratando de llevarse algo de él consigo, de no olvidar nunca la sensación.
Los labios, la barbilla de Magnus temblaron, su mandíbula se tensó cuando sintió sus ojos inundarse.
Maldita sea. Sabía que no iba a poder decir más. Había un nudo enorme en su garganta.
Su pulgar fue el último en separarse de la muñeca de Alec, despidiéndose de él, sintiendo su pulso acelerado.
"Si tan sólo pudiera transferirme y olvidarte, dejar de verte hasta superarte, mi ángel."
Alec mordió sus labios, tratando de controlarse, de acallar los sollozos. No estaba ayudando en nada, era cierto. Y, además, su llanto tampoco iba a hacer que Magnus lo perdonara milagrosamente.
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El silencio del amor (Malec Mpreg)
FanfictionTERMINADA» Alec no es muy hablador, pero tampoco es mudo, entonces, ¿por qué no puede hablar frente a este hermoso hombre de ojos verde dorado?