54. Reacciones familiares

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«Estoy embarazado.»

Alec no sabía exactamente qué reacción esperaba, pero no el largo silencio –oh, la ironía– que siguió a su anuncio.

Sintió sus piernas temblar y su mano apretó con demasiada fuerza la de Magnus cuando éste se la ofreció. La nariz de Magnus acarició un costado de su cuello y susurró un “Respira, Alexander ” que hizo que se diera cuenta que estaba conteniendo el aliento.

Sus ojos abiertos, enormes, se aguaron cuando –a la vez– Max preguntó con inocencia “¿Embarazado? ¿Eso se puede?”, su nariz pecosa arrugada con confusión, e Isabelle chilló emocionada y corrió hacia él con un: —¿Cuándo nace? ¡¿Puedo tocarlo?! ¡Alec, estás enorme!

Alec hizo un puchero y Magnus se rio y susurró un: —Y hermoso.

Isabelle, obviamente, estaba ahí con sus manos sobre su vientre al instante. Y después de ella, Max, sus ojos quizá más abiertos que los de Alec: —¿Puedo yo también, Alec? —había una mueca extraña en su carita, pues seguía sin comprender todo—. ¿Voy a ser tío entonces? —sus manitas pequeñas e inseguras fueron guíadas por las de sus hermanos mayores—. ¡Jace, vamos a ser tíos! ¡Alec va a tener un bebé! ¡Mira, siente! ¡SE ESTÁ MOVIENDO!

Alec se rio. Era cierto, el Peque se estaba moviendo. De sus ojos, ya acuosos, bajaron gruesas lágrimas.

Sólo entonces se atrevió a echar un vistazo a los demás miembros de su familia: su mamá y su padre estaban obviamente sorprendidos, y Jace...Jace tenía una expresión que Alec no podía descifrar.

Isabelle se abrazó a su cuello, mientras Max corría con los demás diciendo de nuevo que se había movido. —Estoy orgullosa de ti, Alec. Mucho, hermano.

Alec sonrió y miró a Magnus, extrañando su mano ahora que lo había soltado. Estaba un poco alejado, obviamente dandole espacio, pero sin abandonarlo.

Y justo en ese momento Jace rompió el silencio: —¿De él? —había una mueca extraña.

—¡Jonathan! —por fin Robert salió de su estupor.

—¿Cuánto? —Maryse sonaba sin aliento y no dejaba de mirar el abultado vientre de su hijo.

—¿Cuánto, qué? —Alec la miró sin comprender.

—¿Cuánto tiempo tienes de embarazo? —Alec no sabría decir si estaba molesta o sólo sorprendida.

Bajó la mirada, sintiendo que esto iba a salir definitivamente mal. La subió de nuevo cuando Magnus dijo: —Seis meses.

Robert habló entonces: —¿Y usted es...?

—Magnus Bane. Médico y... —se interrumpió antes de lo segundo, pero entonces Alec se apartó de su hermana y buscó su mano, terminando por él: —Es mi novio, papá.

—¿Él es...? ¿Te...? —Robert pareció notar algo entonces—. ¿No fue hace seis meses que tuviste un supuesto trabajo y después una milagrosa beca? ¿De eso se trata? Alec, no hacía falta, tu madre y yo trabajamos, tú no tenías que aceptar lo que este hombre...

Alec entendió entonces, no había pretendido gritar, pero así salió: —¡Magnus no ha hecho nada! ¡Y esto...esto... —sonaba desesperado—, no tiene nada que ver! Yo...

Magnus suspiró. Tal vez la familia de Alec no estaba preparada para una noticia así. No parecían ser malas personas, sólo no podían comprender de momento el sacrificio de su hijo.

—Alexander y yo nos queremos. Y estamos felices esperando a nuestro Peque.

Isabelle hizo un “¡Aaww!”, mientras Max
preguntaba “¿Se llamará "Peque"? Es un nombre raro, Alec. ¡¿Y si le ponen "Max"?! ¡Magnus, yo soy Max, soy hermano de Alec! ¿Puede llamarse "Max"?”

Pero Alec ya no los escuchaba y cortó la risita de Magnus con un beso. No le importaba besarlo frente a su familia, que no sabía que estaba embarazado o enamorado. Ni gritarles ahora mismo la verdad.

A veces valía la pena romper el silencio: —Yo te amo, Magnus. Te amamos —corrigió tomando la mano de Magnus y llevándola a su vientre. El Peque se movía. Y Magnus y Alec se perdieron en el momento,  mirándose a los ojos, sonriendo ampliamente.

Los interrumpió Maryse, que se había acercado algo insegura. —¿Es...es niño? —sus manos se acercaron vacilantes, pero Alec, sin soltar a Magnus, las tomó y las llevó a su vientre.

Maryse lloró cuando sintió el movimiento dentro del vientre de su hijo. —¿Estás seguro que no fuiste obligado, Alec?

Alec tragó a través del nudo en su garganta antes de poder responder y decía la verdad: nadie lo obligó, lo hizo porque quiso y hoy amaba a su bebé. —No, mamá. Nadie me obligó.

Hubo más llanto y abrazos entonces. —¿Tres meses más y seré abuela?

Magnus sonrió y dejó una caricia en el brazo de Alec antes de alejarse. Robert lo miró largamente y después le ofreció su mano: —Robert Lightwood.

Magnus sonrió y la tomó. —Magnus Bane.

Jace los interrumpió, poniéndose de pie por fin. —Ya no tengo hambre.

—Jace... —Alec no podía evitar el dolor por el rechazo de su hermano.

Jace se detuvo al pie de la escalera y lo miró. —¿Te quedas ya con nosotros?

Alec lo miró largamente, pensando en si eso cambiaría algo, pero al final negó. —No, puedo venir de visita o pueden ir ustedes. Pero me quedo con Magnus. Yo lo...

Jace asintió, sin esperar más respuesta, y subió rápidamente las escaleras. Alec se estremeció cuando la puerta de su habitación se cerró de un fuerte golpe.

El mensaje fuerte y claro.





* * *

Esta fue la más perdida, así que aquí la actualización 💙

¿Qué piensan de las reacciones? ¿Se lo esperaban o les sorprendió alguno? 🙈

El silencio del amor (Malec Mpreg)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora