23. Perdón por no decirlo a tiempo

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Y ahora que no puedo hablar, voy a rogarle a sus recuerdos que aparezcan, que por las noches sin dañarte, te enloquezcan. No queda nada si te vas, no queda nada si te vas. Y ahora que no puedo hablar porque hay palabras que sentaron la protesta. Te las llevaste, no eran tuyas, eran nuestras. No queda nada si te vas, no queda nada si te vas y no regresas. Y ahora que no puedo hablar cada segundo sin tu voz parece eterno, cada mirada accidental es un infierno 🎶

👆 recomendación

* * *

Magnus se había alejado del consultorio de Catarina sintiendo un nudo en su garganta. O tal vez era su maldito corazón tratando de ser expulsado, porque dolía tanto que no podía permanecer dentro.

Su vida siempre había sido así –corazones rotos–, desde el comienzo, el haber crecido sin el amor de sus padres –con el rechazo incluso–, tal vez fue por eso que había elegido precisamente esta área médica, estar al pendiente de los embarazos, de los nacimientos, ver llegar al mundo a bebés realmente esperados y deseados –no como él–.

Había sido difícil pagarse él mismo la universidad, sobre todo en un área como lo es la medicina, con tantos años de estudio y especialidades, pero lo había logrado. Aquí estaba.

Y si bien estuvo en unas cuantas camas y en brazos de hombres y mujeres, todos brillantes, abiertos y alegres como él, nunca había encontrado lo que realmente buscaba y sí unos cuantos corazones rotos, pero ninguno como el de ahora, ninguno se sintió como si se estuviera quedando sin aire.

Había pretendido volver a casa ya que no tenía más pacientes hoy y si había alguna emergencia siempre estaría aquí pronto, además de que no quería hablar con Catarina ni Tessa. Entendía por qué lo hacían, pero no estaba listo.

Esa era su intención, pero había terminado sentándose en una de las mesas del patio central y, oh perfecto y cruel destino, era justo aquella en la que había visto al ángel silencioso ojiazul la primera vez.

Sus ojos ardían todavía por las lágrimas mientras miraba las rejillas de metal y se preguntaba si estaba siendo un maldito egoísta total. Entendía el "Mutismo selectivo", por supuesto que sí, pero no esa no era razón suficiente para un engaño de dos meses.

Y aun así, incluso roto, su corazón no era capaz de seguir sin mirar atrás, sin escuchar –o leer– su explicación.

Con una sonrisa ante la ironía de sus palabras, terminó escribiendo un simple:

"Háblame."

Espero un par de minutos, mirando la pantalla, sintiendo una opresión en el pecho. No quería perder lo que había tenido con Alexander, pero es que ahora mismo parecía que no había nada que perder porque no hubo nada, no si todo estaba bajo el velo de una mentira silenciosa.

Cuando ninguna respuesta llegó, Magnus perdió su sonrisa y se puso de pie. Guardó el móvil y caminó al estacionamiento. Lo había intentado al menos.

Estaba pensando en la posibilidad de unas vacaciones –que obviamente no podría tomar porque tenía pacientes como Ernesto que lo necesitaban– mientras subía a su auto, cuando el móvil vibró.

Sus ojos se cerraron y respiró profundamente antes de abrirlos y mirar el texto:

Desconocido: No sabes cómo quisiera poder hacerlo. Hablarte, quiero decir. Hablar como tal, con palabras pronunciadas en voz alta. No sabes cómo me duele no ser capaz de mirarte a los ojos, tomar tu rostro, tu hermoso rostro entre mis manos, y decirte lo mucho que agradezco a la vida por haberte traído a mí...

Y Magnus ni siquiera sintió las lágrimas acumularse, simplemente la pantalla se desenfocó y grandes gotas cayeron justo sobre ella.

Porque era justamente eso lo que él sentía, un inmenso agradecimiento hacia la vida por cruzar sus caminos, incluso si ahora mismo dolía tanto.

* * *


"...mirarte a los ojos y verme reflejado en ellos, mirar tu sonrisa y saber que me crees. Tal vez fui egoísta, Magnus, al conformarme con escucharlo de ti, saber que yo era importante para ti. No me esforcé en decírtelo porque me sentía tan cómodo entre tus brazos, tan querido, tan afortunado. Y pensé que lo sabías, que incluso sin palabras tu sentirías lo mismo de mí, que sabrías que eres importante para mí. Realmente lo eres. Eres mi ancla al mundo, Magnus Bane, aquello que me da fuerza, que me da sentido mi piedra angular**. Eres más de lo que podría poner en palabras, ¿puedes perdonarme por no haberlo hecho, por no decirlo a tiempo?

Y de verdad, de verdad, desde lo más profundo de su corazón, mientras Alec presionaba «enviar» y esperaba una respuesta, rogaba porque pudiera hacerlo.







* * *

**Una "piedra angular" es la primera piedra en la construcción de un cimiento. Todas las otras piedras se establecen sobre la base de la colocación de la piedra angular. Determina la posición de una estructura... (Para que entiendan la importancia de lo que está diciendo Alec 😭❤)

¿Qué tal el primer mensaje de Alec? Casi lloro con Magnus 😭

Lo del ancla me recordó a Ángel y Wolf en mi historia Ángel cautivo 😅

Perdonen que a veces me pierdo en los detalles y parece que no avanzo, pero ya saben cómo soy 🙈 los detalles son importantes y creo que de Magnus no saben mucho 😱 también es importante lo que él siente. Conforme manden los textos, iré poniendo la perspectiva de ambos 😊

El silencio del amor (Malec Mpreg)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora