Beacon Hills siempre pareció un lugar tranquilo, demasiado tranquilo. Desde que regresé a este lugar las cosas marchaban con normalidad hasta que el destino me llevó a un encuentro con Derek Hale y me mostró una yo diferente y un Beacon Hills más ar...
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"Serás una excelente mujer loba"
No podía dejar de pensar en esas palabras."Serás..." ¿Eso quiere decir que puedo llegar a transformarme? ¿eso aún era posible?
Respiré profundo. Debía calmarme y pensar con claridad las cosas, no podía darme el lujo de tener un ataque de pánico.
No podía ser del todo descabellado la existencia de los licántropos, todo era posible en esta vida y quizás no fuera tan malo...
Miré un momento por la ventana del jeep y me di cuenta que íbamos muy lento. Stiles parecía estar mandando un mensaje. Yo solo intentaba no perderme en los ojos verdes que me miraban en el retrovisor; esos ojos salvajes y fieros, con un brillo especial, casi animal... La mirada de un depredador demasiado tentador.
— Maldición— murmuró Stiles y volteó a ver el brazo de Derek. Al mirar en esa dirección noté lo mucho que sangraba—. Oye, intenta no desangrarte en mi asiento, ¿quieres? Ya casi llegamos.
Derek miró intensamente a Stiles, el cual pareció retractarse de lo que había dicho.
— ¿A dónde?— preguntó Derek. Su voz sonaba cada vez peor.
— A tu casa— contestó Stiles.
— ¿Qué? No, no puedes llevarme ahí.
Stiles se orilló y paró el jeep.
— ¿Qué pasa si Scott no encuentra la bala mágica? ¿Te morirás?— le preguntó Stiles, levantando la voz.
— Aún no. Tengo un último recurso— contestó Derek muy seguro.
— ¿A qué te refieres con último recurso?— pregunté curiosa.
Él volteó su mirada hacia mí, mientras levantaba la manga mostrándome la herida.
La sangre escurría de un agujero, que estaba en el brazo izquierdo, de color azul. Tenía que admitir que lucía espantoso.
— ¡Ay por Dios! ¿Qué es eso? ¿es contagioso?— Stiles parecía a punto de desmayarse—. ¿Sabes qué?, deberías bajarte del auto.
— ¿Esa bala tenía acónito?— pregunté, ignorando los alardeos de Stiles.
— ¿Como lo sabes?— Derek por un momento pareció sorprendido.
Me encogí de hombros.
— Siempre he sido muy curiosa...
— ¿Qué tanto sabes de hombres lobo?— preguntó al tiempo que soltaba un bajo gemido de dolor.
— Lo suficiente como para dejarte con la boca abierta.
Stiles soltó una carcajada. Derek lo volvió a mirar mal.
