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| chapter nine |

¿Qué puedes esperar de la vida después de ver cómo matan a la persona que amas?

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¿Qué puedes esperar de la vida después de ver cómo matan a la persona que amas?

¿Cómo superar que esa persona ya no estará compartiendo un futuro contigo?

Todas las personas a las que llego a amar se van y de una manera tan cruel que marcan mi vida por completo. Papá murió en un accidente en el que ni a sus restos pude darles sepultura. Y ahora Derek muere antes mis ojos a manos de un monstruo.

Lo sé, yo también soy mitad humana—mitad lobo pero yo no ando matando a diestra y siniestra. Ese maldito alfa había terminado con su vida y de paso se llevo la mía.

Me mantuve sentada en un rincón en donde estaban los casilleros, comportándome como una chica débil. Estaba tan en shock, con la imagen vívida de Derek muriendo, que no podía ni siquiera llorar.

¿Por qué me hacía esto? Sí, Derek estaba muerto y me dolía más que nada pero no podía quedarme aquí mientras dejaba que ese maldito alfa acabara con todo Beacon Hills.

Levanté mi rostro, el cual había escondido entre mis rodillas, pero no divisé ni a Scott ni a Stiles ¿cómo pude abandonarlos? Me sentí inútil.

La preparatoria estaba tan silenciosa que incluso daba miedo respirar por temor a que con ello te encuentre el alfa. Pero a todo esto, si he estado tanto tiempo aquí, ¿por qué no me ha encontrado? Estuve a su merced y no lo había sentido ni un poco cerca.

Me levanté con precaución y decidida a encontrar a ese par. No más cascarón para cubrirme por el dolor.

Escuché un sonido de vidrios rompiéndose en el otro lado del edificio y salí corriendo hacia allá. No iba permitir una muerte más.

Me detuve cuando debajo de mis pies tronaron los cristales y a mi lado estaban las ventanas rotas. El alfa sí que estaba dentro de la preparatoria.

Seguí el rastro de un olor distinto, uno que jamás había percibido. Con cuidado caminé tras ese rastro pero me estrellé con algo.

— ¡Ay por Dios!— una voz femenina inundó mis oídos.

— Me asustaste chica— frente a mí estaba Allison Argent, la chica linda de cabello ondulado de la que Scott estaba más que enamorado—. ¿Pero qué haces aquí?

— Busco a Scott— contestó mientras trataba de controlar los latidos de su corazón.

— ¿Scott? ¿Cómo sabes que él está aquí?

— Me mando un mensaje... ¿estabas con él?— preguntó con algo de recelo.

En eso su celular sonó y rápido contestó.

— Am sí, no lo encuentro— le dijo a alguien del otro lado de la línea—. Está bien, adiós.

— Allison, Scott no tiene celular— le mencioné. Eso pareció hacerle recordar algo y en su rostro apareció un rastro de preocupación.

Esencia de loboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora