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| chapter eighteen |

Respiré profundamente antes de tocar el timbre de la casa Argent

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Respiré profundamente antes de tocar el timbre de la casa Argent. Me estaba metiendo en la boca del lobo ¿irónico no? Me estaba poniendo en peligro y solo para saber si ellos eran los que tenían atrapados a Derek aunque creo que ya sabía la respuesta.

— Hola ¿puedo ayudarte?— la tía de Allison, Kate, fue la que abrió la puerta.

— Sí, vine a ver a Allison— le sonreí lo más dulce que pude.

— Oh, mi sobrina y yo vamos a salir— Allison venía bajando las escaleras—. Si quieres puedes venir.

— Hola Sandra— saludó Allison—. ¿Vendrás? Mi tía dice que hay una sorpresa para mí— rodó los ojos como si eso le molestara.

— Claro— les sonreí a ambas.

Entramos en la camioneta y un escalofrío me recorrió todo el cuerpo.

Fuimos en silencio todo el camino y contuve la respiración cuando vi hacia donde nos dirigíamos: la mansión Hale.

— ¿Qué hacemos aquí?— preguntó una Allison asustada.

— Ya lo verán— murmuró Kate, casi sonando como un ronroneo.

Nos adentramos a la casa aún llena de perforaciones y casquillos regados por el suelo hasta unas escaleras que daban a un tipo sótano. Caminé con los sentidos en total alerta y al final de un tenebroso pasillo, Kate nos hizo detener frente a una enorme puerta.

— ¿Y qué es este lugar? Si es que puedo preguntar— murmuré inocentemente.

— Bien, empezaré por lo básico además de que, como amiga de mi sobrina, quiero que tú también lo sepas— Allison y yo asentimos—. Las familias tienen secretos pero los de los Argent son diferentes— lo dijo haciéndose la interesante y algo en ella me hacía odiarla, incluso sentirle repulsión.

Kate abrió la enorme puerta, dejando a simple vista una habitación sucia y abandonada pero al comenzar a entrar un aroma me invadió las fosas nasales y tuve que controlarme con todas mis fuerzas para no atacarla, ya que al prender Kate una luz casi cegadora frente a nosotras pudimos ver a Derek, atado con unas cadenas y en su forma de lobo.

Rugió cuando la luz le llegó al rostro, enojado de ser exhibido como trofeo.

Allison dio un paso hacia atrás y le rodeé la cintura con un brazo para darle un poco de apoyo.

— ¿No es hermoso?— preguntó Kate con un tono de suficiencia y la sangre me hirvió.

Apreté la mandíbula conteniendo la furia que me invadía y otro rugido de Derek me hizo voltear hacia él y verle el dolor en su rostro y más cuando sus ojos se encontraron con los míos.

Era como si estuviera en un circo donde el dueño mostraba a sus mejores animales y me dio mucha impotencia el tenerlo frente a mí y no poder hacer nada para quitarlo de esta situación.

Esencia de loboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora