| chapter one |
Otro día más en la preparatoria.
No es que no me gustara estudiar, es solo que al no tener amigos esto se volvía una rutina difícil de llevar.
Durante la última hora, en la clase de química nos pidieron un trabajo en parejas y me tocó con Stiles Stilinski, el chico del que he estado enamorada desde que regresé a este lugar y sinceramente estoy muy nerviosa, ¿cómo demonios iba a controlar las pulsaciones de mi corazón y el maldito rubor de mis mejillas cuando estuviera en su casa?
Suspiré con frustración.
Debería dejar de actuar como la chica tímida y mostrarme tal cual soy, y hoy era el día y Stiles caería antes mis encantos "sigue soñando pequeña ilusa" me reprendió esa vocecita de mi interior.
Volví a suspirar.
Cerré mi casillero, en donde estuve pensando como estúpida por un par de minutos y me decidí por ir a buscar a Stiles para seguirlo con mi coche hasta su casa. Pero al darme la vuelta escuché como algo cayó al suelo. Giré sobre mis talones y no era algo sino alguien. Inmediatamente corrí hasta él.
— Cielos, ¿puedo ayudarte?— pregunté al ver al chico desplomado y con sudor en su coronilla. Gemía de dolor.
— A pesar de mi orgullo, creo que sí necesito ayuda— contestó con un tono de voz grave y seco.
Ignoré su comentario y lo ayudé a levantarse, entrelazando mis brazos alrededor de su cintura.
Cuando estuvo de pie, levantó su rostro para verme y me quedé congelada.
¿Podía alguien tener unos ojos más hermosos que los de él? Parecían un pequeño arcoíris, verdes con círculos naranja, café y amarillo hasta llegar al centro del iris. Seguí viendo su rostro, fuerte y marcado con labios finos y nariz recta, hasta que él volvió a hablar.
— ¿Conoces a Scott McCall?— está vez sonó más amable y me di cuenta que trataba de sonreír aunque salió más como una mueca de dolor.
— Sí, ¿quieres que te lleve con él?
Él asintió y comenzamos a caminar hacia la salida. Iba completamente recargado sobre mí y olía a sudor y ¿sangre?
Al salir del instituto me topé con unos ojos curiosos: Stiles. Caminó hacia nosotros con ese estilo tan común en él, tropezándose con todo. Reprimí una sonrisa.
— ¿Qué demonios haces aquí y con mi... amiga?— Stiles trató de sonar duro pero no era su fuerte.
El chico ignoró la pregunta.
— ¿Donde está Scott?
— Aquí estoy— volteé un poco a mi derecha, donde llevaba al chico de ojos verdes, para ver a Scott.
Hoy se veía extrañamente bien. En las últimas semanas había notado un cambio en su apariencia, como por ejemplo que había embarnecido pero de puro musculo. Lucía su cabello alborotado, casi despeinado; tenía piel morena, ojos pequeños color chocolate y los enmarcaba cuando sonreía...
Desvié mi mirada a Stiles y por poco suelto un suspiro. Él era muy guapo solo que él no parecía darse cuenta. Era delgado pero para mí estaba bien. Tenía la piel muy blanca y eso lo hacía sonrojarse con facilidad haciéndolo verse adorable. Sus ojos también eran mi debilidad pues los tenía grandes y con un color café casi llegando a miel pero lo mejor era su nariz graciosa respingada y esos labios gruesos...
— Necesito hablar contigo ahora— le dijo el chico a Scott y este lo ayudó hasta llegar al jeep de Stiles. Yo me quedé en mi sitio mientras veía como los amigos metían al chico al coche.
Agudicé mi oído y escuché lo que decían.
— ¿Cómo que te dispararon? ¿Fueron los cazadores?— Scott sonaba ansioso y furioso a la vez.
¿Por eso era el olor a sangre? ¿Cazadores? Seguí poniendo atención para no perder detalle.
— Necesito que me consigas esa bala Scott o si no puedo morir— estaba débil pero el ojiverde sonó a que daba una orden.
— Bien, lo haré. Hoy iré a casa de Allison y aprovecharé el momento ¿está bien?— al ver que el otro asentía, Scott miró a Stiles—. Lleva contigo a Derek y cuídalo en lo que yo consigo esa bala.
Un cosquilleo recorrió por mi espalda al escuchar su nombre.
Derek.
Me gustaba.
— También quiero que venga la chica— dijo Derek y alzó la mirada hacia mí—. ven, sé que me estas escuchando.
¿Cómo demonios lo supo? No me quedaba de otra más que acercarme.
Caminé hacia el jeep mientras un Scott y un Stiles miraban asombrados y con las bocas muy abiertas.
— Pero ¿cómo...?
— Después Scott, largo de aquí— murmuró Derek casi gruñendo.
Scott asintió, me miró una última vez y corrió hacia su bicicleta.
Stiles, por otra parte, me abrió la puerta y entré a la parte de atrás del jeep. Después vendría a buscar mi Mini Cooper...
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Esencia de lobo
FanfictionBeacon Hills siempre pareció un lugar tranquilo, demasiado tranquilo. Desde que regresé a este lugar las cosas marchaban con normalidad hasta que el destino me llevó a un encuentro con Derek Hale y me mostró una yo diferente y un Beacon Hills más ar...