15

7.6K 464 32
                                    

| chapter fifteen |

— ¡Stiles espera!— le grité tratando de alcanzarlo por el pasillo lleno de estudiantes

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

— ¡Stiles espera!— le grité tratando de alcanzarlo por el pasillo lleno de estudiantes. Muchos aún me miraban como si nunca hubieran visto a una chica y eso realmente me incomodaba.

Stiles se detuvo y me esperó cerca de la salida al campo de lacrosse.

— ¿Qué quieres?— preguntó un tanto molesto.

— Ay hola Sandra, me da gusto verte ¿cómo estás?— dije tratando de fingir su voz.

— Lo siento, me agarraste desprevenido pensando— frunció las cejas.

— ¿Y qué es eso que te tiene tan pensativo?

— ¿Recuerdas que Derek le dijo a Scott que consiguiera el collar de Allison?— asentí—. Bueno pues Scott no ha logrado nada y estaba ideando otra manera de acercarnos más al alfa.

— ¿Y sería...?

— Alguien le envió un mensaje a Allison usando el nombre de Scott y la única manera de saber quién lo hizo sería rastreando el número del que fue enviado ¿no?

Tenía toda la razón ya que al rastrearlo encontrarían el nombre del propietario del número.

Que yo sepa, papá no tenía teléfono por lo que decidí que ayudaría y además así no levantaría sospechas de que estaba encubriendo al alfa.

Pensé por un momento quién podría ser el indicado para ayudarnos ya que ni Stiles ni yo sabemos hacer ese tipo de cosas y la ayuda cayó en el momento en que llegó a mis pies una pelota de lacrosse.

— ¡Lo siento!— gritó el chico que la lanzó.

— Stiles, vete a tu casa. Yo luego te alcanzo y llevaré la ayuda que necesitamos— levanté la pelota—. Le llamaré a Derek para que nos veamos allá.

Stilinski frunció aún más el ceño cuando vio a Danny, el guardameta del equipo de lacrosse pero se fue sin preguntar nada.

Danny era un chico muy atractivo, amable y además de ser buen estudiante, era muy bueno en lacrosse. Todo mundo lo amaba porque era un chico fantástico. Estaba segura de que podría tener a todas las chicas que quisiera solo que él prefería a los chicos, y no lo culpo porque en Beacon Hills abundaban los chicos guapos.

— Creo que esto es tuyo— le sonreí y le di la pelota. Él me devolvió la sonrisa.

— Sandra ¿cierto?

— La misma que viste y calza— se rió divertido—. Y tú eres Danny ¿no?— asintió—. El mejor guardameta de lacrosse de todo Beacon Hills.

— Creo que exageras— hizo un ademán para restarle importancia.

— No te quites crédito aunque si yo quisiera te metería con facilidad unas cuantas pelotas a tu red— me hice la buenaza y él se rió.

— ¿Enserio? pufff!

Esencia de loboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora