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| chapter twenty |

El ambiente estaba alegre con la música de One Direction de fondo y yo cantando a todo pulmón Midnight Memories

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El ambiente estaba alegre con la música de One Direction de fondo y yo cantando a todo pulmón Midnight Memories.

— No entiendo cómo te pueden gustar esos— dijo Stiles y algo en su tono de voz me hizo reír.

— Admite que son buenos— dije entre risas.

— Eso no quiere decir que me gusten— murmuró estacionando el Jeep enfrente de la preparatoria, la cual estaba adornada con estrellas plateadas y resplandecientes luces azules.

Volví a reír cuando Stiles apagó el Jeep y la música se fue, haciendo que Stiles suspirara de alivio.

Salió del Jeep y muy caballerosamente me abrió la puerta para poder salir. Llevaba un traje con corbata que lo hacía ver guapo a pesar de hacerlo lucir un poco anticuado. Yo en cambio llevaba un vestido negro que me llegaba arriba de las rodillas y tenía flores negras bordadas en la parte inferior, unos tacones negros cómodos y no tan altos, una cartera de mano negra y con un bordado similar al del vestido. Mi cabello lo había ondulado solo en las puntas y lo dejé libre, suelto, y unos largos pendientes colgaban de mis orejas.

— No me siento muy bien con esta ropa— murmuré para mí.

— Pues yo digo que te ves hermosa— me dijo Stiles, con un ligero rubor en sus mejillas.

— ¿En serio?

Stiles me ofreció su brazo y yo me aferré a él.

— Vamos, que muero por presumir a todos mi cita de esta noche— no pude contenerme y sonreí grande, aunque ¿había dicho cita?

Entramos a la concurrida preparatoria, hacia el gimnasio, llena de cuerpos balanceándose con la música y alumbrados por las luces que parecían estrellas.

Buscamos una buena mesa y nos sentamos bajo la mirada de algunos curiosos que se preguntaban por qué Stiles y yo veníamos juntos.

— Te lo dije, no necesite hacer mucho para presumirte— me reí y dejé a un lado el suéter negro que había llevado puesto hasta hacia poco.

Jackson y Allison pasaron cerca de nuestra mesa, tomados de la mano y se dirigieron a bailar. Dentro de mí pensé que Allison no lucía muy bien con ese vestido plateado y Jackson lucía tremendamente apuesto de traje.

Después Lydia pasó bailando con un tipo del equipo de lacrosse, del que no recordaba su nombre y nos dirigió una extraña mirada y mejor miré hacia otro lado encontrándome con Scott sentado en las gradas del gimnasio y le saludé con la mano y él me sonrió dulcemente.

— ¿Quieres bailar?— propuso Stiles.

— ¿Crees que sea buena idea? Porque tengo dos pies izquierdos— le advertí.

— Bueno, debo decir que aquí tienes a un experto en el arte de bailar— me reí. ¿Han notado lo mucho que reído en esta noche? Stiles tenía un aura de felicidad que la compartía con los demás y eso me gustaba mucho. Además me hacía olvidarme por un momento de mis problemas.

— Quiero ver eso— me levanté de mi asiento para tomarlo de la mano y caminar hacia la pista de baile. Sus dedos los entrelazó con los míos y con ese acto supe que había encontrado unas nuevas manos que encajaban con las mías aunque no quise pensar mucho en ello.

La música nos comenzó a guiar en nuestros movimientos. En un principio parecía un poco cohibido pero después Stiles pareció absorber el ritmo de la melodía y bailamos a un mismo compás, ambos mirándonos a los ojos y sonriendo con complicidad.

— ¡Scott, ya te vi!— un grito del entrenador nos hizo desconcentrar y más cuando este se metió entre la multitud, empujando a todas las parejas que se encontró a su paso.

Stiles y yo buscamos a Scott hasta que lo vimos bailando con Danny... Espera ¿¡con Danny!?

— ¿Qué están haciendo?— cuestionó el entrenador con asombro.

— ¿Cómo que qué?— dijo Scott abrazando aún más a Danny, rodeándole el cuello con los brazos.

— Este...— el entrenador se comenzó a reír con nerviosismo— Espera, tú no debería... yo no... no dije... sigan bailando que ¡esta es una fiesta!

Me reí con ganas. El entrenador se había puesto tan nervioso por ver a Scott de pareja con Danny que no pudo ni siquiera correrlo de ahí.

— Scott es tan idiota— dijo Stiles entre risas y nos carcajeamos más cuando la pareja de Danny llegó hasta él con rostro recriminatorio.

— Sigamos bailando— le dije subiendo mis brazos para rodear su cuello y bailar al ritmo de la lenta música. Noté como su respiración se entrecortó y lentamente aspiró mi aroma cuando apoyé mi cabeza en su pecho y escondiendo mi nariz en su cuello.

Esto se sentía tan malditamente bien que me sentí un poco culpable por sentirlo ya que después de todo mi corazón aún pertenecía a Derek.

Unos labios rozaron mi mejilla y al levantar mi mirada los grandes ojos de Stiles me inspeccionaban.

— Sandra quiero ser sincero contigo, ya no puedo callarme más— respiró con fuerza agarrando valor—. Estoy enamorado de ti desde el primer instante en que te vi entrar a la clase de química en segundo grado y desde ese momento mi ser te ha adorado cada vez más y más.

¿Y qué decir? En este momento estaba huyendo de este tipo de sentimientos y escuchar de sus labios tantas palabras hermosas hacían que miles de cosquillas me llenaran el cuerpo y que explotaran dentro de mi alma. ¿Qué poder hacer? ¿Darle una oportunidad a esto? ¿Por qué quedarme en la penumbra solo por tener miedo?

— Stiles, yo también me quiero sincerar— sus ojos me miraron tan fijamente que la jaula que cubría mi corazón poco a poco se fue derritiendo—. Yo también me enamoré de ti desde ese momento y moría de ganas de estar en la escuela solo por verte pero jamás me acerqué a ti por miedo al rechazo solo que me encontré con alguien en el camino que hizo alejarme de ti...— escondí mi rostro en su pecho.

— Eso no me importa— levantó mi cara con su mano en mi barbilla—. Este es el presente y es lo que importa porque desde aquí quiero seguir contigo hacia el futuro ¿eso no es suficiente?

Asentí y una lágrima bajó por mi mejilla.

Con lentitud acercó su rostro hacía el mío y juntó nuestros labios para dar inicio a un nuevo capítulo en mi vida junto a él.

Con lentitud acercó su rostro hacía el mío y juntó nuestros labios para dar inicio a un nuevo capítulo en mi vida junto a él

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Esencia de loboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora