PET CHEETAH

424 42 66
                                    

Se está ahogando, no sabe por qué, pero se está ahogando, abre sus ojos rápidamente, encontrando de que está en un cuerpo de agua, toma unas bocanadas de aire, tratando nadar hacia algún tipo de tierra; lo cual logra hacer en unos minutos, llegando a una playa, ¿Ahora cómo llegó ahí?

Recuerda que había salido de Dema junto a los banditos, que habló con Josh, que lo habían rapado y que le habían dado algo de tomar, después de eso no recuerda nada.

Se cae en la arena por unos momentos, el sol estaba empezando a salir, haciendo que el cielo se torne de un color naranja, toma bocanadas de aire, esperando que su respiración de normalice para poder levantarse e investigar más.

Decide levantarse después de ver como el sol había finalmente salido, los rayos de este dándole en el rostro, se sacude de toda la arena que tenía.

-Tu vida es la mejor, Tyler- Se dice a sí mismo sarcásticamente—te levantas en un río, tienes amnesia, caperucita roja te secuestra, te lleva a una ciudad que ni conoces, logras salir y te unes a una rebelión, ¿Para qué? Para que un tipo te drogue y termines en una maldita isla- Dice empezando a caminar—y todo esto en tres malditos días- La playa lentamente se convierte en una jungla, pero ya había un camino trazado, así que decide seguirlo hasta que llega a una cabaña, está hecha de madera y tiene sus ventanas rotas, pero al castaño le importa poco, abriendo la puerta principal y encontrando que el lugar no está en malas condiciones.

Es un estudio, es pequeño, pero tiene todas las comodidades, una cama, un sillón, una mesa de comedor con una sola silla, una puerta que asumió que era un baño, una cocina y un... ¿Refrigerador?

¿Cómo había un refrigerador ahí? Más importante aún, ¿El refrigerador funcionaba?

Se acercó al electrodoméstico, abriéndolo y encontrando comida que era alumbrada por una luz. El refrigerador funcionaba.

Sacó un empaque de pan, observando la fecha de expiración, era dentro de dos semanas, luego agarró un galón de leche sin abrir, observando que expiraba en un mes, entonces eso significaba que la comida no estaba mala.

Decidió no cuestionar más cosas y abrió el galón de leche, dándole un sorbo largo, cerró el galón y lo guardó en el refrigerador, inspeccionó el resto de la cabaña, terminando en la puerta que supuso que era un baño, si quiera la abrió observó unas escaleras que llevaban hacia abajo, probablemente un sótano, su curiosidad tomó lo mejor de él y las bajó, encontrándose con una habitación completamente oscura, su mano empezó a buscar un interruptor de luz, y cuando lo encontró lo primero que vio fue un animal yendo hacia él a toda velocidad.

Tyler no lo pensó dos veces y empezó a correr, salió rápidamente de la casa y llegó hasta la playa, mandando al diablo todo y entrando al agua, esperando que el animal no sepa nadar, y cuando escuchó que solo él estaba nadando, volteó a ver que animal estaba en la orilla de la playa.

Era un... ¿Guepardo? Sí, eso definitivamente era un guepardo.

¿Qué diablos hacía un guepardo en el sótano de una cabaña en una maldita isla?

-Y el día se puso aún mejor- Se dijo sabiendo que no podía regresar a orilla hasta que el guepardo se fuera.

Este era su maldito día de suerte.

No sabe cuánto pasó hasta que el animal finalmente decidió regresar dentro de la isla, pero lo que sí sabía era que estaba congelado y muerto de hambre.

Volvió a entrar a la isla, no evitando sentirse nervioso cada que escuchaba una rama romperse o las hojas de los árboles temblar, pensando que era el guepardo listo para atacarlo, incluso dudó un poco antes de entrar a la cabaña, pero siquiera lo hizo, no escuchó ni sintió nada, así que fue a cerrar la puerta del sótano y abrió el refrigerador, sacando el pan y empezando a comer.

🌻trench     -     joshler🌻Donde viven las historias. Descúbrelo ahora