MORPH

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Josh no se había sentido muy bien últimamente, se encontraba durmiendo más de lo habitual, no tenía muchas ganas de hacer cosas que normalmente le llamaban la atención y se le dificultaba levantarse de su cama e ir a comer.

A veces le daba miedo de que tenga depresión, y trataba de ocultarlo, diciendo que se había quedado despierto hasta tarde, que estaba muy cansado por su entrenamiento y que había comido antes y por eso no tenía mucha hambre.

Pero el psicólogo no le creía como el resto de las personas.

Todos le habían obligado ir de nuevo al psicólogo desde la desaparición de Tyler, había dejado de ir hacía dos años ya que no había tenido ningún ataque de ansiedad o algún problema parecido en mucho tiempo, pero ahora todos le habían insistido en volver por miedo a que empiece a tomar de nuevo.

Había tenido ya diez citas en los últimos dos meses, pero en la sesión más reciente que había tenido, el psicólogo le había dicho que presentaba algunos síntomas de la depresión, Josh trató de pasarlo de alto, diciéndose a sí mismo que solamente estaba triste, de todos modos, ya se venía su aniversario con Tyler, así que sería notable que estuviera actuando de esa manera.

Pero un día, Jenna le preguntó si en serio se sentía bien, y ahí fue cuando no pudo más, gritándole que sí, que se sentía bien, que estaba harto de las preguntas, que solo quería estar en paz por unos momentos, y ella salió de su casa, dejándolo solo y llorando sobre la mesa del comedor.

También hacía un tiempo había estado teniendo unos sueños que no ayudaban mucho a su estado de ánimo.

Siempre involucraban a Tyler y a él mismo, siempre despertaba en una cama improvisada con metales y ligas dentro de una carpa, frente suyo siempre estaba Tyler, sentado en otra cama con un guepardo encima, siempre le sonreía y le preguntaba cómo había dormido.

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-Buenos días, Josh- Tyler saludó, observando como su amigo lo miraba con la boca abierta— ¿Cómo dormiste?-

-Uh...buenos días, Tyler, yo, dormí bien, ¿C-cómo dormiste tú?- El castaño frunció el ceño, Josh había estado actuando de una manera muy extraña últimamente, estaba muy nervioso y a veces se olvidaba de las cosas más simples, como donde estaban o qué hacían.

-Dormí bien, gracias- Dijo levantándose y caminando hasta estar en los pies de la cama del contrario— ¿Qué vamos a hacer hoy?- Preguntó tratando de ver si se había olvidado que tenían que hacer, la noche anterior ambos habían quedado de acuerdo en mandar a un grupo de banditos a ir a buscar algunas hojas y agua para la cocina.

-Uh, nosotros... ¿Vamos a salir?- Tyler suspiró, negando con la cabeza de la manera más sutil posible.

-Josh, ¿Estás bien? Últimamente no pareces tú mismo- Josh frunció el ceño, agarrando su bandana de la cima de su mochila y poniéndosela alrededor del cuello.

-Yo no estoy actuando raro, quiero decir, sí, a veces pierdo noción del tiempo y no recuerdo mucho de lo que pasó en ese tiempo, pero sigo siendo el mismo de siempre- Explicó saliendo de la cama, levantándose—es más, mejor vamos a llamar al grupo de banditos para que vayan por las hojas, que ya me estoy hartando de comer carne de buitre todos los malditos días- Dijo en tono de broma, acariciando a Jason antes de salir de la carpa.

Tyler se quedó en silencio por unos segundos, procesando lo que acababa de pasar.

Ese día no tenían planes a parte de mandar a ese grupo a buscar comida, así que en un momento el castaño entró a la carpa que compartía con Josh, sentándose en su cama y sacando una libreta que se había encontrado en el piso hacía poco cuando fueron a Dema, le faltaban hojas, probablemente arrancadas, pero el castaño usaba esa libreta para escribir cualquier cosa que se le venga a la mente.

🌻trench     -     joshler🌻Donde viven las historias. Descúbrelo ahora