YoungHo se despertó de golpe.
Tenía el cuerpo bañado en sudor y, extrañamente, estaba llorando. Había tenido una pesadilla pero no podía recordar de qué trataba. Los latidos acelerados de su corazón y su respiración agitada le dieron a entender que había sido una pesadilla horrorosa.
Palpó su mesita de noche hasta dar con su celular, enchufado y descansando junto a la lámpara. El reloj marcaba las dos de la mañana.
«¿Apenas las dos?», se lamentó mientras se dejaba caer en la cama, sabiendo perfectamente que no dormiría de nuevo ni con somníferos. El alfa era de mal dormir, y para variar, sufría de insomnio. Una vez que se despertaba no volvía a caer en sueño.
Soltó un gruñido para levantarse, sintiendo un escalofrío en todo el cuerpo. Las noches en Corea eran increíblemente frías, y las bajas temperaturas le hicieron recordar que dormía sin camiseta.
Sin prender la luz, se alzó y toqueteó la pared hasta dar con el armario. En cuanto lo encontró, sacó un suéter y se lo puso, para luego encaminarse hacia la cocina.
Comer no le ayudaba mucho, pero al menos lo distraía por algunas horas.
El departamento de YoungHo era de un solo piso, lo suficientemente grande para tres personas adultas y equipada para un estudiante universitario; el dinero que había ganado trabajando en un hotel durante tres años lo estaba gastando en el alquiler de aquella pequeña guarida. El departamento contaba con tres habitaciones (dos principales y una de invitados), dos baños, una cocina, lavandería y una sala de estar que ocupaba el sesenta por ciento del espacio.
Mientras el alfa pasaba por el pasillo de las habitaciones para ir a la cocina, se detuvo en frente de la segunda habitación principal y miró la puerta durante unos minutos.
Moon TaeIl estaba durmiendo en esa habitación.
Había sido difícil transportarlo del hospital a su casa, pues John temía lastimarlo o abrirle las heridas. Lo que tenía en altura lo tenía también en torpeza. Sin embargo, el mayor se adaptó bastante bien. SiCheng se había ocupado de buscarle una muda de ropa y su cepillo de dientes (YoungHo llegó a pesar que el chino era como el hermano menor de TaeIl, su familia parecía tenerle confianza) y las cosas necesarias para sobrevivir una semana en casa ajena.
Habían llegado al departamento casi a la hora de cenar, por lo que el alfa, haciendo máximo uso de sus pocos conocimientos culinarios, preparó la comida. Algo ligero y de fácil digestión para el mayor.
Luego de eso, se había instalado un sentimiento pesado en ambos. TaeIl permaneció muy callado en todo el rato que pasaron juntos, y a pesar de que YoungHo sabía que el chico era silencioso por naturaleza, había algo en su aura que le gritaba «no quiero hablar de ello». El alfa estaba frustrado. Desde el comienzo de su estadía, no pudo olfatear su aroma favorito en el omega, y su lobo ya estaba frunciéndose con preocupación. Quería al omega de vuelta.
Volviendo a la realidad, el americano retomó su camino con pasos perezosos y abrió la nevera. Aparte de comida instantánea, leche y huevos, el fregorífico estaba vacío.
Necesito hacer la compra.
Bostezó. Sacó un frasco de ramen instantáneo y tomó un cuchillo para abrirlo, pues no se sentía con la suficiente fuerza para hacerlo con las manos. Sus músculos no habían despertado del todo.
Un grito ensordecedor rompió con el silencio pesado y retumbó en todo el lugar.
¡Omega!
John dejó caer el cuchillo antes de echarse a correr como alma que lleva el diablo hacia la habitación del mayor.
Al abrir la puerta, se encontró con la sorpresa de que TaeIl estaba parado detrás de ésta, como si hubiese querido abrirla antes de que YoungHo llegara. Le miró con aquellos brillantes ojos marrones que tenía, cubiertos por una masa acuosa, y luego se abalanzó sobre él, metiendo la nariz entre su pecho y temblando. El aroma a fresas y frutos rojos, deformado por el ácido del miedo, inundaba el lugar.
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Bitter. [JohnIl] [CANCELADA]
Fanfic❝Donde Johnny, el estudiante de intercambio, se enamora loca y profundamente del chico amargado de su nueva universidad❞.