Capítulo Diez.

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Mark frunció el ceño.

—No creo que sea así, ChangBin.

El nombrado ChangBin también frunció el ceño.

—Mark, las tónicas mayores...

—Sé de qué van las tónicas mayores. —repuso el canadiense con un pequeño gruñido—. Pero la letra no va con tónicas mayores. ¡Es demasiado triste para ello!

—De hecho, hay canciones tristes que quedan bien con tónicas mayores. —un chico pelirrojo se acercó al grupo, sentándose al lado del más pequeño—. ¿Nunca has escuchando a Twenty One Pilots?

—Yah, MinGi. ¿Quién en su sano juicio no ha escuchado a Twenty One?

La única chica, metida en medio de todo ese lío, arqueó una moldeada ceja instintivamente.

—Yo no los he escuchado, YunHo.

—Pues deberías, Yeri.

La llamada Yeri bufó.

—Estoy de acuerdo con Mark. —habló ella, haciéndose espacio entre el canadiense, ChangBin, MinGi y YunHo, acumulados uno al lado del otro—. ¿Cómo creen que sonará esto con tonalidades mayores? —señaló una frase escrita en la hoja apoyada encima de la mesa—. "Si alguna vez te preguntan quién me destruyó, diles que fui yo mismo." Wow, chicos.

Mark y ChangBin esbozaron sonrisas autosuficientes.

Estaban en descanso, sin embargo, el profesor de Lírica les había puesto un reto especial: crear una canción sin música (por ahora) pero con temática triste. De exploración al lado oscuro de la adolescencia. A las dudas, las inseguridades, el miedo y la ansiedad. Mientras que YunHo y MinGi trabajaron en el coro, Mark, ChangBin y Yeri se encargaron de los estribillos. Ya sólo les faltaba el puente para terminar la letra y componerle una pequeña melodía.

—Bien, la niña tiene razón. —YunHo sonrió en dirección a la omega—. Eso no sonaría muy bien con tonos alegres. Buscamos algo dudoso. Oscuro.

—Las tonalidades menores se caracterizan por ser suaves. —Mark se echó para atrás en su puesto, sabiendo que el grupo le prestaba total atención—. Tienden a dar un aire deprimente, triste, nostálgico. Hay algunas obras, sin embargo, que pueden combinar las tonalidades mayores con una melodía alegre. Es posible si se combinan distintas bases melódicas para crear un sentimiento un poco más... claro. Si eso quieren hacer, entonces enfoquémonos en ello.

MinGi asentía constantemente con la cabeza. Mientras él y el resto debatían la idea del alfa, Mark desvió la vista por unos segundos, clavándola unas mesas más allá. Un chico de tez morena, labios respingones, voz gongosa y aura brillante mostraba sus atributos a todo el mundo, sonriendo como siempre lo hacía.

El canadiense a veces se veía imposibilitado de apartar su mirada de él. El pequeño brillaba con la fuerza de una estrella. Había algo en él que atraía a Mark como la luz a las polillas.

Su alfa, un inquieto e inexperto alfa, raspaba en su interior, ansioso por detectar el olor de aquel precioso chico. Aún no se había acercado lo suficiente a él como para saber su estatus. ¿Y si era un alfa? ¿O un beta?

No importaba. Podía ser un alfa y aún así Mark se arriesgaría por él.

—Makku~.

El aludido salió de su ensoñación, acercándose al grupo que lo miraban divertidos. Ellos sabían de su crush hacia el niño nuevo, pero como buenos amigos que eran, trataban de ser lo más disimulados posibles.

—¿Por qué no te le acercas? —preguntó la única chica del grupo, dirigiendo su mirada hacia la misma mesa—. Tiene pinta de ser buena onda.

Bitter. [JohnIl] [CANCELADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora