Ese monstruo que yo amo (XiuHan, LuMin)

Parte 14

Minseok, al día siguiente de que Luhan le viera llorar y de que quisiera ser su amigo – y él aceptar ese hecho – no sabía cómo debía actuar. Nunca había tenido un amigo real, no sabía si debía de ser él mismo, un poco más amable y como saludarle, como dirigirse a él y pequeñas cosas que para cualquiera resultaban idioteces, pero que para alguien como Minseok, cuya vida social nunca existió gracias a sus padres, eran grandes enigmas sin resolver.

Por eso, cuando por la tarde él estaba bailando la coreografía de su canción principal y Luhan apareció por la puerta, Minseok se quedó en blanco por unos instantes. Luhan quería ser amigo de Minseok, no de Xiumin; una parte de Minseok creía eso posible teniendo en cuenta que Luhan era cuatro veces más rico que él, pero otra parte de Minseok no podía creer en Luhan con tanta facilidad, teniendo así un debate mental extraño.

-Hola –Saludó Luhan.

-Bienvenido de nuevo, Luhan –Saludó el coreógrafo.

Minseok miró fijamente a Luhan quien con una ceja alzada, esperaba el saludo teniendo en cuenta el día de ayer. Minseok, sin mirar a los ojos al mayor, lo intentó.

-Hola... -Saludó haciendo una pausa –Luhan.

El chino quiso reír porque la pausa entre el saludo y su nombre fue enorme, pero la felicidad se extendió por todo su ser, porque su Minseok le había saludado y eso era un paso enorme. Minseok, por otra parte, miró hacia otro lado levemente rojo ante la atenta mirada atónita del coreógrafo. Luhan se sentó como siempre en un rincón y Minseok siguió bailando hasta que las horas pasaron y el coreógrafo, felicitándolo de nuevo, se fue dejándoles solos.

Luhan, en un intento de intimar más con el menor, se acercó a él sentándose a su lado y le tendió la botella de agua.

-Podía hacerlo solo –Dijo Minseok fríamente, escapándosele sin querer ese tono siempre tan acostumbrado, pero luego, cuando se dio cuenta, se tapó el rostro. –Uff... Esto... Gracias... -Hizo una larga pausa –Luhan.

Luhan volvió a reír.

-De nada, Minseok.

Por una parte, a Luhan le parecía muy triste que Minseok no supiera sociabilizar como cualquier ser humano producto de la falsedad de sus padres y de la gente que le rodeaba desde que era pequeño, haciendo que, acostumbrado a una fría fachada – o quizás simplemente fuera su personalidad verdadera, transformada por culpa de las personas a su alrededor – le costara hablar; por otra parte, que Minseok intentara con él ser más amable y abrirse a él, le era algo encantador.

Luhan lo tenía todo bien claro, le daría a Minseok lo que siempre tuvo que tener: Un amigo. Por supuesto, sus planes de tener a Minseok seguían en pie, pero serían para más tarde, cuando Minseok confiara plenamente en él. Le daría un amigo que le llevara al cine, al teatro, a un restaurante de comida rápida, a comer helados y jugar fútbol, cosas que seguramente Minseok no hacía normalmente.

Era Xi Luhan, nadie se quejaría si '' obligaba '' a Minseok a saltarse su horario.

-Perro –Llamó Minseok –Perdón... Esto... Luhan –Luhan rió y Minseok puchereó –Gracias... Gracias por estar aquí.

-No pasa nada, Minseok, seré tu amigo y conseguiré que confíes en mí, tenlo por seguro.

-¡No te creas que será fácil! –Gritó avergonzado Minseok, Luhan rió.

-Me gustan los retos –Y le guiñó el ojo, Minseok simplemente rodó los ojos.

-Estúpido –Hizo una larga pausa –Luhan.

Otra vez ese extraño espacio hizo que Luhan riera como un loco mientras Minseok lo miraba fríamente, como si odiara que se rieran de él, pero por dentro feliz de que alguien se atreviera a reírse de su persona y no tuviera ese extraño miedo a dañarle.

Luhan lo trataba como si fuera normal, no como si fuera un dios.

Eso le gustó muchísimo y era algo que Minseok agradecería toda su vida.

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No se a ustedes pero esa extraña dulzura de este Minseok que no sabe como ser normal, me encanta y a la vez me produce tristeza, pero nuestro Luhan lograra su propósito porque el es LUHAN.

Espero que les gustara el capitulo, denme sus opiniones y por favor no olviden votar si les gusto el capitulo.

Un fuerte abrazo