Parte 7

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En un ataque de rabia repentina, Minseok tiró el jarrón al suelo con una extrema fuerza que ni él sabía que poseía. Había pasado de nuevo, sus padres le habían llamado por teléfono solo para decirle que volviera a hacer programas porque se les acababa el dinero, que querían irse de viaje a Escocia y no podían costearse un mes entero allí sin dinero.

¡Malditos sean!

Minseok deseaba que ojalá murieran de una vez.

Jamás Minseok, una persona que una vez estuvo llena de amor, ternura y sonrisas, había sentido tanto odio hacia unas personas. Ya no lloraba, y es que su corazón congelado no se lo permitía, pero sí seguía sintiendo esas fuerzas negativas. Seguía sintiendo odio hacia sus padres, seguía sintiendo asco hacia aquellos que una vez se acercaron a él por ser el niño prodigio y seguía sintiendo rencor por Jongdae y todos esos que no quisieron ser sus amigos por '' no sentirse a la altura de él ''.

¡¡No era un dios!!

Sabiendo que después tendría que recoger los trozos del roto jarrón, perteneciente al pequeño grupo de objetos que decoraban su pequeña casa, se encerró en su habitación de un portazo y se sentó en la silla de escritorio.

-¿Por qué? - Murmuró a la soledad de su habitación, mirando fijamente la foto de su fallecida abuela. –Dime, abuela... ¿Por qué?

¿Qué hizo mal?

Su abuela había muerto hacía dos meses, poco después de su cumpleaños, de haber cumplido los catorce años de edad. Lo peor de todo y lo que causó que llorara después de mucho tiempo sin hacerlo fue que no pudo ir a su funeral porque sus padres, en persona y con rostros serios, le dijeron que un simple funeral no era excusa para faltar a una sesión fotográfica.

Minseok no entendía porque no sentían nada. Esa mujer era la madre de su padre, sin embargo, su padre estaba serio, como si no le importara que su madre hubiera fallecido.

Eran personas sin corazón y Minseok había llegado a dudar que en verdad se amaran entre ellos. Seguro que lo único que les unía era el dinero que ambos compartían gracias a él, seguro que su padre ahora iba a locales de lujo para follar con prostitutas de clase alta – no de calle – y su madre a otros locales donde estaban los '' hombres de compañía ''. Seguro que tenían amantes, hasta hacían tríos.

Minseok odiaba a sus padres.

-Ojalá el mundo se extinguiera –Murmuró a la foto de su abuela –Eras la única que amaba mi voz sin el dinero de por medio... La única persona que me amaba, por la cual seguía siendo fuerte pero ahora ¿Qué me queda? ¿A qué aferrarme para seguir vivo?

Ayuda...

Era lo único que su mente reclamaba.

Ayuda...

El pasar de los días de Minseok era aburrido, monótono y estúpido. Estaba preparándose para sacar un disco en el próximo año, su primer disco como '' Xiumin '', el cual sería su nombre artístico. El concepto de la canción era un hombre que amaba a una mujer que parecía no tener sentimientos, una mujer con el corazón frío. Minseok rió durante mucho tiempo en la soledad de su habitación cuando escuchó la canción personalizada, hecha por un integrante de uno de los grupos más populares de la agencia SM Ent: Siwon.

Tenía gracia, teniendo en cuenta que Minseok se había ganado el apodo reciente de '' la princesa de hielo ''.

¿Por qué princesa y no príncipe? Fácil, todos decían que Minseok, a pesar de sus frías facciones, seguía conservando las facciones tiernas de una mujer que siempre le caracterizó, por eso, pasó a ser la princesa de hielo.

Odiaba ese apodo, aunque menos que el apodo del niño prodigio.

Aburrido y siendo uno de sus pocos días libres – esos que tenía una vez cada muchos meses – se metió en internet, dando a la opción de abrir las páginas recientemente cerradas, encontrándose con que solo era una y era una página para mayores de dieciocho con vídeos sexuales de temática homosexual entre hombres.

Bueno, era de esperarse de un chico adolescente, en plena fase hormonal y gay.

No era como si no se hubiera masturbado ya viendo alguno de esos vídeos, soñando escenas sexuales con algún hombre sin rostro o con algún actor – de esos pocos que admiraba -, aunque Minseok no aspiraba al amor.

¿Quién podría amar a alguien con el corazón frío? ¿Quién amaría a alguien que no podía amarse a sí mismo?

Y, sobretodo ¿Cómo él amaría a alguien cuando no se amaba?

Aburrido, cerró la página esa y puso un periódico por internet, donde anunciaba diferentes cosas. Corrupción, muertes, abandono de un niño, algo de la familia Xi, otra cosa del gran imperio Choi y poco más.

La familia Xi, junto al imperio Choi, pertenecía a una de esas pocas familias asiáticas con millones en sus bolsillos. Nada se sabía de los hijos, aparte de que tenían dos.

Minseok tenía curiosidad de saber si en el mundo de los ricos, el mundo de los negocios, había tanta falsedad como en el mundo de la música, si los hijos de la familia Xi desearían morir como él o serían esos malditos ricos bastardos que tanto odiaba Minseok.

No le sorprendería, después de todo.

Cerró el internet y apagó el ordenador aburrido y se tumbó en la cama, cerrando sus ojos.

Minseok quería dormir, y no despertar nunca más.

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Espero que les guste y lo disfruten.

por favor no olviden votar y comentar.

Un fuerte abrazo para todos.

Ese monstruo que yo amo (XiuHan, LuMin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora