Parte 29

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Minseok de verdad que pensó seriamente que hacer después de aquel suceso, pero simplemente no podía dejar a Luhan. La idea de una vida sin Luhan le era horrible, y no quería ser un cobarde y huir por un ataque de celos de Luhan. Sí, Luhan rozó la violación, pero no lo fue. Minseok no disfrutó ese sexo, no se excitó en ningún momento y le dolió como el mismísimo infierno, pero jamás le dijo que parara, solo aguantó hasta que Luhan alcanzó su orgasmo.

Además, había estado observando a Luhan llorarle y suplicando su perdón, por lo que creía que ya estaba bien. Luhan, por su parte, lloraba porque se prometió no hacer daño nunca a Minseok, en su mente no estaba esa idea, aun así lo que hizo esa noche por celos fue horrible; pero Luhan era lo suficientemente adulto como para no mentirse a sí mismo, sabía que debería estar encerrado – en su momento, ahora que podía impedirlo más que nunca sería imposible – y que en otro ataque de celos así lo volvería a hacer.

Era solo cuestión de evitar escenas de celos.

Minseok pensó, inocentemente y después de días pensando y habiendo perdonado a su novio, que quizás estuviera estresado, por lo que propuso ir a casa de los padres de Luhan de nuevo, que Luhan descansara allí y aunque el trayecto a la empresa sería más largo, no quedaba lejos, por lo que Minseok podría seguir trabajando, ensayando y seguir acudiendo a los programas de televisión sin problemas.

Luhan no negó ir a casa de sus padres, aunque no entendió el motivo que llevó a Minseok a querer ir de nuevo. ¿Estresado? No creía estarlo, pero aceptó porque ¿Cómo iba a negarle algo a esa dulce carita inocente de Minseok?

Quien se resistiera al verdadero Minseok era un ser cruel y sin sentimientos.

Cuando llegaron a casa de los padres, estos se mostraron sorprendidos por la recién llegada, pero sin comentar nada al respecto les dejaron pasar, mandaron hacer comida a las sirvientas y se sentaron a hablar con su hijo y Minseok mientras Sehun estaba en la escuela.

-¿Qué os trae por aquí? –Preguntó la madre preocupada.

-Nada, solo pensé que Luhan estaba estresado y que veros podría ayudarle –Dijo Minseok amablemente, Luhan se encogió de hombros.

-No creo estarlo, pero si Minseok lo dice...

Como madre, ella observó algo extraño en su hijo. Así como la tensión que tenía Minseok, ella supo que algo más había detrás de aquella decisión, sabía que algo extraño pasó y tenía que ver con la llegada de su hijo y su novio a casa. Fuera como fuese, ya habría tiempo de interrogarles, lo primero era que comieran, se relajaran y descansaran.

Las sirvientas trajeron de comer y todos comenzaron a devorar sus platos tranquilamente, Minseok un poco incómodo porque no podía evitar sentirse extraño por la presencia de sus suegros, pero si era necesario para que Luhan se calmara y no se repitieran escenas como aquella, pues que así fuera. Minseok podía sobrevivir a ver a los progenitores de Luhan un tiempo más.

Por otra parte, también tenía que pensar cómo evitar a esas personas, pocas y contadas con las manos, que aun evitándoles fríamente o contestándoles con asco, seguían insistiendo tener algo con él ahora que rozaba la mayoría de edad, su cuerpo había crecido y estaba desarrollado y se veía lo atractivo que era – aunque él no se consideraba del todo atractivo, pero Luhan se lo decía todos los días –.

Cuando terminaron de comer, las sirvientas se llevaron los platos comenzando a lavarlos a mano uno por uno mientras el padre de familia se preparaba para irse a una reunión de negocios relacionada con los hoteles, algo sobre una nueva construcción y añadir algunos elementos a los hoteles. Luhan besó a Minseok sin importarle que estuviera su madre ahí y cogiendo una serie de papeles dijo de irse a su habitación para hacer un informe para Soo Man sobre el rendimiento de Minseok, dejando a su madre y Minseok solos.

Ese monstruo que yo amo (XiuHan, LuMin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora