Parte 21

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Por supuesto, no pasó una semana desde eso para que Minseok le gritara que si estaba enfermo otra vez se lo dijera y él le cuidaría. Luhan lo tomó tan al pie de la letra que se mudó a la casa de Minseok con la excusa de '' pasar tiempo juntos '' y de '' te será más fácil cuidar de mí ''.

Minseok aceptó, por supuesto; ver a Luhan las 24 horas del día le era emocionante y a su corazón le encantaba la idea de tenerle siempre a su lado de manera egoísta. Porque Minseok quería ser egoísta por una vez en su vida, pero no se atrevía a hacer pasos con Luhan porque dudaba ser amado. Luhan era luz, era grandeza; él no era nada de eso.

¿Quién podría amarle?

Por supuesto, al principio la convivencia entre ambos fue difícil, sobretodo porque Luhan descubrió a los pocos días de pisar la casa de Minseok de forma definitiva algo muy importante para él. Fue cuando salió de la ducha solo en toalla, acostumbrado a pasearse así por el departamento donde vivía cerca de la universidad, cuando se topó con Minseok. La reacción de este fue grandiosa; con la boca abierta, le recorrió todo el cuerpo con la mirada embobado, tragando saliva cada poco y salió corriendo al baño rojo y con un problema entre sus piernas.

Luhan, con ojos de águila, supo ese momento algo importante.

Sin hacer apenas nada consiguió que Minseok estuviera atraído hacia él y, siendo Xi Luhan, quien deseaba, amaba e idolatraba a Minseok hasta la obsesión más sana e insana, debía aprovechar eso para tenerle cuanto antes.

Por eso, desde que vivían juntos y con la recién colocada calefacción en casa siempre puesta al máximo en diciembre, Luhan comenzó a pasearse por la casa sin camiseta porque '' era una costumbre en él '', consiguiendo que Minseok siempre le mirara el cuerpo de arriba abajo con disimulo.

Luhan era demasiado listo para el bien de Minseok.

Era gracioso ver como Minseok se sonrojaba por ver a Luhan siempre medio desnudo por la casa, pero sin ser consciente de cómo era Luhan en realdad, porque Minseok no sabía que cuando se duchaba, Luhan abría un poco la puerta y le espiaba y se masturbaba observándole, porque no sabía que cuando se encerraba en el baño para masturbarse, Luhan se ponía al otro lado de la puerta y se tocaba al mismo tiempo, porque Luhan cual acosador sabía en cuestión de un mes sus hábitos, la hora a la cual despertaba y cuando solía dormir, en qué posición le gustaba más dormirse y los pocos programas de televisión que veía.

Luhan conocía hasta su historial de búsqueda, entre páginas porno homosexuales que consiguieron hacerle reír porque él pasó por esa etapa, hasta páginas de búsqueda de cosas tan extrañas como '' porque me duele la espalda '' o '' como no morir de frustración por un compañero de piso caliente ''

Ah, Minseok... Que poco conocía al verdadero Luhan aun.

Ese monstruo que yo amo (XiuHan, LuMin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora