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Ya se han ido casi todos, ha sido duro, pero ha ido bien.
Ahora ya si que se han ido todos, son la ocho menos cuarto cuando veo aparcar en la acera un furgón de policías, abren las puertas y salen dos hombres súper cachas, después sale una mujer, un hombre, y en medio está Samuel, vaya, no me lo esperaba, detrás suyo salen más policías.
Me saluda con la cabeza, tiene una mirada dura, entra, yo entro detrás suyo, bueno, detrás de todos los policías. Abro la puerta de la sala donde está Tom, y entro, y ellos entran detrás mío. Samuel se queda parado delante de Tom, no hace nada, solo lo mira, y llora, sus lágrima caen encima de Tom, por un momento pienso que se despertará, que había sido todo una falsa alarma, y que papá volvería, y nos pediría perdón, y todo volvería a la normalidad, pero no es así, Tom sigue muerto, y Samuel sigue llorando rodeado de policías, y yo sigo allí parada, mirando como todo pasa, y no puedo evitar nada de esto.
Me acerco a Samuel, me pongo delante suyo, nos separa el cuerpo sim vida de Tom, hasta que viene mamá con unos tíos que cogen a Tom, cierran en ataúd y se lo llevan, nosotros les seguimos, y llevan a Tom al ligar donde están las lápida de todos, hay una con un agujero vacío, en el ataúd pone:
Tomás, Tom
Nuestro hijo, nuestro amigo, nuestro hermano, nuestro problema, lo seguirá siendo.
¿Eso lo ha puesto mi madre? Me dijo que le incinerarian.
Entierran el ataúd, nosotros cogemos un puñado de tierra y la tiramos encima, solo estamos mamá, Samuel, y yo, y luego Samuel se va, bueni, se lo llevan los policías, ha estado aquí tres cuartos de hora, pero ha sido más intenso que todo lo demás de está tarde.

Llegamos a casa, y me voy a dormir, ni siquiera ceno, y mi madre no sé lo que hace, yo me quedo en mi cama, con los auriculares puestos y la música a tope. Llevo exactamente dos horas tumbada en la cama escuchando música, no he oído ningún ruido, llevo aquí desde las ocho, y son las diez, me levanto de la cama para ir a ver a mi madre pero tengo mucho frío, y ella querrá estar sola, lo necesita, igual que yo, igual que papá, me pregunto donde estará, ¿estará en casa de los abuelos? O a lo mejor a ido a casa de algún colega del trabajo, no sé, ahora me da igual, me da igual todo. Tengo la sensación de que estaré las próximas tres semanas sin salir de casa, nisiquiera al paki de debajo de mi casa, Carla ya se va mañana de vacaciones, nosotros este año no iremos, no me extraña, pero bueno, sola en mi cama estoy bien, de puta madre, escuchando música con los auriculares a tope, leyendo, aislada del mundo, y tengo excusa para estar así, o sea que nadie puede juzgarme, y aunque alguien lo haga, me daría igual. Ahora solo quiero estar así, haciendo exactamente lo que estoy haciendo, y lo seguiré haciendo, hasta que me canse de no hacer nada.

A pesar de todoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora