Voices [CHANGLIX] {Stray Kids}

× Twentieth Part ×

Todo el mundo estaba allí, agobiándole a disculpas y regalos. Changbin les decía que no hacía falta, que se fueran; pero la gente seguía llegando.

Jeongin se sentó a su lado, casi sin poder pasar por el tumulto de gente. - ¡Dios! Cuanta gente. Pareces idol.

- Ya - respondió el otro - Vayanse, en serio. No hace falta nada de esto.

Mientras le gente se dispersaba insegura, el afectado pudo ver la cabellera pelirroja de Félix alejarse rápidamente en dirección a los baños. Se levantó de golpe y le siguió.

Estaba acompañado por un guardia y; a su paso, los estudiantes del instituto le insultaban y le lanzaban basura. Él solo huía con la cabeza baja.

Changbin se interpuso entre las bolas de papel albal y les miró de forma fulminante. Félix se paró observándole maravillado.

- ¿Por qué siempre se meten con la gente sin saber toda la verdad? Solo por lo que dicen de alguien ya se meten con esa persona. Son asquerosos - se giró hacia el menor y le tomo del rostro - ¿Estás bien?

- S-s-si... Félix pensó que no querría verle.

- ¿Por qué no iba a querer verte? ¿No recuerdas nuestra conversación de ayer?

- Pensó que... Era un sueño.

- No lo era. Voy a ayudarte a encontrarte a ti mismo ¿sí? Solo haz lo que quieras hacer en el momento en que lo quieras hacer de la forma que lo quieras hacer.

- Pero... ¿Y si molesta a otros?

- Te disculpas. Mientras no vuelvas a hacer nada ilegal.

- Vale...

- ¿De verdad estás bien? Es como si te preocupara algo.

- Félix está bien.

- Entonces... Te invito a una cita.

- ¿Qué? - el menor no creía lo que oía.

- El viernes en el cine. Tú y yo solos. Y si quieres puedo ir por las tardes a tu casa a estudiar juntos también.

- Si no te molesta... - Félix sentía que su corazón estallaría en cualquier momento. Changbin también, pero se esforzaba más en que no se notara su nerviosismo. Le tomó de la mano y caminaron juntos a clase.

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- Mis padres me abandonaron nada más nacer, dejándome en él orfanato. Nadie quería decirmelo, pero me acabé enterando de que fue un embarazo no deseado de una chiquilla de quince años. A los diez años, me adoptó una pareja de dos mujeres. Encantadoras. Durante tres años me cuidaron y criaron como a su propio hijo. Me sentía feliz, en casa. Ellas... Las considero mis madres de verdad. Pero murieron en un accidente de tráfico y volví al orfanato. Me gustaba uno de los chicos de allí. Me atreví a besarle y confirmé mi sexualidad así. Desde entonces, culpan a mis madres de enseñarme malas cosas. De que por su culpa yo también soy homosexual. Que las mujeres deben ir con los hombres y los hombres con las mujeres. Pedí que me cambiaran de orfanato porque en aquel lo estaba pasando muy mal por el acoso de los otros niños. Pero esta vez me aseguré de que no volviera a pasar. Si solo las mujeres podían estar con los hombres, sería una mujer para los demás. Pero soy un hombre. Me siento un hombre. Solo que finjo ser una mujer para que los demás no se metan conmigo porque me gusten los hombres. Aún así, aquellos chicos lo descubrieron. Descubrieron mi secretro y se meten conmigo por ello. Para evitarles, voy a bailar a ese sitio donde nos conocimos. Me siento libre cuando bailo ¿sabes?