Con el corazón a mil, observé a Will pasar cada obstáculo y cada vez daba la impresión de que fallaría pero se salvaba por los pelos. Antes de la zona donde el otro quedó aplastado por el techo, cogió carrerilla y de un salto cruzó esa zona, aterrizando sobre una piedra que sobresalía y al hacerlo, el suelo se niveló y la puerta del fondo se abrió. Will entró y en cuanto lo hizo, la puerta comenzó a cerrarse.
- ¡Rápido!
Lyon me cogió la mano y corrimos hacia la puerta por el pasillo que parecía ya uno normal, aunque no por mucho tiempo, pues en cuanto se cerrara la puerta, volvería a activarse. Entramos justo a tiempo. Realmente a Will solo le importaba su deseo, ya que nos dejó atrás. Una vez dentro, nos quedamos atónitos.
- No sé por qué pensé que ya habíamos llegado a la cueva donde está la caja...- murmuré.
- Habíamos olvidado el laberinto- suspiró Lyon.
Sacó un papel del bolsillo con un mapa del laberinto. Abrí mucho los ojos, preguntándome cómo lo había conseguido. Fuimos siguiendo el mapa hasta la mitad del camino. Entonces vimos que algo no cuadraba.
- Aquí no debería haber una pared.
Lyon parecía desconcertado. Dio la vuelta al mapa, preguntándose si lo había estado mirando al revés. Retrocedió para averiguar la posición de los pasillos alrededor y de pronto, una pared se elevó interponiéndose entre los dos. Di un salto hacia atrás por el susto. Escuché cómo el mapa de Lyon caía al suelo y luego unos golpes en la pared.
- El laberinto cambia... Esta debe de ser la mayor trampa. ¿Qué habrá hecho Will?- alzó la voz Lyon para que le escuchara bien.
Me quedé pensativa. Una persona lo primero que haría sería actuar por instinto e intentar buscar otro camino. Pero todo seguiría cambiando. Tuve una idea.
- Desde aquí, ¿en qué dirección estaría la salida?- pregunté.
- Once en punto.
- Esperaré a que baje la pared de delante y seguiré en esa dirección. Cada vez que pase de una pared que ha bajado esperaré a que baje la siguiente- le expliqué-. Seguro que no solo se elevan, también bajarán.
- Es una buena idea.
La pared de delante bajó y seguí caminando. Era todo recto hasta que llegué a otra pared y esperé que bajara. Me quedé mirando alrededor y observé que las paredes no llegaban hasta el techo. Si tuviera una escalera de mano podría haber subido y caminar por encima de las paredes, que eran lo bastante gruesas como para no necesitar mucho equilibrio. Así todo sería mucho más sencillo. De pronto, escuché un silbido. Miré arriba y vi a Will caminando sobre una pared. Tiró una cuerda y subí por ella hasta llegar junto a él. Me ayudó a subir el último tramo y me puse en pie.
- Ibas en una dirección equivocada- dijo Will.
- Pero Lyon me dijo...- callé, dándome cuenta del engaño-. ¿Cómo has subido?
- Una pared empezó a elevarse delante de mí y me subí a ella mientras aún estaba baja.
"¿Cómo no se me habrá ocurrido?" pensé. Caminamos con paso rápido hasta el final del laberinto. Estaba más cerca de lo que había imaginado.
- Oye Will... Me alegro de que estés bien. Pero ¿por qué nos dejaste atrás?
- Sucedió todo muy deprisa, cuando me di cuenta ya había entrado y una pared me bloqueó la salida. Pero esperaba que viniérais. No os ibais a quedar de brazos cruzados.
La última pared descendió mientras estábamos encima y saltamos antes de que llegara al suelo. Delante estaba la cueva.
- Hemos llegado- dijo Will.
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El deseo de un villano #Wattys2018
Teen FictionHay una isla misteriosa que guarda un objeto capaz de concedérselo, pero está protegido y nadie puede acercarse y volver con vida. Para cumplir su deseo, nuestro villano hará lo que haga falta y no dejará que nadie se interponga en su camino. Du co...