14. Dudas

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- ¿Qué ocurre?- quiso saber el cabecilla.

- Resulta que ella me es útil, al menos por ahora, así que manteneos al margen de esto. No queréis que pase lo de la última vez, ¿no?

En respuesta a esas palabras, todos tragaron saliva y retrocedieron, hicieron una reverencia y volvieron por donde habían venido. Solo el cabecilla no se dio tanta prisa. Aún no parecía satisfecho con la información recibida.

- ¿Tiene que ver con "eso"?- preguntó.

- Cada cosa en su momento, amigo. Ya lo irás viendo. Hablaremos pronto- fue la respuesta.

No esperaba que Will fuera a sacarme de una situación así algún día. Lo que acababa de suceder me inducía a pensar que él no solo tenía algo que ver con ellos, sino que realmente tenía fama y autoridad. Algo grave debió de pasar si al mencionar "lo de la última vez" todos palidecieron. No podía ni imaginar qué era eso tan horrible que les pasó por meterse en sus asuntos. Me sorprendía que Will pudiera decir tanto con tan pocas palabras y fuera suficiente para hacer retroceder a tantos.

- Te prometo que aunque ella volviera por aquí, nadie le tocará ni un pelo- dijo el cabecilla antes de darse la vuelta y volver.

- Bien- asintió Will.

Se giró hacia mí. Durante unos segundos nos miramos, y por nuestras mentes pasaron muchos pensamientos, por mi cabeza sobre todo preguntas y dudas. Por la suya quizá si debía decirme algo y qué.

- Gracias- fue todo lo que pude decir.

- Oíste lo que dije: me eres útil, de momento.

- Aun así.

- Podría contarte por qué ha sido tan fácil intimidarles, pero una señorita como tú no estaría interesada en escuchar historias que no la dejaran dormir por la noche o mirarme a la cara. Por este motivo, prefiero no dar detalles.

- Agradezco tu consideración hacia mis horas de sueño, pero ¿ni un resumen rápido sin esos detalles...?

Era verdad que no quería escuchar cosas peores que las formas de tortura que oí proponer a los miembros de esa pandilla para mí, pero tenía curiosidad por saber qué había pasado y quería aprovechar el que no pareciera esconderlo. Sin decir nada, me condujo hasta la salida del barrio y se detuvo un momento.

- Quizá otro día. No estoy aquí para charlar, tengo asuntos pendientes- dijo tomando la dirección opuesta a la que le llevaba a su casa. Solamente giró la cabeza para añadir algo más-. Además, parece que hay alguien que tiene más explicaciones que dar y tiempo para ello.

Miré detrás de mí y vi que Max se acercaba con ritmo acelerado. Por una parte, quería saber qué pretendía; por otra parte, después de lo sucedido solo quería volver a casa y olvidarme de todo. Mientras vacilaba entre una opción y otra, Max decidió por mí. Me cogió de la mano para que no me fuera, pues ya estaba a punto de escapar de esa situación e irme a casa. Suspiré, viendo que no me quedaba más opción que escucharle.

- Yo no sabía que ellos planeaban venir, tienes que creerme...- se justificó.

- Pero sabían de mí y que iba a estar ahí a esa hora- repliqué.

- El otro día intentaba hacer que confesaras, pero ahora he quedado contigo por otros motivos. No sé cómo se han enterado.

- ¿Entiendes que si no fuera por la intervención de Will podría haber acabado muy mal?

- Yo le pedí a Will que fuera, le puse en situación y le prometí un favor a cambio si te sacaba de ahí- confesó.

Me relajé. Estaba un poco decepcionada, creí que Will tenía algo de bueno en él, pero aún tendría que esperar a verlo, pues ese no era el momento. Al ver que ya no tenía prisa por irme, me soltó la mano. Dimos un pequeño paseo y llegamos al lugar donde habíamos quedado para la cita. Me quedé pensando en lo que habían hecho Max y Will, Max prometiendo lo que fuera por ayudarme y Will accediendo... Pero ¿accedió porque le interesaba el favor o...?

El deseo de un villano #Wattys2018Donde viven las historias. Descúbrelo ahora