Regresando A Hillwood.

Interrogatorios.

Hillwood es una ciudad tranquila, casi siempre a la espera de algo interesante para contar...

Ya en la estación, todos entraron y se sentaron en una especie de sala de estar que había a lado de las oficinas.

-Vamos a informarle a nuestro jefe que ya estamos aquí y regresamos. - dijo Brainy más que nada mirando a Helga.

Arnold se sentó lado de Sid y Helga en un sillon a parte. Los tres sin decir nada, demasiado nerviosos.

El teléfono de Arnold no dejaba de vibrar, mensajes por doquier preguntándole sobre lo sucedido, él decidió no contestar a nadie, solo a Gerald y a Azul.
Sid pensaba y pensaba.
Helga trataba de no pensar.
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-Buenos días, muchachos. - les saludo Jessi.

-Buenos días, Jess ¿esta disponible? - preguntó Brainy señalando la puerta del jefe.

-Si, los espera. - dijo ella y se fue rápidamente.

-Buenos días, jefe. - dijo Jason al entrar.

-Buenos días, detectives ¿qué tienen para mí? -

-Le venimos a informar que tenemos a Shortman, Pataki y Wadenose bajo nuestra custodia, iremos a interrogarlos en este momento y Wadenose tiene las cartas. -

-Quiero algo que me ayude a saber quién es el idiota que está jugando a asesino. Traiganme algo que sirva. -

-Si, señor. - dijo Brainy y los dos salieron.

-¿Y ahora? -

-Improvisemos. - respondió Jason.

Regresaron a la sala y notaron que Arnold estaba parado hablando por teléfono y Helga y Sid seguían en sus lugares sin hacer nada.

-¿Arnold? -

-Voy, Brainy, es mi madre. -

Colgó después de unos segundos y se acerco.

-Bien, en primer lugar, Sid... Necesito las cartas y que... -

-Brainy, amigo, aprecio mucho a los rubios pero yo daré mi declaración de los hechos y enseñaré las cartas en un interrogatorio privado.-

-¿Qué tiene de malo? - espetó Helga molesta.

-No quiero que escuchen ustedes, solo eso. Si no, no cooperó. -

-Bien. Vamos. - dijo Brainy.

Al irse Jason se quedo viendo a los rubios.

-¿Algún enemigo en común? - les dijo tratando de no quedarse en silencio.

-Alguien resentido por mi pasado puede ser y él no creo, ha ayudado al prójimo como dice la Biblia desde que tiene memoria. -

-Parece que me voy, ella sabe toda mi vida. - dijo Arnold sarcástico.

-¿Prefieren interrogatorios por separado? -comentó Jason visiblemente incomodo.

-Si, por favor. - dijo Arnold.

Helga rodó los ojos, le extraño la actitud de él ¿por qué estaría enojado? No lo sabía.

-Me llevare al señor Shortman, Helga, luego viene Brainy.-

Esto es pura mierda. Pensó la rubia.

-¿Y que le vas a preguntar genio? No sabemos con certeza si Sid tiene más información para ustedes, mejor ve con Brainy y ayudalo o no sé. Necesito recordar la carta, lo he olvidado y, y...-

-Helga, deja que hagan su trabajo. -

-Callate, Arnoldo, no tiene caso un interrogatorio sin saber que tiene que decir Sid primero. -