Regresando A Hillwood.

Azul En Hillwood. (24)

El avión con toda la clase de la Secundaria Red llegó a Hillwood. A diferencia de como se fue, ahora venía con unos abuelos que ayudaron, unos padres a los que se salvaron y cierta joven de una tribu perdida, vestida de verde y con marcas abajo de los ojos. Sus impresionantes ojos verdes se abrían curiosos por la ventana.

-Hay gente fuera. - dijo y Arnold vio.

-Periodistas. - comento él en voz alta y la bulla entre la clase empezó.

El profesor Simmons pidió calma.

-Chicos, chicos, como su profesor a cargo espero cumplan con mis instrucciones. Al bajar eviten lo más que puedan hablar con la prensa. Señores Shortman no sé si ustedes estén cómodos con resolver unas dudas pero nosotros nos movernos con prisa a un autobús que solicite por la secundaria que debe estar a las afueras del aeropuerto.-

-Estamos con usted, Señor Simmons.-dijeron ellos sonriendo.

-Bien, pues cuando bajemos vamos directo al autobús y luego... -

-¿Y nuestras maletas? - pregunto Harold.

-Si, mis maletas. - dijo Sid.

-Luego nos las envíara el aeropuerto, pedí ese favor. -

-Si usted lo dice. -

-Allí están mis llaves. - dijo Gerald de mala gana.

-Te puedes quedar con nosotros mientras, viejo. - dijo Arnold y Gerald asintió.

-Bueno. Entonces ya saben... -

-Favor de ponerse los cinturones de seguridad el avión está a punto de aterrizar. - sonó la voz de una azafata anciana.

-¿Qué pasa ahora? - pregunto tímida Azul a Arnold.

-Tranquila, se moverá un poco el avión. -

-¿Un poco?-

El avión hizo su aterrizaje y Azul atemorizada suspiró cuando Arnold le dijo que ya era hora.

-Nunca quiero subirme a este pájaro grande. - dijo siguiéndole.

Arnold rió.

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Azul entró a la casa de Huéspedes y quedo asombrada. Jamás había visto una casa tan grande por dentro y se sentía en un castillo. Sintió tristeza por ser la única de su tribu que vería tal cosa pero trato de sonreír. Su padre confiaba en los Shortman para protegerla.

-¿Aquí viviremos? -

-Si...-dijo sonriendo Arnold.

-Es impresionante. -

-Y solo es la parte de abajo. -

-¿Hay más? -

-Parece que nada a cambiado. - dijo Miles optimista.

-Sin embargo ha pasado tanto tiempo. - dijo Stella viendo a Arnold subir con Azul.

-Hijo, nuera... Sean bienvenidos y por favor no vuelvan a irse. - dijo Phil tragando fuerte y Miles no pudo evitar una lagrima.

-El pequeño Kimba los encontró y no los dejará ir sin él. Me alegro tanto de tenerte de vuelta, hijo. - la abuela lo abrazo y él lloro más.

-Ahora seremos una familia. - dijo Stella.

-Siempre lo hemos sido, solo que estaban lejos. - dijo Phil.

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-Y esta es mi habitación. -

-Waaaw... Puedes ver el cielo y Waw un artefacto con tu cara. Waw, un pequeña cama... Waw... -

-Si...-dijo Arnold nervioso.

-Arnold... Papá... Lamento mucho que ya no estén en este plano pero siento que ellos nos cuidan. Los muertos nos protegen ¿verdad? -

-Azul... -

-Creo que debería quitarme la pintura. - dijo viéndose en un espejo.

Su tez morena, su vestido azul de tirantes, su cabello largo trenzado y esos grandes ojos verdes con esas marcas.

-Te ves bonita así. -

-¿De verdad lo crees así? - se volteo apenada.

-Si... Pero si tu no te sientes cómoda. -

-Pues... Quiero encajar. Me cortare el cabello igual. -

-¿Por qué? -

-He cambiado de lugar y he cambiado de padres. Estoy mudando. - comentó misteriosa en su idioma natal y Arnold no supo que decir.

Ahora soy una Shortman.

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