Regresando A Hillwood.

Centro.

Ya en el coche los detectives se disponen a ir a ver a Katy, una criminologa muy inteligente. Esperan encontrar huellas o algo en la fina escritura del autor que los pueda ayudar en el caso.

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Mientras tanto el autor del asesinato está en casa, cocinando para él y su gran perro.

Arnold... Estas destinando al sufrimiento al igual que yo a el fracaso. Helga... Te arrepentirás de todo. Piensa muy feliz mientras tararea una canción navideña.

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Ahora vayamos con cierta joven de tez morena que va contoneando sus caderas hacia la salida de la Universidad de Hillwood.
La llaman por teléfono y contesta alegremente mientras espera el autobús.

-Aló. -

-Que bueno que contestas. Te tengo un gran chisme ¿Recuerdas a Lisa? Dicen que termino con Ron porque él es un hijo de mami que no lo dejan salir y... -

-Kim ¿viste las noticias? Creo que eso es mucho más interesante que... -

-No hagas esto, amiga.

-¿Qué? ¿Interesarle en lo que pasa en mi ciudad? Tenemos que tener cuidado, Kim... -

-Ay, mejor dejemoslo aquí odio cuando te pones de fastidiosa, Tim, este es un chisme recién salido del horno y me sales con asesinatos y así, te afecta lo que estudias. -

-¿Derecho? ¿Estas hablando en serio? -

-Y eso es solo porque tu papá no te dejo ser policía. -

-Como sea... Es horrible y tu no sabes pero yo conozco a los mencionados en el noticiero de esta mañana. -

-¿Cómo? -

-Si, Arnold y Helga son amigos de Gerald. -

-¿Neta? Que bien pero pasando a lo de Lisa y Ron... -

-Te voy a colgar ya llego el autobús. -

-¡Tim! -

-¡Criminal, Kim! - dijo riendo Tim.

Así diría Helga Pataki... Como quisiera poder ayudarlos... Tal vez Gerald...

-¿Va a subir?- el chófer era un hombre ya grande que siempre estaba serio.

-Buenos días, señor Murray.-dijo la alegre universitaria.

-Buenos días, Timberly,de regreso a Hillwood. -trató de sonreír.

-Pues ¿me queda de otra? -

-No lo creo. Atrás de la línea amarilla. -

Timberly se sentó y se puso los audífonos pensando en lo complicado que la debían tener los detectives.

Arnold ha ayudado a casi todo Hillwood y Helga a insultado a la mitad... Pero si quitamos a sus amigos, a mi y a las mujeres porque no creo que algo tan feo como un asesinato y si la violaron como se supo con Olga... No, mujer es difícil... A ver.

Saco una libreta y empezó a anotar los nombres de los que conocía que Arnold ayudó. Llegando a su casa buscaría el archivo del censo de la ciudad.

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Ronald es un chico muy peculiar, aunque casi nadie de sus amigos sepa de su pequeña obsesión y como lo llamaban los de la P. S. 118 él sigue manteniendo en secreto su amor a los chocolates, tiene un mini refrigerador en su cuarto lleno de chocolates de todos los tipos y nunca esta vacío, su ama de llaves se encarga de abastecerlo con lo que su madre lleva a casa cada quincena.