Capítulo 1

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 Narra Bea:

Era otro día normal, lunes, me había levantado antes para dejar el desayuno preparado a mi hermana pequeña, Marta. Ella me había dicho durante toda la semana, que tenía un examen importantísimo hoy.

Está estudiando con una beca, como yo en su día. Quiere trabajar haciendo diseño gráfico, o diseño gráfico en libros, que es lo que yo hago en la empresa.  Yo acabé mi carrera el año pasado, y siendo sincera, quería volver a España, allí tenía a mis amigos, a mi familia, todo. Cuando propuse la idea, mi madre me dijo, que mi hermana pequeña no se podía quedar sola en Estados Unidos, y me da tanta pena que tuviera que renunciar a sus sueños, que decidí buscar un trabajo aquí, al menos hasta que ella acabara. 

Desayuné, tome una ducha rápida, pero me dió tiempo a pensar tantas cosas. Una de ellas era como me había cambiado la vida en menos de seis meses. Mi jefa me había nombrado como su "mano derecha", me había dado el cargo de directora jefe en uno de los proyectos más importantes para el diseño de un best seller, su propio best seller. Nadie sabe la ilusión que me hacía formar parte de ello. Compartíamos muchas cosas, y además para mi, era como una madre, cosa que agradecía por estar tan lejos de mi casa y mi país. 

Me vestí para ir a trabajar, teníamos una reunión hoy, con uno de los jefes de la empresa vecina, "Since Street", quería colaborar con nosotras para seguir creciendo como empresa. Así que me puse un traje negro con una camisa blanca que tenía bastante escote, no sabía muy bien para que me lo ponía, sino había nada que resaltar. Tacón alto, agarré mi gabardina negra y mi fular y me dispuse a salir.

Antes de irme dejé una nota escrita a mi hermana encima de la mesa de la cocina:

"Tu eres arte de por sí, no te hace falta más, que confiar en ti misma.

Suerte, pequeña. Te quiero"

Cerré con cuidado de no hacer ruido y me dirigí al coche que mi jefa me había asignado como "el de trabajo", y digo eso, porque yo no tenía otro. Era un Hummer H5 en negro mate, espectacular. 

A medida que me acercaba a la oficina, veía muchos coches de policía, y me extrañó aun más, cuando empecé a ver una aglomeración de gente que se detenía en la entrada del gran edificio "Art Lovato", giré a la derecha para entrar al parking privado del edificio cuando vi, como la policía intentaba quitar a los fotógrafos de la entrada. Me de tuve con un frenazo en la cuesta del aparcamiento subterráneo, cuando uno de los policías me detuvo.

- Policía: Buenos días señorita, ¿podría mostrarme su acreditación?

El revisó mi permiso y me volvió a mirar, antes de decir.

- Policía: ¿García?

- Bea: Sí.

- Policía: Pase, la están esperando para tomarla declaración.

- Bea: ¿Qué?, ¿declaración de qué?, ¿que está pasando?

- Policía: ¿No sabe nada, señorita?- Me miró desafiante, cosa que causó mucha molestia en mi.

- Bea: No, si supiera algo no preguntaría, señor. Y créame que no estaría perdiendo el tiempo aquí parada.- El miro hacía abajo esbozando una sonrisa y volvió a mirarme.

- Policía: La señora Lovato lleva desaparecida dos días. Así que por favor, si su tiempo es tan valioso, haga lo que la he pedido.



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