17. Sala de práctica

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Después de aquella salida el domingo, Jimin decidió tomarse un tiempo libre dejando a Hoseok confundido por su actitud.

Para el día siguiente, el pelirojo no recibió mensaje alguno del señor Min por lo que decidió emprender su día en la academia. Era lunes y estaba infestado de jóvenes bailando en los pasillos, estirando sus cuerpos en la cafetería, practicando sus papeles en los salones de práctica, otros solo decidían liberar el estrés fumándose un porro en la azotea de la acedemia. Los estudiantes de dicha escuela eran de colores, unos muy buenos, otros muy malos, algunos engreídos, otros muy buena onda, problemas acá, festejos por allá, sexo, lágrimas, peleas y abrazos. Las clases se impartían en diversos salones. El de hip-hop, ritmos latinos, ballet, danza contemporánea, actuación y psicología. Hoseok asistía a casi todas, pues era de tercer grado, destacando en hip-hop, Jimin en danza contemporánea.

Ese lunes por mañana, debía estar en la sala de ballet a las siete en punto y ya llevaba media hora de retraso pues su teléfono se había quedado sin carga, por lo consiguiente, la alarma nunca sonó dejándolo babeando sobre su cama. Corriendo por los pasillos silenciosos y vacíos, pensando en una buena excusa para darle a su profesor, entró a la sala interrumpiendo una escena de "El cascanueces", donde Jimin bailaba con su pareja. Todos en la sala le miraron reprochandole su tardanza y la forma brusca de entrar pues había azotado la puerta.

Bogum lucía unas medias negras, zapatillas de ballet y una camiseta blanca que lo hacía lucir exquisito, el cabello tocando sus hombros. Bogum era el típico profesor buenote que todos deseaban tirarse, en especial las damas pero ahora mismo ese mismo hombre le reprochaba con la mirada su impuntualidad.

-Joven Jung, llega tarde.

-Lo siento, profesor Park yo...

-Basta de habladurías. Calienta el cuerpo porque necesitamos practicar tus escenas principales- Aplaudió para hacer volver la música clásica y darle vida a los bailes de todos.

Hoseok asintió comenzando a calentar estirando sus brazos, piernas, girando la cadera, los tobillos, las muñecas, practicando flexiones por casi treinta minutos. Después de ello, todos se sentaron sobre el suelo rústico, rodeando el salón y observar el baile de Hoseok con Seulgi, la chica protagonista del Cascanueces. Ambos tomaron posiciones mientras el profesor chasqueaba los dedos marcando los tiempos.

Hoseok comenzaba arrastrando los pies, los brazos hacia atrás, marcando un círculo junto a Seulgi, era la escena del encuentro de la pequeña con el soldado. Una reverencia marcó la marcha de su baile, donde ambos bailaban de puntillas estirando los brazos, girando sobre su eje para que el pelirojo tomara la cintura de su compañera y elevarla en el aire mostrando sus largas piernas estilizadas. Una vez en suelo, ambos tomaron vuelo para saltar y estirar sus piernas en línea recta, con la espalda formando una C, como gaviotas en pleno vuelo.

-¡Hoseok! ¡Marca más tus líneas!

El chico asintió mentalmente, moviendo sus brazos en el aire a la par de Seulgi dibujando alguna especie de espadas que se intercalaban junto a las de su compañera. La canción subía el ritmo haciendo que ambos apresuraran sus movimientos marcando cada uno de ellos como si les fuesen tomadas fotografías en su andar.

-¡Más rápido! ¡Hoseok, te estás quedando atrás!

El chico tomó aire para seguir y ponerse al corriente. De nuevo, tocaba otra cargada pero sus brazos le fallaron sin lograr alzar a su compañera, quién le observó molesta.

-¡Okay! ¡Alto! ¡Apaguen la música!- Bogum Aplaudió haciendo que todos se pusieran de pie. -Todos a las barras. Estiren y marquen sus líneas. Hoseok, ven aquí.

FANTASY【YOONSEOK】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora