FANTASY【YOONSEOK】

24. Cambios

Despertar junto a Yoongi era una de las maravillas por las cuales Hoseok tenía un día perfecto. Hoseok demostró su felicidad en cada ensayo de ballet, ya no escuchaba los regaños de sus profesores, al contrario, lo felicitaban por los pasillos, tanto, que encabezaba el tablero de mejores bailarines dejando en segundo lugar a su mejor amigo Park Jimin, quién ahora parecía estar distraído.

Alejó a Bogum después de una intensa charla donde reveló que salía con Min Yoongi, hubo asombro al principio pero después lo aceptó dejándole el camino libre pues sabía que saldría perdiendo una vez que intentara retarlo, aunque de vez en cuando mostraba su inconformidad castigando a Hoseok por cualquier cosa mínima que hiciera mal como: charlar a hurtadillas con Jimin, fallar por un segundo bajo el ritmo de la música, no tener las líneas rectas delis brazos y cuello, inclusive por no actuar bien, era ridículo pero Hoseok lo soportaba pues era el profesor y debía escucharlo aunque a veces se pasaba de ridículo.

Hoseok nunca le contó a Jimin sobre su relación con Bogum pues despertaría en él sus sospechas sobre cómo obtuvo el papel protagonista en el ballet del Cascanueces que se presentaría en invierno. Su amigo parecía distante, hablando mal de un reciente chico que conoció, estando de mal humor casi todo el día; habían perdido el hilo de amistad desde que Hoseok salía de la academia para irse directo al departamento de Yoongi, sus encuentros ya no eran a hurtadillas en el hotel carísimo y agradecía eso pues demostraba el auténtico cariño que sentía por él. Había pasado de ser el baby boy a la pareja misteriosa de Min Yoongi del que los medios de espectáculos hablaban puesto que siempre trataban de ocultar su identidad porque así lo quería Hoseok, de lo contrario todos pensarían que sus esfuerzos habían sido pagados por un riquillo y no lo deseaba de esa forma. Por eso siempre usaba cubrebocas, lentes o gorros al salir con su pareja.

Todo giró con tanta rapidez que no se dió cuenta el momento en que vivía ahora junto al amor de su vida. A veces lo esperaba en casa hasta su regreso por las noches para llenar de sexo la cama, la sala, la cocina, el baño; otras veces él se atrevía a visitarlo a su despacho de negocios para desestresarlo con besos, caricias y mamadas bajo la mesa; muchas otras veces solo pasaban el rato entre sábanas observando las puntas de los edificios mientras el sol se ocultaba, charlando un poco, bebiendo champán o comiendo helado.

Hoseok amaba los tiempos perfectos que estaba pasando junto a Yoongi, claro, eso antes de que él se atreviera a preguntarle:

-¿Y si le decimos al mundo que eres mío?

Hoseok frunció el ceño acomodándose sobre su codo buscando la mirada del pelinegro.

-No. Ya hablamos de eso Yoongi. No quiero que todos piensen que me pagaste la academia o que usaste tus influencias para que obtuviera un papel importante en el ballet.

Yoongi sonrió.

-Pero si yo te pago la academia.

-Eso es porque no me has dejado otra opción- El pelirrojo rodó los ojos. -Te dije que buscaría un empleo.

-¿Y dejar que alguien más se atreva a coquetearte? No, gracias.

Desde que estaban juntos, su forma de pensar había cambiado con respecto a Yoongi, ya no lo veía como el ancla que aseguraba su futuro sino como un hombre al cual le pertenecía en cuerpo y alma. Ya no le importaba el dinero era por eso que cedió ante la propuesta de que su novio le pagara la academia.

-Exageras... sabes que eres al único al que amo- Levanta la mano para acariciar su mejilla con barba incipiente haciéndole cosquillas.

Yoongi sonrió acercándose para besar sus labios con ternura.

-Espero que sea para siempre.

-Así será.

Ambos se fundieron en un abrazo disfrutando de la respiración del contrario. Hoseok amaba la sensación que recorría su piel tras escuchar las palabras que aseguraban su futuro.