Yoongi observó a su nueva presa de pies a cabeza. El chico rondaba en los veinte. Jovial, fresco y como lucía en sus fotos, bellísimo pero la mirada con el que lo escrutaba era diferente a la pizca de felicidad en las redes sociales ¿Qué pasaba? ¿Acaso era obligado a cenar con un extraño?-Toma asiento, por favor- Dijo Min levantándose para ayudarlo pero el chico le cortó el rollo de inmediato sentándose casi molesto.
Detestaba los berrinches, las malas conductas, la desobediencia y vaya que su palma hormigueaba con las tremendas ganas de azotarlo. Sí, a Yoongi le iba al BDSM. Su ritmo cardíaco aumentaba al ver la mandíbula del chico moverse con desespero.
-¿Podrías dejar esa goma de mascar? ¿No te enseñaron modales?
-Vayamos al grano ¿Donde está el contrato?- ¿Modales? ¿De qué hablaba este idiota? Claro, el rico mofándose de su grandiosa educación de etiqueta.
Hosook sabía muy bien que le estaba tocando las pelotas a ese hermoso y sexy millonario ¿Porqué un restaurante lujoso? ¿Deseaba humillarlo? ¡Mierda! Deseaba tirarle el vino sobre su pulcro traje de negocios. Le estresaba tanto ver lo perfecto que era, desde su porte brillante hasta su hermoso rostro varonil. Su energía imponía sobre su cuerpo, tanto que se removía sobre su asiento en una forma de molestia ¿O es que deseaba llamar su atención?
No podía negar que tan solo verlo, anhelaba pasar su lengua por su fuerte mandíbula. Se vió embrujado por la felina mirada de aquél hombre de por lo menos treinta años. Joder, era un gran prospecto.
Tomó la carpeta que Mr. Min le extendía tocando accidentalmente sus dedos suaves provocando una descarga de adrenalina. Debía despojar todos sus pensamientos lujuriosos.
-Este es el contrato. Tiene términos favorecedores para ambos, por su puesto, a mi favor- Le escuchó hablar con aquella voz ronca.
Hoseok evitó mirarlo, de hacerlo, sucumbiría a todo sin pensarlo dos veces y no, ya había metido la pata una vez. Había aprendido la lección tras amarrarse durante seis eternos meses con un viejo rabo verde.
"Blah, blah, blah... sexo con protección... blah, blah, blah... revisiones médicas... blah, blah, blah... sumisión en todo momento... blah, blah, blah... castigos duros... blah, blah, blah... actos de BDSM... blah, blah, blah... 5,000 dólares semanales, más peticiones extras..."
¡¿QUÉ?! Eso era demasiado. Mucho dinero. Levantó la mirada topándose con el escrutinio del hombre frente a él.
Dejó de masticar.
¿Quién era él? ¿Un CEO? ¿Un Idol? ¿Un millonario loco por un culo? Mierda. Lo que sea que fuera, aseguraba todo su maldito futuro en un año.
Tomó la pluma a su lado y firmó sin pensarlo. Estaba anclado a una vida llena de lujos y felicidad por un tiempo muy largo. No se molestó en leer las letras pequeñas.
Yoongi frunció el ceño.
-¿No deseas modificar nada?
-No ¿Y tú?
Yoongi sonrió con sensualidad y eso provocó un paro cardíaco al moreno.
-En lo absoluto- Murmuró firmando con delicadeza para después abrir una botella de champán y servir en ambas copas. -Salud, por nuestra futura vida de placer mutuo.
Hoseok tomó la copa y brindó con aquél hombre a quién odiaba y deseaba.
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FANTASY【YOONSEOK】
Storie d'amoreJung Hoseok es un estudiante en la academia de ballet más importante de Corea. Está decidido a perseguir sus sueños de ser el mejor y mayor reconocido bailarín de su país aunque algo se lo impide. Dinero. Por ello, decide buscar a un Sugar Daddy qu...