10. Miedos

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Hoseok seguía sentado en la suavidad de la cama, cubriendo sus partes íntimas con las sábanas mientras observaba atento la forma agraciada en que el señor Min se deleitaba con un filete en su punto. Desde el simple agarre de los utensilios, el delicado corte de la carne, los labios cubiertos por una capa de grasa, el sonido suave de su masticar con la mirada en su champán de antigüedad. Ese hombre imponía hombría desde cualquier punto de vista. Era hermoso.

Se sentía triste de no poder besar sus finos labios y averiguar si la carne de verdad estaba deliciosa pero por ahora debía conformarse con observar de lejos pues el señor Min tenía el ceño fruncido y de vez en cuando soltaba un suspiro pesado. Sí, estaba enfadado por la sangre seca que pintaba lo labios de Hoseok. Se molestó al ver que su bebé estaba lastimado por su torpeza. Hoseok le había contado todo lo que había ocurrido en su casting omitiendo -obviamente- la seducción de Bogum, de lo contrario, estaría siendo pateado por el culo.

Las miradas que el señor Min le lanzaban lo hacían sentirse como un cachorro regañado. Encogido de hombros jugaba con sus dedos hasta que escuchó su celular sonar. Debía ser un mensaje. Estiró el brazo para alcanzarlo sobre la cómoda.

-¡Eh!- Se detuvo al escuchar al señor Min. -Nada de distraerte con el teléfono cuando yo esté aquí.

Yoongi disfrutaba ver el lindo rostro de Hoseok siendo castigado. El leve puchero y sus ojos brillantes. Se levantó de la mensa lanzando la servilleta y acercándose a su bebé. Levantó la mano para acariciar la mejilla de éste, resbalando hasta su mentón para levantarle la vista.

-Cariño, te he dicho que te cuidaras y mira lo que tienes en los labios. No podré besarte hasta que te recuperes y eso me frustra mucho.

Dijo en un tono suave para sorpresa de Hoseok. Se escuchaba incluso culpable por ver a su bebé así de lastimado.

-Lo siento, Daddy- Susurró.

Yoongi sonrió ante tal ternura que mostraba Hoseok por lo que se acercó para besar sus labios aunque sea solo un toque leve, casi sin tocarlos.

-Te quiero pequeño pero eres muy tontito.

Hoseok sonrió ante tal frase. Se removió para sentarse a horcajadas sobre las piernas del señor Min. Abrazó su cuello con sus brazos y unió sus frentes.

-Lamento mucho hacerte pasar un mal momento, Daddy... pero quiero compensar mi error.

-¿Ah sí?

-Sip- Movió sus caderas en círculos lentamente despertando el pene de Yoongi formando una dureza entre sus piernas, atrapada en los bóxers del pelinegro.

-Ahhh...

Sintió sus enormes manos atrapar sus nalgas, apretando con fuerza para ser azotadas.

Yoongi sintió el calor arremolinándose en su cuerpo tras la estimulasión de su pequeño. Gimió un par de veces hasta que se removió un poco liberando su pene erecto.

Hoseok sintió la saliva inundar su boca. Deseaba chuparla con devoción pero por ahora debía complacer al señor Min. Levantó su peso para acomodarse y recibir el miembro en su entrada. No fue difícil aunque el pene del señor Min era grande y grueso, así que preparó su cuerpo hundiendo la punta brillante para comenzar a empalarse lentamente, sintiendo como si entrada se expandía más y más bajo el calor de sus cuerpos. Gimió suave sobre los labios del pelinegro cuando se sintió lleno. Era increíble, por primera vez sintió que el tamaño y grosor eran perfectos para su cuerpo, siempre terminaba insatisfecho con los hombres pero ahora se había llevado una sorpresa.

Yoongi mordió su labio cuando su miembro se rodeó de un calor tan excitante como el infierno. Su miembro estaba muy hinchado por la excitación. Tomó aire mientras esperaba a que su pequeño se acostumbrara a su tamaño. Sonrió orgullo por darle el placer al chico. Le dió una nalgada reanimando a su chico.

-¿Listo, cariño?

-Sí, Daddy- Susurró.

Yoongi no lo pensó dos veces y comenzó a mover sus caderas con suavidad. Tomó a Hoseok de los muslos para levantar su cuerpo y así liberar el movimiento de sus embestidas. Primero fué paciente, entrando y saliendo, bajando y subiendo constantemente disfrutando de los gemidos sexys de Hoseok mientras su pene era acariciado por la estrecha entrada.

Hoseok tocaba el cielo y las estrellas tras sentir su entrada llena y vacía en un intervalo de segundos perfecto.

Pronto, Yoongi decidió acostarse en la cama por el cansancio en sus brazos al sostener el cuerpo de Hoseok. El menor, se acomodó sobre el señor Min levantando las caderas, dejando el acceso libre para ser penetrado con más facilidad.

-Más... -Gimió con los ojos cerrados.

Yoongi levantó la mano que sostenía su muslo para estrellarla contra la mejilla de Hoseok.

-¿Más qué?

Hoseok gimió de dolor y placer al sentir la bofetada ardiendo en su mejilla.

-Más rápido, Daddy. Fóllame como a una puta, por favor...

Yoongi sonrió satisfecho tomando sus muslos con ambas manos preparándose para la siguiente acometida donde movía sus caderas con fuerza penetrándolo con rapidez. Golpeando sus caderas la una contra la otra, creando un sonido sucio de sus cuerpos chocando. Podía ver incluso como su pene desaparecía en la entrada de Hoseok para después salir y volver a entrar varias veces seguidas en un ritmo constante.

-¡AH, AH, AH, AH, AHHHHH!

-Vamos, pequeña puta... gime- Azotó sus nalgas hasta pintarlas de rojo.

-¡AH, AH, AHHHH!

-Dámelo todo.

Hoseok se sentía mareado por el éxtasis al que su cuerpo era sometido. Nunca antes había experimentado ese tipo de placer en su cuerpo, era como permanecer en una línea donde la felicidad se relacionaba a la perfección con la paz. Su cuerpo deseaba vivir ahí por siempre.

Yoongi tomó su cuello y comenzó a asfixiarlo mientras se deleitaba con aquél rostro placentero que obligaba a su miembro hincharse amenazando con eyacular.

Hoseok explotó cuando la sensación asfixiante y el placer derramando sus fluidos por todo el estómago del señor Min.

Yoongi gruñó dando un último empollón profundo, llenando así a Hoseok con su semen.

-Ahhh... joder...

Hoseok se dejó caer sobre el cuerpo pálido de su Daddy controlando su respiración. Yoongi acarició el cabello de su pequeño sonriendo al sentirse satisfecho por la reciente sección de sexo.



[...]




Hoseok había sido obligado a meterse a la ducha por el señor Min. Mientras dejaba que el agua tibia lavara las impurezas sexosas meditó un poco bajo una sonrisa la forma tierna en que el señor Min había cuidado de no lastimar sus labios durante su sesión de sexo, estaba asustado de su corazón latiendo. Le pareció muy lindo aunque su burbuja estalló cuando el señor Min recibió una llamada extraña y lo obligó a meterse a la ducha.

Cuando salió con una toalla envuelta en la cintura se encontró con la sorpresa de su ausencia. Sobre la cama había un hermoso ramo de flores y una nota.

"Lo siento cariño pero tuve que irme temprano. Pedí la cena para que comas algo y dinero para el taxi.

Te quiero,

MY"

FANTASY【YOONSEOK】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora