•UNO•

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Changbin podía admitir que cada día dormía peor, no era solo el calor del verano que transcurría en Seúl lo que provocaba que sudara como si se encontrara en un sauna y le impedía dormir ante la pegajosa y desagradable sensación de sudor nocturno, si no que había comenzado nuevamente con las pesadillas.

Recordaba ese día como si hubiese sido hace solo unas horas, hacía un calor horrible en ese cuarto y Changbin sudaba de una forma terrible, había incluso llegado al extremo de sacarse el saco y quedar solo en camisa y corbata, mientras esperaba que el hombre que tenía en frente hablara algo.

- bien, es última vez que te preguntaré, ¿por qué cortaste nuestra droga con bicarbonato? ¿sabes cómo dañas nuestra reputación? Un niño se ha apropiado de un barrio completo por tu culpa -escuchó que dijo Jisung con calma. Su amigo se encontraba sentado en una silla plegable, estaba sentado al revés, por lo que abrazaba el respaldo de esta. Giró un poco su cabeza al ver como el hombre negaba con la cabeza, estaba estaba roja carmesí debido a la sangre que se dirigía a esa zona al estar amarrado y colgado de los pies.

- n-necesitaba el dinero -le balbuceó como pudo, los tres chicos podía notar como le costaba respirar ya, llevaba tal vez cuatro o cinco horas en esa posición- por mi esposa y mi hijo -le gruñó al hombre de los mofletes grandes. El hecho de que nombrara a su familia logró que por primera vez en toda la tarde Chan apartara su vista de la ventana y lo mirara, con una mirada neutral pero maternal a la vez.

- eso no nos interesa -le dijo Jisung antes de levantarse y patear la silla, haciendo que el hombre se exaltara y se removiera, pareciendo un capullo mecido al viento.- tus esfuerzos son en vano, sinceramente -dijo antes de hacerle un ademán con la mano a Changbin aún sin apartar la vista del hombre que vendía sus drogas para vivir. Con un poco de prisa, caminó a una puerta del cuarto y abrió la puerta, dentro de ese armario se encontraba la mujer y el niño por el cual dicho hombre se había sacrificado de forma tan riesgosa. De un solo tirón, paró a la mujer y la sacó de ahí, arrastrando al niño que se aferraba a las faldas de ella y la paró frente al hombre. A pesar de los golpes que les habían provocado el trío, era una mujer hermosa, tenía la piel lechosa y ojos grandes en comparación a la mayoría de los coreanos, su pelo era largo y brillante, combinando con sus ojos, los cuales ambos eran de un castaño oscuro. Ahora su piel estaba adornada por marcas violáceas y azules, un par de cortes y un patrón de quemaduras de metal caliente en su rostro. Detrás de ella se colocó el niño, quien lloraba de forma asustada, arruinando de cierta forma los rasgos que había heredado de su madre- mátala, ya -gruñó.

Es su acción la que le generaba las pesadillas, Changbin sin pensarlo sacó una revolver de el porta armas que llevaba a la altura del pecho, le sacó el seguro y le disparó en la frente, un poco más arriba de su entrecejo. Eran los gritos desgarradores del niño junto con sus ojos grandes y las gotas de sangres en su rostro lo que hacía que saltara jadeando en su colchón y luego no pudiese conciliar el sueño.

Eran las 03:25 de la mañana y se abanicaba con una libreta mientras estaba sentado en la ventana, mirando a la calle y de forma ocasional al cielo. A veces pensaba que hubiese sido del niño si no lo hubieran abandonado en la carretera de noche, luego de hacer desaparecer los cadáveres de los padres tras el mandato de Andre, el jefe de la mafia, mejor conocido como "X". Luego de que mataran a ambos padres, a Changbin le tembló la mano al poner el cañón contra su cabeza, por lo que Chan decidió cargarlo mientras ellos tiraban los cuerpos al mar. Recordó como se hizo un nudo en su garganta cuando X les sugirió primeramente que fuese arrojado al mar, pero luego les dijo "déjenlo en la carretera cuando oscurezca, que el destino decida por él". Fue noticia nacional cuando un niño que había aparecido en una carretera había sido atropellado de forma brutal por un auto que transitaba por ahí, duró un par de días, hasta que se declaró que el niño era huérfano y no tenía familiares. Realmente Chan había entrado sin problemas al sistema de la policía y había eliminado los datos. Todo eso había ocurrido hace un año ya, casi por la misma época.

La última carta ~Changlix~ [P A U S A D A] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora