La última carta ~Changlix~ [P A U S A D A]

•DIEZ•

Era un poco hipnotizante mirar a Felix preparar café en la máquina. No era en sí el resultado, era el actuar del rubio a la hora de hacerlo, ver como fruncía levemente sus labios a la hora de depurar la máquina, de colocar los paños para su trabajo de forma ordenada, de formar la pastilla de café. Changbin había sacado un banquito y lo había colocado casi al frente de donde se encontraba el australiano, respetando la barra que les separaba. 

- ¿cómo terminaste preparando café? -le preguntó el pelinegro mientras apoyaba sus codos en el inmueble y colocaba luego su afilada mandíbula en las palmas de sus manos, mirando con atención como el contrario revisaba las temperaturas del aparato. El chico con los labios en forma de corazón apartó por unos segundos la mirada para dirigirla hacia el veinteañero, alzando una ceja.

- ¿a qué te refieres? -le dijo en un murmuro para así dejar que corriera el agua de una de las duchas de la máquina, tomando el termómetro que usaba para controlar la temperatura del agua- creo que siempre me has conocido haciendo café -le comentó cómico, sacando luego su mirada para volver a su trabajo, sonriendo de forma ladina. Changbin observó en silencio la sonrisa del chico, para apretar un poco sus labios ante el impulso de sonreír él. 

- no todos nacen haciendo lo que hacen -murmuró bajito, estirando su mano para tomar una de las bombillas negras que estaba en un recipiente, sacándola para jugar con ella- no creo que haya nacido siendo un barista -dijo en un murmuro, para alzar su vista y ver al peliteñido, quien le miraba de forma burlona- por eso pregunto en como llegaste a trabajar en esto -dijo de forma apresurada, sentándose mejor mientras esbozaba una dulce sonrisa ante la reacción del chico.

Seo vio como Felix tomó un émbolo cafetero de un costado suyo, colocándolo frente a Changbin mientras sacaba de una parte de la barra un galón plástico de leche, abrió este con calma y vertió una porción del líquido en el émbolo, para luego cerrarlo.

- bate la leche en lo que te hablo -le dijo para tomar el hilo metálico y enseñarle como se hacía. Cuando observó que Changbin podía hacerlo guardó nuevamente la leche, para suspirar un poco- yo soy hijo de madre soltera, ella tenía veintidós cuando quedó embarazada y me tuvo a sus veintitrés -le comentó el chico, mientras comenzaba a moler los granos de café- no pudo terminar su carrera por tenerme, entonces fue un poco difícil todo -le comentó el rubio, suspirando suavemente- nunca supe quien es mi padre y todavía no lo se, solo tengo la noción de que es o era coreano, que eso hablaba el tipo que pasaba a buscar a mamá -aseguró, mientras dejaba de lado por unos segundos la cafetera, para mirarle fijamente- como mi madre trabajaba para mantenerme, viví con mis abuelos mucho tiempo, como hasta mis seis o siete años, mi abuela me amaba y yo la amo mucho, pero nunca le caí bien a mi abuelo - murmuró, para fijar su vista en la leche que batía el pelinegro- él siempre me tuvo un odio debido a que le arruiné la vida a mi mamá, que el hecho de que no tuviese nunca un padre le arruinó la vida

- ¿pero el apellido de tu madre es Lee? -le preguntó Seo mientras veía como el contrario negaba con su cabeza suavemente, colocando luego el café molido en la estructura de la cafetera, apretando la pastilla de forma manual.

- no, es Thompson, mi progenitor solo me dio el apellido -murmuró bajito, apretando un poco sus labios ante la mirada de Changbin- bueno, mi madre se casó cuando tenía siete y me fui a vivir con ella y Oliver, que por suerte tenía apellido Lee también -dijo de forma cómica, pero son una sonrisa levemente melancólica- ellos tuvieron dos hijas, Sharon y Olivia, pero no podía seguir en esa casa, me sentía realmente mal estando ahí, siempre recordaba lo que me decía mi abuelo aún cuando mamá y Oliver me decían que me amaban, entonces a los dieciocho me fui de casa, llegué a Melbourne y allí comencé como barista en un Starbucks -murmuró, mientras colocaba las tazas bajo el colador para que comenzara a filtrar el café.