Changbin se había quedado en silencio nuevamente, sabía lo que venía ahora, lo conocía perfectamente y no quería tener que hablar de ello.
- cuéntame que es lo que te atormenta -le dijo el adulto, mientras que llegaba Chan con unas tazas de té en una bandeja, dejando esas en la mesa de centro antes de volver a retirarse, cerrando las puertas de la sala- sabes que debes decirme, solo de esa forma puedo tratarte, ¿haz vuelto a soñar con eso?
- deje de tratar la muerte como un objeto -dijo en un gruñido el pelinegro, antes de subir sus piernas al sillón y abrazarlas con sus trabajados brazos, resultando incluso incómodo- es inhumano que trate que la muerte de mi padre como... un eso -dijo en un murmuro- no he soñado con su muerte de hace años, solo es la fecha, estoy estresado, son muchos factores, el calor me agobia siempre y es muy incómodo -dijo antes de esconder su rostro en su codo unos segundos, negando con su cabeza luego- ahora que recuerdo más, es mucho más agobiante -murmuró, alzando su rostro para mirarlo fijamente a los ojos.
A decir verdad, desde hace tiempo Changbin recordaba todo lo que había ocurrido. Desde hace unos años, sus padres estaban interesados por ingresarse en el comercio del shabú, una nueva droga que había comenzado en esa época de forma experimental en las Filipinas y que no volvería a verse sino hasta el 2014, todo debido a lo que ocurrió con sus padres.
El shabú les estaba arruinando el negocio, sus padres habían permanecido en lo clásico, debido a lo barato que era su producción y que era de alto consumo: La cocaína. Todos decían que el producto de la mafia Lee era de buena calidad, siempre les comentaban que "estaba en su punto justo", por lo que no se veían en la necesidad de variar nada, pero desde la llegada de la famosa droga a su país, habían comenzado a perder dinero. Desde que vieron esa metanfetamina en forma de pequeños cristales en uno de sus locales, observando como la gente alucinaba de formas inimaginables y que por lo mismo, ya no querían sus productos supieron que debían cambiar algo, o mejor dicho, apropiarse de dicha droga.
Ellos nunca se consideraron ladrones o piratas, de esos que asaltaban las embarcaciones para llevarse las drogas, o al menos eso decía Kangjoon. Sin embargo, cuando tuvieron la oportunidad, no actuaron de forma buena. Era una asquerosa madrugada de verano, cerca de las 5 de la mañana, el calor obligaba a todo el mundo a andar lo más desvestido que te permitía tu moralidad y a refugiarse de todo lugar que te diese una exposición al exterior, pero eso no significaba que debían dejar trabajos o vidas de lado. Mientras que Seo Kangjoon y Lee John estaban en la casa del jefe de Bang Minhyuk rastreando unos cargamentos filipinos que, según fuentes anónimas, contenían un cargamento completo de shabú, droga que había sido destinada a Corea del sur junto con representantes para poder establecer un pequeño comercio, a modo de expandir la mafia filipina, Changbin junto con Andre se encontraban en la casa del menor, cuidando del hogar debido a que la madre de Changbin había viajado unos días con unas amigas hacia América.
- ¿seguro es ese barco? -le preguntó Seo mientras miraba la pantalla de los monitores del australiano, mientras que este asentía con su cabeza, sonriendo luego- es imposible, es pequeñísimo -le dijo antes de girarse a ver a su amigo, quien observaba con hambre de dinero la pantalla.
- según lo que dice el mensaje, sí, estaba correctamente codificado y el emisor era de Filipinas, pude encontrar desde donde se mandó, pero nada de sobre quien fue -les dijo Bang, mientras que en una pantalla contigua colocaba las coordenadas en un mapa mundial, haciendo que este se dirigiera de forma inmediata a un lugar de Iloilo- ¿ven? fue enviado desde un cyber sin sistema general, no se quien ingresó -comentó, girándose a ver a ambos hombres.
- ¿cuando llegará el cargamento a Corea? -le dijo Kangjoon, mirando a Minhyuk, este miró nuevamente la pantalla, suspirando un poco.
- el permiso que tiene el barco dice hoy, cerca de las 6 de la mañana o antes, seguramente cuando esté oscuro -aseguró, viendo de forma inmediata a Lee, quien sonrió de forma amplia antes de erguirse, yendo hacia la mesa central que poseía el australiano y donde estaba sentado su unigénito, Chan.
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La última carta ~Changlix~ [P A U S A D A]
FanfictionFelix, ¿Cómo va todo? Debes odiarme por dejarte justo en este momento. Quiero decirte que a pesar de todo lo hice para protegerlos. No me odies por favor... Te amo, Felix. Changbin, ¿Realmente tenías que irte? Lo podríamos haber solucionado juntos. ...