- Entonces acordamos en dejar la relación como estaba, seguiremos siendo amigos y mientras tanto...- la voz tranquila de mi amiga contanto sobre su romance de verano, me tranquilizaba de alguna manera, me generaba cierta intriga saber qué habría pasado si su historia hubiese ocurrido años antes, muchos años antes, ¿quizá en el siglo XVI? ¿Hubiese sido aceptado por sus padres? ¿O incluso por la sociedad? Qué importa, de todas maneras jamás lo sabría. - Bueno, básicamente eso pasó en mis vacaciones, ¿estás...prestando atención?
- Sí, lo siento, solo estoy algo cansada. - ¿Por qué le mentí a mi mejor amiga?
- Bueno, sea lo que sea que te esté pasando, quiero saber qué me cuentas de ti. Durante mis vacaciones en Portugal no tuve tiempo para escribirte. - Así es, mi mejor amiga vacaciona en el exterior, bueno más bien, en todo lo que concierne a Stacey ella es la chica perfecta, no, en realidad ella es la mujer perfecta, porque referirse a Stacey como chica, es igual a referirse a Stacey como "una simple y pequeña rata" y eso era yo al lado de ella, una simple y pequeña rata. Stacey es rubia, su cabello largo con ciertas ondas es como una gran linterna cuando el sol lo ilumina, su cabello brilla, tiene unos hermosos ojos verde esmeralda realmente hermosos pero además de que su mirada es preciosa, ella sabe usar sus ojos para enamorar a cualquier hombre que pase delante suyo, es delgada, alta y sus curvas son las de una modelo profesional, su piel casi dorada es tan suave gracias a su caro jabón. Sus padres se separaron cuando Stay tenía 11 y cuando cumplió 13 ellos volvieron a estar juntos. No tiene hermanos ya que luego de nacer, su mamá enfermó y cuando pudo recuperarse decidió que era demasiado tarde para un nuevo bebé. - ¿Y bien? ¿qué piensas?.
- Lo lamento. No presté atención.
- July, ¿qué te pasa? has estado rara desde que llegamos. ¿Sucede algo malo? - la verdad sí, pensé. ¿Podría decirle lo que pasaba? Supongo que reaccionaría feliz al ser mi mejor amiga, aunque también algo sorprendida, o tal vez enojada, sin descartar la posibilidad de qur podría empezar a gritar e insultar y tenga que usar una gran cinta para taparle la boca. En fin, así era Stacey, una caja de sorpresas, no sabes como reaccionará ante una noticia, sea cual sea ésta. - Julianne Edwards, dime qué mierda te pasa ya mismo.
- Descúbrelo por ti misma. - comencé a correr, ella secundó mi acción.
Nos recostamos en el césped y empezamos a observar las nubes.
- ¿Sabes? - dijo - eres rara July.
- ¿A qué te refieres? - pregunté.
- Haces cosas que una mujer de 18 años jamás hace, por ejemplo, tú prefieres pasar un fin de semana en tu habitación con tu remera vieja, helado y leyendo Romeo & Julieta. A veces pienso que vas a morir soltera y cuidarás a mis hijos.
-¡Stacey! Sabes bien que me cuesta relacionarme. Soy demasiado tímida, según mis padres y los doctores, antes tenía un especie de síntoma que no me permitía la comunicación verbal y física ya que me causaba un gran ataque de nervios. Creo que me curé un poco porque pude ganarme tu amistad y la verdad, me alegra tenerla.
Luego de una intensa charla con Stacey, regresé a casa. Me detuve frente a la vieja fachada de mi hogar, la pintura faltaba en ciertas zonas a causa del paso del tiempo, le ventanas estaban demasiado viejas, el jardín delantero era un desastre y ahí estaba Philip, mi hermoso árbol, lo habían plantado mis abuelos de pequeños y al morir mi abuelo, dejó aquel árbol a mi cuidado, amaba pasar momentos de niña sentada ahí abajo, ahora Philip (como lo había apodado) estaba demasiado descuidado.