Encuentra Lo Que Amas Y Deja Que Te Mate

•4•

Corrió muy entusiasmada a la entrada de la universidad. Se le había hecho tarde de nuevo.

Casi tropezándose llegó a las puertas y echó un rápido vistazo.

Él no la estaba esperando.

—Buenos días Ochako —Mina tocó su hombro, recibiendo una enorme y dulce sonrisa de respuesta. —Estás animada ¿Eh? —caminó a su lado.

—¡Si! Ayer fui a cenar con Eijiro, y encontré algo que sé que a Katsu le gustará. — Festejó alzando los puños. Al no recibir respuesta miró a su lado, Ashido parecía estar algo triste.

❛Encuentra Lo Que Amas...

—¿Estás bien Mina?  —se detuvo y tomó sus manos acariciando su piel rosada con sus almohadillas. Quería que supiera que estaba ahí, siempre.
Ashido asintió y esbozó una muy buena sonrisa, que se quebró al mirar a las espaldas de su mejor amiga.

—¡Ochako—chan! Buenos días. — El pelirrojo besó la frente de su novia. —Buenos días Mina.

—Buenos días Kirishima-kun. — Contestó animada y inmediato se dio la vuelta.

—¿Uh, ya te vas? —preguntó su amiga, a lo que ella sólo afirmó moviendo la cabeza.

Caminó los largos pasillos y dobló en la esquina adentrándose al baño y colocando su mochica en el suelo.

—¡No! ¡No! Tú debes estar feliz, Ochako es feliz, así que tú tienes que serlo también —secaba sus lágrimas frente al espejo. —¿Qué clase de amiga eres? ¿Cómo te atreves a enamorarte del novio de tu mejor amiga? —acusaba a su propio reflejo.

—¡Katsu! —se adelantó al corredor del aula del cenizo. Eijiro ya se había ido a su clase.

Mientras corría, sacó el regalo de su bolsa, lista para entregarlo. Miró la melena entre la multitud de estudiantes. Y feliz corrió más rápido.

—¡Ka.…tsu.

«¿Duele?»

Nerviosa miró el suelo, su corazón fue levemente aplastado. Parecía doler, pero ¿Por qué habría de hacerlo? Alejó eso de su corazón y mente.

Se llenó de valor y caminó hacia su amigo.

—Katsu —jaló la tela de su camisa. Con una muy dulce sonrisa quería ver la cara que pondría Bakugou al ver el regalo que con tanto trabajo consiguió para él. Estaba feliz, muy feliz.

—¿Ah? ¿Qué quieres?  —se dio la vuelta a encararla de una manera muy indiferente.

Ella dio una sonrisa de júbilo al mismo tiempo que esquivó la mirada aceituna de la mujer que había acabado de besar a Bakugou.

—Te traje esto. —Entregó la cajita, bueno, más bien la mostró, ya que Katsuki no lo tomó. Pero conservaba la fe en que lo haría, pues Bakugou tiende a ser de a los que les tienes que bajar las estrellas, la luna y Saturno.

—No quiero nada. — Cortó.

« Duele »

—Vamos~ Katsu, se qu--

—Vámonos. — Bakugou tomó de la mano a la pelinegra y la llevó con él al salón.

« Duele, Duele »

Uraraka se quedó mirando. Su corazón latía fuerte, no por impresión, ni por emoción, sino por dolor. Pero una leve chispa de esperanza se encendió cuando la mirada carmesí se posó sobre ella antes de adentrarse por completo al salón.

—Ah, sí, no comeré contigo hoy. Anda a comer con la bola de pelos. —Por un instante juraría que él no quería mirarla a la cara. —No comeré contigo ni hoy, ni mañana.

« ¡Duele! ¡Duele! »

La puerta del aula se cerró. Y sintió su corazón ser molido contra el suelo.

—Ught.

Sus pies se movieron solos, y corrió de ahí lo más lejos y rápido posible, el nudo en su garganta la asfixiaba.

Irrumpió de golpe en su salón, buscó la cabellera rosada.

¿Por qué dolía tanto?

—¡Mina!  —su voz se quebró llamando la atención de todos. La nombrada se levantó asustada, y fue a consolar a su amiga.

« Duele...Duele...Duele »

...Y Deja Que Te Mate❜

♥ Nota De La Autora. ♥
¿Listos para romper la pantalla de teléfono?

Pues yo sí, puto Bakugou, se pasa de pendejo.

Eso es ya el fin de la introducción, ya viene lo hard UWU.

Espero les haya gustado, háganmelo saber en los comentarios.
Gracias por el apoyo. Los amo.♥