Encuentra Lo Que Amas Y Deja Que Te Mate

•21•

Llegó a casa acompañada de Mei, Toga y Katsuki.
Empujó la puerta y caminaron en silencio al cuarto.

Mei suspiró acomodándose y Himiko se recargó en la pared fulminando a Ochako con la mirada. Uraraka se tiró sobre la cama, e inauguró su amargo y frustrado llanto.

Bakugou hizo una mueca, quizá estaba siendo egoísta y confundió a Ochako y ahora la está arrastrando con él.

—Vendremos mañana en la tarde para hablar, por ahora sólo revisa el celular te mandaré mensajes —Toga se marchó, obviamente enojada por la poca confianza que le tuvo la castaña.

Mei la miró y suspiró cansada —tranquila Ochako —acarició su cabello— esto es parte de ser humano. Ánimo, todo saldrá bien. —Alejó su mano y se fue.

Los pasos indicaron que bajaron por las escaleras, la puerta sonó y estaban fuera.

Bakugou se recostó al lado de Ochako y suspiró algo desanimado, a él no le importaba
la alien, ahora ni siquiera Eijiro, sólo quería que ella dejara de sentir el dolor de los demás.

Encuentra Lo Que Amas...

—Cara de ángel —la llamó rodeándola con sus brazos.

Quizá debía dejar las cosas más en claro a partir de ahora que todo había tomado ese brutal rumbo.

Pero, poner los pies en la tierra era una completa joda. Si él no hubiera besado sus labios esa vez que la llevó a casa ¿Nada hubiera pasado? Ella seguiría con Eijiro, con Mina a su lado quizá, siendo feliz y sonriendo tan hermoso como siempre ¿No hubiera pasado nada? Él hubiera seguido con Yaoyorozu hasta ahogarse y empujarla lejos, porque sólo ama a Ochako y se aprovechó de el gran cariño que la tiene ésta a él; usó sus años de amistad como garantía y profanó su cuerpo de mil maneras distintas.

Ahora, el puto pecoso lo sabe, la jodida alíen también y las dos locas de la borrachera.
Eijiro será quien más sufra en el proceso de toda esa mierda, el jodido tiburón que siempre le daba mano cuando la necesitaba, ahora él la había mordido.

Ella ya había dicho que lo amaba
¿No?

—¿A quién amas en verdad? —preguntó sereno.

Ochako dio un respingo, tan calma fue la pregunta que entró en pánico—. No lo sé, hice cosas contigo que no hice con Eijiro, eso me hace amarte en cierta forma y con Eijiro, no lo sé, es mi novio, pero cuando se va sin avisar por largo tiempo lo olvido y cuando regresa de sorpresa me pongo feliz porque, es mi novio y amigo de infancia, es bueno verlo de nuevo, como persona —intentaba sonar coherente—. Pero…

Ochako se dio la vuelta y lo miró con la mirada llorosa, se sentía atrapada y él lo entiende. Tuvo que meter las manos al fuego antes de que Ashido expandiera todo.

—¿Soy una zorra? Lo soy verdad ¿Qué pasaba por mi cabeza? Soy asco de persona, utilicé la confianza de alguien en su contra, obligué a alguien a no hablar, usé armas muy bajas. —Chilló.

Katsuki hizo una mueca, joder, es que quiere que lo ame, lo ame a él, si, sabe que es difícil poniéndose en su lugar, pero, las cosas para él son claras:

—Todos somos así, tú te tardaste en descubrirlo, sólo eso —intentó no sonar molesto— , todos somos hipócritas y usamos lo que está a nuestro paso para sobresalir.— Acercó su nariz a la de ella para darle confianza. —Eso no quiere decir que seamos un puto asco, hay personas que logran hacerte ver que no merecen ser usadas y desechadas, así que no estés así, todo saldrá bien.

Ochako miró incrédula ¿Qué podría salir bien de todo esto?

—Quiero aclararte algo —la tomó de sus mejillas y suspiró mirándola a los ojos.

—¿Qué es? —masculló conteniendo su llanto.

Katsuki la miró un segundo a los ojos, en verdad amaba esos tonos de ella: el chocolate de sus cabellos y el almendra de sus ojos. Esas mejillas de ardilla.

...Y Deja Que Te Mate

Habló:

—Nunca voy a renunciar a ti —la jaló a su cuerpo y la abrazó escondiendo su rostro entre su cabello castaño aspirando su aroma—. Te conozco mejor que nadie, incluso si tu no lo haces, yo lo hago.

Quería hacerle saber que siempre la protegería, apretó más fuerte, el igual estaba asustado por el tiburón y la boca de los demás, necesitaba encontrar una solución y calmar las cosas, necesitaba establecer sus objetivos de manera concreta.

Quiere que Ochako sólo esté con él, por siempre y para siempre, durante un tiempo indefinido. Quiere mantenerla a salvo, hoy y mañana y los días siguientes. No importaba que se atravesara.

—Todo estará bien cara redonda.

Porque de eso, él se encargará.